HISTORIAS
DE (MUJERES) DE TAXI
DINA
DE LOS SANTOS:” HAY GENTE QUE SUBE Y TE CUENTA SU VIDA.”
Escribe
Juan José Pereyra
Acaba de
cumplir 33 años, es casada y madre de un niño de cinco años.
Trabajó con su hermana transportando escolares y fue la primera
mujer guarda, en 2002 para la empresa Gonzatour.
Es ávida
lectora y comparte con sus pasajeros consejos y libros. Hoy está
leyendo a Alejandro Jorowsky un autor chileno al que recomienda.
El Este la
entrevistó para conocer la experiencia de esta joven mujer que
maneja un taxi.
¿Cómo
empezaste en el taxi?
Yo
trabajaba con mi hermana transportando escolares y me gusta muchísimo
manejar, desde muy niña me encantó.
Un día
hablé para ver si podía y me dijeron que lo iban a pensar. Llamé,
llamé, insistí hasta que me dijeron que si, me saqué la libreta y
ahora estoy trabajando en eso.
Tenía
miedo de ser rechazada por el público. Mucha gente subía al taxi o
me miraba y decía: ¡OH, mujer! Y entonces yo les decía ¡no tengan
miedo que no va a pasar nada! y ellos decían ¡no, al contrario,
buenísimo, qué bien que la mujer hoy está progresando!
Yo pienso
que hoy manejar un taxi es más de mujer que de hombre porque es un
trabajo cómodo. Si llueve no te mojas, claro que te tienes que bajar
para ayudar a la gente. Es un trabajo prolijo, es agradable porque
conversas con la gente.
Hay gente
que sube al taxi y te cuenta su vida en cinco minutos y tienes que
hacer un poco de sicología también y está bueno, a mí me gusta.Te
tiene que gustar el taxi porque ves muchas cosas.
Siempre
se comenta que el taxista es una especie de sicólogo. Que la gente
sube y se descarga. En una ciudad tan chica donde es seguro que vas a
ver de nuevo a esa persona ¿también pasa?
Sí, sí.
Incluso el cliente después te llama o te busca y después te
conversa Incluso me ha pasado que la persona se va a bajar y me están
llamando por radio para otra corrida y la persona te sigue contando.
Porque uno a veces te lleva o tiene la misma vida o le pasó lo mismo
que a ti o las personas mayores más que nada se abren o el
adolescente.
Me
gusta mucho tratar con el adolescente con el tema de la droga por
ejemplo. Hablamos de eso muchísimo y siempre les digo que soy madre,
que soy tía de chicos cono ellos y tengo sobrinos que han estado en
eso. Principalmente los viernes y los sábados de noche me dicen si
no tengo miedo. No, no tengo miedo porque me gusta trabajar con los
chiquilines adolescentes. Les digo no se droguen, que sean felices,
que tomen pero moderadamente .Los aconsejo y eso a ellos les encanta
y entonces a la salida del baile te buscan: ¡yo quiero la tachera,
yo quiero la taxista!
O por
ejemplo suben y les pones una música que a ellos les gusta.
Tengo
varios tipos de música, si sube una persona mayor les pongo una
música tenue, suave y cuando suben te dicen ¡Ay qué linda música!
O
por ejemplo la limpieza del taxi y te dicen ¡ay qué lindo un taxi
con rico olor!
A veces
una no puede estar todo el tiempo limpiando, aclaro que mis
compañeros también son muy prolijos.
Se
complica cuando llueve que se llena el auto siempre de arena o
tierra. Uno siempre trata de tenerlo prolijo. Son detalles que hay
que tener en cuenta para que la gente pueda viajar tranquila.
¿Cómo
reaccionaron tus compañeros cuando te vieron?
Pensaron
que iba a durar poco me parece. (Sonríe).
Todos
se presentaron y me aceptaron muy bien, por suerte muy bien.
Hasta el
día de hoy tengo para agradecerles porque me siguen ayudando por las
calles, que me puedo perder, con los barrios. Hay un compañerismo
muy lindo.
Incluso
cuando tengo libre voy a la parada y me siento con ellos a conversar
o a tomar mate. Me encanta porque todos me tratan con respeto y hay
muy buen compañerismo. He tenido problema con alguna persona que me
peleé pero es como en todo trabajo, puede pasar.
Hay
mujeres que son policías que andan en la noche, yo me las cruzo. Me
dicen ¡ay qué valentía, no tienes miedo!... ¡si hay mujeres
policía!
Sé que
van al Comcar, que hacen la guardia de noche, que cuidan a las
mujeres. Es re riesgoso y bueno, uno lo hace, no tiene otra, es su
trabajo y si te gusta lo tienes que hacer.
¿Hay
más mujeres taxistas en Rocha?
Hay otra
en Rocha, dos en La Paloma y me comentaron que en Castillos también.
¿Te
ha pasado que alguien se haya tirado un lance?
Hasta el
momento y ya van a hacer cinco meses que estoy trabajando en el taxi,
nadie se ha desubicado conmigo.
Primero
que nada yo soy mucho de ver la persona y te das cuenta qué tipo de
persona es. Me ha pasado de ir a los prostíbulos, voy a los
prostíbulos a buscar hombres-no tiene nada malo, cada uno hace de su
vida lo que quiera.
A veces me
han pasado una corrida y al acercarme me doy cuenta que la persona
está ebria y te das cuenta por la cara y no lo levanto, sigo de
largo. Le aviso a mi compañero para que venga a buscarlo él.
También
he levantado gente ebria, muy ebria y al contrario, son los que menos
se desubican.
Con los
adolescentes tampoco tengo problemas. Te das cuenta o les pones cada
seria y generas respeto. Y así te ganas el cliente.
Y es
como un marketing eso de tener distintas músicas… es una forma de
enganchar al cliente.
Sí, y
además la gente te lo dice. Y es muy lindo cuando la gente te busca
o le preguntan a tus compañeros…che ¿y la mujer que hace días
que no la veo? o ¿por qué no vino a buscarme la mujer? Ojo que
también mis compañeros tienen sus clientes y su gente, te cuento
por mí. Es muy lindo eso que te reconozcan el buen trabajo que
haces.
¿Puede
pasar que un conductor te diga andá a lavar los platos?
(Se ríe)
.Me ha pasado eso. Los días de lluvia andamos muy rápido porque hay
gente esperando y a veces uno no es que haga cualquier cosa pero hace
un movimiento mal y te dicen ¡una mujer taxista!
O te
gritan cualquier cosa y tienes que hacer oídos sordos porque no te
vas a poner a discutir con la gente en la calle y más cuando vas con
un cliente.
Pero me ha
pasado si, que te insultan o te dicen algo.
Tú me
contaste que la gente cuenta cosas. ¿Cual sería tu visión desde el
volante del taxi? ¿Cómo está la gente?
La veo
horrible. Toda la gente triste, mal. Mi parada ahora es el Hospital,
imagínate. Todo el mundo criticando, todo el mundo llorando, mal.
Te cuentan
las cosas que pasan en el hospital o que están amargados por el
dinero, que no les alcanza o problemas matrimoniales, o hijos con
drogas .Te cuentan todo.
Si yo me
pusiera a absorber todos los problemas de la gente me bajo del taxi,
(ríe), pero es algo que me gusta.
Me ayuda
que hago terapia por problemas míos pero me viene muy bien para el
trabajo porque yo absorbía los problemas de los otros y eso te
enferma. Tengo gente que tiene mi número personal incluso y me
llaman y me dicen estoy mejor, o estoy aquí o estoy allá.
Ando con
libros de Sicología. Ahora ando con el tema de la Ley de Atracción
y se los doy a la gente para apoyarla y sé que a mucha eso la ha
ayudado.
O se
compra los libros y te llaman y te dicen ¡ay está buenísimo,
pásame otro! o cosas así. Me gusta ayudar a la gente y más cuando
veo que salen adelante o veo que les serví para algo.
Veo muy
solitas a las personas ancianas. Me encanta llevarlos. Le digo a mi
compañero…mi amigo el viejito, mi amiga la viejita… me encanta.
Me
encanta bajar, ayudarlos, aclaro que cuento lo que hago yo. Cada
compañero ayuda a su cliente a su manera.
Cuento
lo que hago: les abro la puerta, hay gente que va en andador, me
gusta ayudarlos, pero los veo muy solos, la verdad que si.
Yo no sé
qué pasa hoy con la familia. Yo recuerdo que en mi niñez se reunían
todos los domingos o en algún lado y hoy veo a la gente tan sola,
cada uno haciendo su vida. También veo muchas familias que van a la
Iglesia los sábados y los domingos.
Todavía
hay gente que cree y cada uno con su opinión, ¿no?, pero todavía
hay gente que va a las iglesias.
Tengo una
propuesta que me llamaron de una empresa de ómnibus para manejar un
micro. En el transporte escolar manejaba un micro de quince
pasajeros, este sería uno de treinta personas y estoy viendo qué va
a pasar con eso.
Me gusta
el taxi. Con el ómnibus estás menos horas en tu casa por más que
ganes mejor pero la familia vale más que un poco más de dinero.
Yo he
escuchado que en el taxi hay que hacer muchísimas horas para sacar
un sueldo más o menos bueno…
Yo al ser
mujer no dependo de eso, es una ayuda más para mi familia pero no
dependo de eso. Para el hombre sí es más difícil solventar una
familia con el sueldo de un taxista. Ojo que hay mujeres que
mantienen la casa, pero en el tema del taxista es posible que el
hombre tenga que hacer también otra cosa, pero no es mi caso.
Cuéntame
alguna anécdota
Me pasó,
(se ríe), que estaba saliendo de un prostíbulo e iba saliendo una
persona en auto delante de mí y se cayó para una barranca, (se
ríe), y después me pidió para que lo ayudara pero iba con pasaje
atrás y no podía. (Más risas). Fue feo pero a la vez fue muy
gracioso.
Quiero
agradecer al señor Nelson Cañete y su señora Nelly por haberme
dado la oportunidad de manejar un taxi. Para mí es una experiencia
hermosa.
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