lunes, 17 de junio de 2013

Historias de vida:Taxista DINA DE LOS SANTOS

HISTORIAS DE (MUJERES) DE TAXI
DINA DE LOS SANTOS:” HAY GENTE QUE SUBE Y TE CUENTA SU VIDA.”

Escribe Juan José Pereyra


Acaba de cumplir 33 años, es casada y madre de un niño de cinco años. Trabajó con su hermana transportando escolares y fue la primera mujer guarda, en 2002 para la empresa Gonzatour.
Es ávida lectora y comparte con sus pasajeros consejos y libros. Hoy está leyendo a Alejandro Jorowsky un autor chileno al que recomienda.
El Este la entrevistó para conocer la experiencia de esta joven mujer que maneja un taxi.

¿Cómo empezaste en el taxi?

Yo trabajaba con mi hermana transportando escolares y me gusta muchísimo manejar, desde muy niña me encantó.
Un día hablé para ver si podía y me dijeron que lo iban a pensar. Llamé, llamé, insistí hasta que me dijeron que si, me saqué la libreta y ahora estoy trabajando en eso.
Tenía miedo de ser rechazada por el público. Mucha gente subía al taxi o me miraba y decía: ¡OH, mujer! Y entonces yo les decía ¡no tengan miedo que no va a pasar nada! y ellos decían ¡no, al contrario, buenísimo, qué bien que la mujer hoy está progresando!
Yo pienso que hoy manejar un taxi es más de mujer que de hombre porque es un trabajo cómodo. Si llueve no te mojas, claro que te tienes que bajar para ayudar a la gente. Es un trabajo prolijo, es agradable porque conversas con la gente.
Hay gente que sube al taxi y te cuenta su vida en cinco minutos y tienes que hacer un poco de sicología también y está bueno, a mí me gusta.Te tiene que gustar el taxi porque ves muchas cosas.

Siempre se comenta que el taxista es una especie de sicólogo. Que la gente sube y se descarga. En una ciudad tan chica donde es seguro que vas a ver de nuevo a esa persona ¿también pasa?

Sí, sí. Incluso el cliente después te llama o te busca y después te conversa Incluso me ha pasado que la persona se va a bajar y me están llamando por radio para otra corrida y la persona te sigue contando. Porque uno a veces te lleva o tiene la misma vida o le pasó lo mismo que a ti o las personas mayores más que nada se abren o el adolescente.
Me gusta mucho tratar con el adolescente con el tema de la droga por ejemplo. Hablamos de eso muchísimo y siempre les digo que soy madre, que soy tía de chicos cono ellos y tengo sobrinos que han estado en eso. Principalmente los viernes y los sábados de noche me dicen si no tengo miedo. No, no tengo miedo porque me gusta trabajar con los chiquilines adolescentes. Les digo no se droguen, que sean felices, que tomen pero moderadamente .Los aconsejo y eso a ellos les encanta y entonces a la salida del baile te buscan: ¡yo quiero la tachera, yo quiero la taxista!
O por ejemplo suben y les pones una música que a ellos les gusta.
Tengo varios tipos de música, si sube una persona mayor les pongo una música tenue, suave y cuando suben te dicen ¡Ay qué linda música!
O por ejemplo la limpieza del taxi y te dicen ¡ay qué lindo un taxi con rico olor!
A veces una no puede estar todo el tiempo limpiando, aclaro que mis compañeros también son muy prolijos.
Se complica cuando llueve que se llena el auto siempre de arena o tierra. Uno siempre trata de tenerlo prolijo. Son detalles que hay que tener en cuenta para que la gente pueda viajar tranquila.

¿Cómo reaccionaron tus compañeros cuando te vieron?

Pensaron que iba a durar poco me parece. (Sonríe).
Todos se presentaron y me aceptaron muy bien, por suerte muy bien.
Hasta el día de hoy tengo para agradecerles porque me siguen ayudando por las calles, que me puedo perder, con los barrios. Hay un compañerismo muy lindo.
Incluso cuando tengo libre voy a la parada y me siento con ellos a conversar o a tomar mate. Me encanta porque todos me tratan con respeto y hay muy buen compañerismo. He tenido problema con alguna persona que me peleé pero es como en todo trabajo, puede pasar.
Hay mujeres que son policías que andan en la noche, yo me las cruzo. Me dicen ¡ay qué valentía, no tienes miedo!... ¡si hay mujeres policía!
Sé que van al Comcar, que hacen la guardia de noche, que cuidan a las mujeres. Es re riesgoso y bueno, uno lo hace, no tiene otra, es su trabajo y si te gusta lo tienes que hacer.

¿Hay más mujeres taxistas en Rocha?

Hay otra en Rocha, dos en La Paloma y me comentaron que en Castillos también.

¿Te ha pasado que alguien se haya tirado un lance?

Hasta el momento y ya van a hacer cinco meses que estoy trabajando en el taxi, nadie se ha desubicado conmigo.
Primero que nada yo soy mucho de ver la persona y te das cuenta qué tipo de persona es. Me ha pasado de ir a los prostíbulos, voy a los prostíbulos a buscar hombres-no tiene nada malo, cada uno hace de su vida lo que quiera.
A veces me han pasado una corrida y al acercarme me doy cuenta que la persona está ebria y te das cuenta por la cara y no lo levanto, sigo de largo. Le aviso a mi compañero para que venga a buscarlo él.
También he levantado gente ebria, muy ebria y al contrario, son los que menos se desubican.
Con los adolescentes tampoco tengo problemas. Te das cuenta o les pones cada seria y generas respeto. Y así te ganas el cliente.

Y es como un marketing eso de tener distintas músicas… es una forma de enganchar al cliente.

Sí, y además la gente te lo dice. Y es muy lindo cuando la gente te busca o le preguntan a tus compañeros…che ¿y la mujer que hace días que no la veo? o ¿por qué no vino a buscarme la mujer? Ojo que también mis compañeros tienen sus clientes y su gente, te cuento por mí. Es muy lindo eso que te reconozcan el buen trabajo que haces.

¿Puede pasar que un conductor te diga andá a lavar los platos?

(Se ríe) .Me ha pasado eso. Los días de lluvia andamos muy rápido porque hay gente esperando y a veces uno no es que haga cualquier cosa pero hace un movimiento mal y te dicen ¡una mujer taxista!
O te gritan cualquier cosa y tienes que hacer oídos sordos porque no te vas a poner a discutir con la gente en la calle y más cuando vas con un cliente.
Pero me ha pasado si, que te insultan o te dicen algo.

Tú me contaste que la gente cuenta cosas. ¿Cual sería tu visión desde el volante del taxi? ¿Cómo está la gente?

La veo horrible. Toda la gente triste, mal. Mi parada ahora es el Hospital, imagínate. Todo el mundo criticando, todo el mundo llorando, mal.
Te cuentan las cosas que pasan en el hospital o que están amargados por el dinero, que no les alcanza o problemas matrimoniales, o hijos con drogas .Te cuentan todo.
Si yo me pusiera a absorber todos los problemas de la gente me bajo del taxi, (ríe), pero es algo que me gusta.
Me ayuda que hago terapia por problemas míos pero me viene muy bien para el trabajo porque yo absorbía los problemas de los otros y eso te enferma. Tengo gente que tiene mi número personal incluso y me llaman y me dicen estoy mejor, o estoy aquí o estoy allá.
Ando con libros de Sicología. Ahora ando con el tema de la Ley de Atracción y se los doy a la gente para apoyarla y sé que a mucha eso la ha ayudado.
O se compra los libros y te llaman y te dicen ¡ay está buenísimo, pásame otro! o cosas así. Me gusta ayudar a la gente y más cuando veo que salen adelante o veo que les serví para algo.
Veo muy solitas a las personas ancianas. Me encanta llevarlos. Le digo a mi compañero…mi amigo el viejito, mi amiga la viejita… me encanta.
Me encanta bajar, ayudarlos, aclaro que cuento lo que hago yo. Cada compañero ayuda a su cliente a su manera.
Cuento lo que hago: les abro la puerta, hay gente que va en andador, me gusta ayudarlos, pero los veo muy solos, la verdad que si.
Yo no sé qué pasa hoy con la familia. Yo recuerdo que en mi niñez se reunían todos los domingos o en algún lado y hoy veo a la gente tan sola, cada uno haciendo su vida. También veo muchas familias que van a la Iglesia los sábados y los domingos.
Todavía hay gente que cree y cada uno con su opinión, ¿no?, pero todavía hay gente que va a las iglesias.
Tengo una propuesta que me llamaron de una empresa de ómnibus para manejar un micro. En el transporte escolar manejaba un micro de quince pasajeros, este sería uno de treinta personas y estoy viendo qué va a pasar con eso.
Me gusta el taxi. Con el ómnibus estás menos horas en tu casa por más que ganes mejor pero la familia vale más que un poco más de dinero.

Yo he escuchado que en el taxi hay que hacer muchísimas horas para sacar un sueldo más o menos bueno…

Yo al ser mujer no dependo de eso, es una ayuda más para mi familia pero no dependo de eso. Para el hombre sí es más difícil solventar una familia con el sueldo de un taxista. Ojo que hay mujeres que mantienen la casa, pero en el tema del taxista es posible que el hombre tenga que hacer también otra cosa, pero no es mi caso.

Cuéntame alguna anécdota

Me pasó, (se ríe), que estaba saliendo de un prostíbulo e iba saliendo una persona en auto delante de mí y se cayó para una barranca, (se ríe), y después me pidió para que lo ayudara pero iba con pasaje atrás y no podía. (Más risas). Fue feo pero a la vez fue muy gracioso.
Quiero agradecer al señor Nelson Cañete y su señora Nelly por haberme dado la oportunidad de manejar un taxi. Para mí es una experiencia hermosa.


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