sábado, 27 de julio de 2013

LOS RECUERDOS Escribe Mario Corbo de León

LOS RECUERDOS : Afloran permanentemente a la mente del hombre que piensa. Son nubes viajeras que tienen el capricho de hacer un alto en el camino y hacernos recordar todo aquello que pasó como pasa el mismo viento. Son citas de honor que concertamos con aquellos seres queridos y amigos que se fueron, dejándonos algo de su propia vida en nuestros pensamientos. Si bien hay un aire nostálgico en los recuerdos, no es menos cierto que la alegría de un encuentro con el pasado, nos obliga a sonreír como si estuviéremos realmente asistiendo a ese reencuentro. Esta fría mañana invernal, mientras caminaba por una de nuestra calles céntricas, me vino a la memoria aquel coro liceal del año 1957, cuando el Maestro de Música JOSE AGUSTIN PERI, arrancaba las notas del piano, en ese mismo salón que hoy lleva su nombre desde el 6 de noviembre de 1980- Y en ese cantar fresco de la estudiantina, se aparece la figura elegante de aquel compañero que fue FERNANDO FEOLA. Su voz maravillosa resplandecía no solo cuando cantaba el “solo” del Himno Nacional o el Himno a Rocha de José Ribot, sino también cuando interpretaba magistralmente aquella canción húngara titulada “Alma de Dios” sublime en las voces de tantos célebres tenores como Anselmo o Kraus.- Fernando que se fue joven de esta vida, supo arrancar aplausos de admiración en aquellos lejanos tiempos que muy pocos recordamos. El Maestro Peri, compositor y artista de tantas cosas lindas que sucedieron en la romántica Rocha, llegó a estos pagos procedente de Minas allá por el año 1927 y se nos fue en un frio mes de agosto de 1967.- Lo recuerdo con su cajetilla de cigarrillos marca “Unión” sin filtro, que tantas veces me obsequió generosamente. En distancias de tiempos , hay un liceo que permanece , pero no igual que aquel que conocimos en los años cincuenta. Aquel orlado de transparentes en su límite con la canchita de los deportes y que tenía un amplio patio con entrada por Lucio Sanz y Sancho , donde hoy se han construido nuevos salones. Eran años de abundancia , cuando la Educación Física no era materia obligatoria y los profesores Rivoir y Oscar Píriz impartían disciplinas de gimnasia y atletismo. Cuando Araújo y Echeverría eran los responsables de mantener todo en orden en la canchita y no habían termofones para bañarse con agua tibia, sino que eran calentadores que funcionaban con alcohol azul.- Todo marchó en aras del progreso, desde el viejo y destartalado cachilo de Pepito Correa,profesor de Geografía, hasta aquella galantería que los muchachos empleaban para cotejar a las bellas estudiantes .-Nos quedamos con el recuerdo y con el mensaje a estas nuevas generaciones, que quizá, no logren entendernos.- Pero así son las cosas y la vida sigue su curso…
MARIO CORBO DE LEON.-

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