martes, 20 de agosto de 2013

Grompone y una serie de ideas para invertir en biotecnología


Tiene su ciencia

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El ingeniero Juan Grompone dijo que el desafío de Uruguay es innovar en biotecnología, y llamó a modernizar las estructuras académicas y fomentar la inversión. Para Grompone, el BROU debe otorgar “crédito de riesgo” para apostar a la innovación, y las universidades tienen que actualizarse, permitiendo la movilidad horizontal y flexibilidad en los estudios.
El ingeniero, desarrollador y emprendedor en el área informática, Juan Grompone, repasó cuáles fueron los motivos por los que Silicon Valley fue la sede de la revolución electrónica, y propuso que Uruguay pueda liderar el crecimiento en el terreno de la biotecnología.
Grompone disertó en la conferencia sobre Innovación e Investigación, organizada por el Frente Líber Seregni, y de la que también participaron el ex rector de la Universidad Rafael Guarga, la ex ministra de Educación María Simon y el ingeniero y empresario Nicolás Jodal, en la que se analizaron experiencias exitosas en materia de educación, tecnología e innovación en otros países, y reproduce el portal Uypress.
Grompone recordó que Silicon Valley está en California, un estado que, por sí solo, representa la quinta economía del mundo, y que los bajos costos de los ordenadores favorecieron la instalación de empresas de garaje. Para el disertante, esta experiencia es ahora imposible de copiar, pero sí puede servir como inspiración para el futuro.
Sin embargo, llamó a corregir algunos errores que imposibilitan que Uruguay pueda hacer punta en innovación. "En nuestro país no hay inversores de riesgo; no existe tal negocio", dijo."No conozco a nadie que diga ‘voy a invertir en cosas arriesgadas, sabiendo que voy a perder en casi todas, pero en una voy a ganar', y agregó que la Universidad de la República no fomenta la innovación ni los negocios. "En toda mi carrera, las palabras precio, costo, trabajo, jamás existieron, en ninguna materia", señaló Grompone.
"¿Qué se hizo en Uruguay para fomentar la innovación y la investigación?", se preguntó. "Se crearon comisiones administradoras de recursos para la investigación y la innovación. Quiero recordar dos de ellas: el CONICYT y la ANII. La primera la conozco prácticamente desde sus comienzos, e incluso presenté proyectos".
Para Grompone, las agencias "tienen poco dinero", y "fomentan más la ciencia que la tecnología", y, para complicar el panorama, nuestro país "no cuenta con "un sistema de patentes eficiente. Eficiente quiere decir que tenga convenios con otros países, de modo que la patente uruguaya tenga peso en otro lado. Si eso no sucede, lo que hay que hacer es patentar en Estados Unidos, lo cual es carísimo. Además, no hay mercado de valores y por lo tanto, desde mi punto de vista, es imposible la presencia de la figura del inversor de riesgo".
Grompone opinó que, "pensar que hacia 2025 los recursos que hoy se están volcando a la electrónica se vuelquen a la biotecnología da una oportunidad, abre una ventana de tiempo para aprovechar". En ese sentido, opinó que el Banco de la República debe crear una línea de crédito de riesgo.
"El capitalista de riesgo es una función esencialmente bancaria y esencialmente de riesgo, de juego, como una ruleta. Una agencia, como el CONICYT o la ANII, no lo evalúan como un negocio; no tienen por finalidad ganar dinero; un banco y un capitalista de riesgo sí tienen esa finalidad. Por lo tanto evalúan los proyectos de una manera muy distinta. Yo quiero un capitalista de riesgo que evalúe si el proyecto sirve para ganar dinero, no si es viable o sirve para el país, como hacen estas agencias", estimó, y subrayó que las líneas de crédito "deben ser razonables, adecuadas, no una miseria".

En cuanto a las universidades, dijo que deben modernizarse, convirtiéndose en carreras organizadas por créditos, y que requieren de la existencia de un campus que permita la movilidad horizontal. "No sabemos cuáles serán las áreas nuevas. Si queremos formar un biólogo, que al mismo tiempo sepa matemáticas, electrónica o cualquier otra cosa, necesitamos que esos locales donde se estudia estén muy cerca. Para eso se necesita un campus, y esto no ocurre en ninguna de las universidades, excepto las que son muy chicas y tienen un solo edificio. Las que tienen más de un edificio no poseen el concepto de campus y están a bastante distancia. Pienso, por ejemplo en la ORT; ni que hablar de la UdelaR, que está totalmente dispersa y no tiene ninguna tendencia a no seguir estándolo", manifestó.
También aconsejó flexibilidad en los estudios, como "única manera de sostener la innovación, (...) porque los estudios son suficientemente flexibles como para adaptarse a lo nuevo que va apareciendo".
Grompone señaló, además, que los centros de estudio deben apuntalar la creación, enseñar la administración de los negocios y fomentar las patentes. "Que el resultado de la investigación sea una patente y no un paper. El paper es todo lo contrario: es algo que se publica, todo el mundo lo conoce y alguno lo usa... y de repente lo convierte en una patente. Este creo que es un punto esencial: modificar esa manera de concebir la universidad. En ese sentido, las universidades nuestras siguen siendo del siglo XIX", señaló.
Subrayó, finalmente, que el país debe estar preparado para la biotecnología, en un sentido amplio. "Hay que dejar de pensar que la biotecnología solo sirve para mejorar la producción agropecuaria. Va a servir para toda la producción; para hacer medicamentos, materias primas y todo lo que venga. Tenemos que dejar de pensar la biotecnología de manera estrecha. Posiblemente su futuro pase por temas que hoy ni imaginamos; los que imaginamos, seguramente no sean", subrayó.

Montevideo Portal

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