ROCHA TIENE SU PRIMER SEX SHOP

LAS NUEVAS REALIDADES SOCIALES

ROCHA TIENE SU PRIMER SEX SHOP

Escribe Juan José Pereyra

Desde hace muchísmos años, en los cursos de formación empresarial se enseña una historia. Dos vendedores fueron enviados a un país de África para explorar la posibilidad de extender el negocio de venta de zapatos.

A la media hora uno de ellos envió un telegrama: “imposible negocio: nadie usa zapatos”. Al rato llegó el del otro vendedor: “extraordinario negocio: nadie usa zapatos”.

Ese espíritu del segundo vendedor fue el que seguramente animó al empresario Jorge Pereyra, con actividad comercial en varios ámbitos en el departamento y muy vinculado a la actividad deportiva en La Paloma.

Pereyra decidió arriesgar e invertir en un rubro que la inmensa mayoría podría considerar “imposible”, siguiendo con el ejemplo del vendedor de zapatos.

La sociedad rochense es considerada pacata, conservadora, temerosa de los cambios. Sin embargo, la experiencia de este empresario muestra que hay una realidad que no se ve pero existe. Muestra también los cambios que se van desarrollando en la vida cotidiana de mucha gente.

Jorge Pereyra participó en el Programa Cuarto Poder de Radio Fortaleza donde analizó un tema que no es fácil tratar en público y que al mismo tiempo está y es parte de la vida de muchas personas.

“UN SEX SHOP NO ES SÓLO APARATOS.”

La idea surgió porque no existía nada parecido y porque en Montevideo, Maldonado o Punta del Este está funcionando bien hace tiempo.

Quisimos ver cómo reaccionaba la gente de Rocha y la gente respondió muy bien. Fue una decisión difícil porque Rocha es una sociedad bastante cerrada y un negocio como este, abierto así, de par en par al público, nunca existió.

Está dividido en varias secciones. Una tiene que ver con toda la lencería, tanto femenina como masculina donde hay todo tipo de vestimenta adecuada a la situación, más que nada disfraces, corsés, todo ese tipo de cosas. La gente la usa mucho, más que nada la mujer a la que le gusta vestirse eróticamente.

PERFUMES, VELAS Y OSITOS DE PELUCHE

Hay otra sección de perfumería, cremas y la terapéutica. Muchos hombres y mujeres tienen muchas dificultades en las relaciones sexuales. Hay por ejemplo, cremas para mantener la erección, lubricantes que la gente consume mucho. Hay pastillas estimulantes que nada tienen que ver con el Viagra pero que cumplen la función de permitir una relación sexual buena.

CREMAS “MARAVILLOSAS.”

Hay también perfumes afrodisíacos, ferormonas, y una gran variedad de cremas, cremas calientes para masajes y velas que con el sebo caliente se hacen masajes.

En esa parte terapéutica tenemos también prolongadores de pene que solucionan problemas que tienen algunos hombres.

Hay muchas cosas que uno no se imagina que pasan en las parejas y sin embargo suceden.

También tenemos una parte de películas eróticas que la gente consume también y la sección de aparatos y la de bisutería. Hay muchas cosas para las fiestas de despedidas de solteros y de solteras en que todo está relacionado con el tema. Conejitas y esas cosas para disfrazarse y hacerle una broma a quien se va a casar.

“LA MUJER ES AUDAZ, EL HOMBRE ES TIMORATO.”

El mayor consumidor que tenemos, el más arriesgado, el que toma la iniciativa es la mujer. El hombre es el más pacato, el que no se anima a nada y el que cree que tiene el mundo dominado en el tema del sexo y es todo lo contrario.

La mujer es la que busca, la que tiene menos vergüenza. La mujer va casi sin ninguna inhibición. Incluso hemos tenido casos increíbles: va una pareja, por ejemplo, y el hombre se queda afuera y entra ella, hace todas las preguntas , consulta todo y compra y el hombre no se animó a entrar y repito, son pareja. El hombre se quedó afuera cuidando que no haya nadie que lo esté viendo y la mujer es la que toma la iniciativa. Son mujeres mayormente de treinta años para arriba y hombres que vayan solos, son muy pocos, sí van en pareja.

¡Por suerte existen las mujeres que toman la iniciativa!

LOS PREJUICIOS NUESTROS DE CADA DÍA

Existe el prejuicio por el cual se cree que si hay un sex shop van a ir fundamentalmente los homosexuales. Cuando pusimos el negocio apuntábamos a ellos porque entendíamos que era algo que necesitaban.

Nos sorprendimos: el ochenta por ciento del público está compuesto por mujeres heterosexuales.

Lo ideal en estos casos es hacer un estudio de mercado para ver si algo así puede funcionar. No encontré mucho como para contratar a alguien que me dijera: esto funciona o no. Todo arrancó a intuición e impulso como casi todos los negocios.

Conversamos con mucha gente a la que le encantó la idea y vimos que en muchísimos lugares la cadena Boutique Erótica estaba funcionando y a través de una franquicia decidimos instalarla en Rocha. Vimos también que en Montevideo hay locales que son muy cerrados, con toda la privacidad, cosa que no es nuestro caso. Resolvimos abrirlo con las puertas a la calle. Fue muy difícil también encontrar un lugar, porque la gente antes de entrar mira para todos lados para que no la vayan a ver. Por eso buscamos una galería donde se pudiera entrar sin que se supiera hacia qué comercio se va.

Los clientes son casi siempre los mismos buscando nuevas cosas y quien se acerca nuevamente, generalmente vuelve porque se lleva una grata sorpresa con su decisión.

“LOCAL PREPARADO PARA NO HERIR LA SENSIBILIDAD.”

El local está muy bien preparado para no herir la sensibilidad de quien entra.

Cuando se ingresa no se ven aparatos ni películas pornográficas sino ositos de peluche, todos los tipos de la lencería erótica, cremas, perfumes. Parece una farmacia.

Hay otro sector donde están los aparatos. Una vez que la persona está ahí pregunta, se informa. Cuando se siente más segura cuenta los problemas sexuales que tiene, todo lo que le pasa.

Está claro que nosotros no somos ni sexólogos, ni médicos ni nada. Simplemente le podemos ofrecer el producto y decirle cómo funciona. Los problemas que la gente tiene a nivel sexual son realmente increíbles, uno no se puede llegar a imaginar lo que pasa en muchísimas parejas. Más cuando pasan los treinta y cinco o cuarenta años donde hay una realidad más compleja.

LA RUTINA, LA PRESIÓN SOCIAL, LAS FANTASÍAS.

Un gran problema es la rutina y hay gente un poco insegura, que anda buscando a ver qué pasa y van y cuentan esa historia. Y gente que de repente ha tenido fantasías sexuales que por ahí, en nuestro negocio encuentra cómo satisfacer su necesidad.

Hoy se está perdiendo mucho la presión social, las cosas han cambiado mucho en los últimos años.

Hace veinte años era muy difícil hasta comprar preservativos, daba mucha vergüenza, se entraba dos o tres veces a la farmacia hasta que la persona se animaba. Desde esa época a esta de entrar a un sex shop y pedir un lubricante o lo que necesite despojado de toda culpa muestra que las cosas han cambiado mucho y creo que es porque a la sociedad se le va brindando esta posibilidad. Y va uno y ve algo y le gustó y después se lo comenta al otro y vuelve a ir e invita a otra persona amiga y así se van duplicando los clientes.

Cuando la gente va por primera vez no va tímidamente, va decidida, es como que toma la decisión y arranca y después que llegó ya no da vuelta.

Hemos notado que algunas personas sí, van y si hay gente dan vuelta y no entran. Tenemos puerta de vidrio y se veía desde afuera y por sugerencia de los clientes pusimos una cortina porque los que estaban adentro se sentían que los estaban mirando y no estaban cómodos.

“HABLAR DE SEXO ERA ALGO PROHIBIDO, TERRIBLE”.

El negocio es viable, pero como todo negocio necesita un período de adaptación de por lo menos un año para ver si realmente funciona o no. Es rentable, pero en Rocha es más difícil por todo lo que hemos hablado. Tenemos que ser firmes y seguirlo manteniéndo hasta que la mayoría de la gente entienda que puede ir, preguntar y que muchísimas veces va a encontrar soluciones a muchos de sus problemas.

Apuntamos fundamentalmente a que la gente pueda lograr la satisfacción sexual. Hay muchos artículos que existen en el mercado que la gente no tiene idea que existen y que pueden ayudarlos.

La gente lo primero que piensa es que un sex shop tiene aparatos y películas pornográficas y no es así. La variedad es muy grande.

Es todo nuevo pero la gente va y plantea lo que le pasa. Por ejemplo una señora dice que con su marido están distanciados y plantea comprar una lencería porque entiende que la rutina les afecta y generalmente así comienza la mujer.

Tenemos que tener en cuenta que hay un desconocimiento grande en materia sexual, todos lo tenemos, porque todo ha sido prohibido, muy cerrado, “horrible”. Hablar de sexo era algo terrible. Hoy que la gente tiene hasta programas de televisión, sex shops, incluso en Secundaria se está implementando la educación sexual. Hay otra óptica, pero claro, cuesta.

SE PUEDE COMPRAR POR INTERNET Y NADIE SE ENTERA

Hoy las cosas son diferentes. La gente puede ingresar a la página www.boutiqueerotica.com y ahí se ven todos los artículos, los precios y está explicado para qué sirven, cómo funcionan, qué resultados tienen. La persona puede pedir por Internet o por teléfono. Si se piden a través de la página, aunque no está directamente enganchada para Rocha, hay una parte donde dice sucursal Rocha. Se pincha ahí y aunque el pedido queda hecho en Montevideo, lo tendrían que mandar. Pero además hay una Boutique Erótica de Rocha que sí funciona con nosotros. Otra posibilidad es que nos mandan un mensaje de texto o nos llaman y el pedido lo llevamos o se envía por agencia en una encomienda común para que nadie se entere de qué se trata.

La idea es consolidar el negocio y ver la posibilidad de una sucursal en La Paloma fundamentalmente por el público del turismo.