domingo, 25 de agosto de 2013

Preocupa al gobierno un eventual quiebre del Pit y avance disidente

Puja en sindicatos. Los radicales dicen que se fortalecieron

El Poder Ejecutivo sigue con preocupación las señales de quiebre y disidencia en el Pit-Cnt. Teme que emerjan y avancen liderazgos que adoptan posturas combativas.

Por Arotxa
P. Melgar/G. Terra/J.P. Correa
 
El País
 
Las divergencias en el Pit-Cnt, evidenciadas esta semana cuando se produjo un virtual "empate técnico" entre los gremios a la hora de votar un paro general, llevan al gobierno a "observar con detenimiento" los movimientos en la interna sindical ante el temor de un aumento de "pujos conflictivos" y el crecimiento de un "ala dura" y "combativa".
Altas fuentes del Poder Ejecutivo dijeron a El País que "llamó la atención", en particular, cómo en el reciente conflicto en Salud Pública que derivó en la ocupación del Hospital Vilardebó y un centro asistencial en San José, la Federación de Funcionarios de Salud Pública no tenía, al comienzo, una plataforma de reivindicaciones.
A juicio del gobierno, había motivaciones políticas detrás de sus protestas. A nivel oficial se reconoce que en el caso del conflicto de la Educación había reivindicaciones salariales legítimas, pero se interpreta que el sindicato de la Salud Pública buscó debilitar al directorio de ASSE y fortalecer allí al delegado de los trabajadores, Alfredo Silva, considerado como "una piedra en el zapato" para el gobierno.
Por otro lado, se interpreta desde el gobierno que también hubo una movida hacia la interna del Pit-Cnt para fortalecer el posicionamiento del dirigente de la bebida, Richard Read, quien tuvo un rol protagónico como articulador en el conflicto. Read lidera una corriente de opinión -en crecimiento- contraria a la mayoría de la central obrera y combativa hacia el gobierno.
El Ejecutivo ve conflictos que escapan al control de la cúpula de la central, con medidas "desproporcionadas" y nuevas corrientes nutridas de dirigentes jóvenes e inexperientes que "desconocen el valor de la unidad de acción". En el gobierno se teme que haya más acciones "desproporcionadas" en el futuro y se apela a la "cautela".
Los gremios más combativos, sin embargo, se felicitan por haber sumado a sus posiciones sindicatos de otras corrientes internas del Pit-Cnt que comparten su diagnóstico en cuanto a que con esta Administración los intereses de los trabajadores ya no son tan contemplados.
Oscar Groba, exdirigente sindical y hoy diputado oficialista, dijo a El País que en el gobierno se ve "con mucha preocupación lo que está pasando" porque, a su juicio, un sector minoritario de los sindicatos, en su mayoría públicos, con el apoyo de algunos del sector privado, no valoran las mejoras que obtuvieron con los gobiernos del Frente Amplio.
En la otra vereda, José Lorenzo López, el secretario general de Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE) dijo a El País que los sindicatos combativos esperan al menos dos meses "movidos" más y que buscarán dar una "pelea centralizada". "La votación de esta semana tiene más de una lectura. Antes había una abrumadora mayoría a favor de los paros parciales y en contra de los generales cuando se votaba. La votación era 40 a 6 o a 7. Ahora está claro que se sumaron a nuestra visión gremios de todas las corrientes", aseguró López.
El jueves pasado, la Mesa Representativa del Pit-Cnt decidió con 25 votos favorables realizar un paro general parcial en septiembre pero lo novedoso fue que la opción de un paro de 24 horas fue apoyada por 23 gremios, algunos de los cuales, como COFE, igual impulsarán una paralización de toda una jornada.
"Hay que discutir cuál va a ser el relacionamiento de los sindicatos con el gobierno de izquierda. Está claro que el gobierno progresista no es lo mismo que la derecha pero durante esta administración no se votó ninguna ley para los trabajadores y otras vigentes no se han aplicado. Y en materia salarial hay prácticamente un congelamiento. La mitad de los trabajadores de Uruguay ganan menos de $14.000. Hay que profundizar los cambios y se está retrocediendo. El 5% de la población concentra el 20% de la riqueza y no hay instrumento mejor para mejorar la distribución que la política salarial", consideró López. Y se quejó de que "a esto se suma que se sanciona a los que luchan".
Groba ve errada la táctica de los sindicatos más combativos. "Hay algo que es un error en la táctica porque los conflictos en la enseñanza o la salud no generan apoyo en la población y los sindicatos deben evitar quedar aislados", opinó.
"Los trabajadores tienen que analizar que no hay otro gobierno mejor para ellos que el del Frente, que adoptó decenas de leyes para ellos como la del fuero sindical, las destinadas a empleadas domésticas o los trabajadores rurales,", agregó.
Para Groba, se va a volver a una situación de normalidad cuando termine la discusión de la Rendición de Cuentas y los Consejos de Salarios.
Juan Manuel Rodríguez, coordinador del Programa de Modernización de las Relaciones Laborales de la Universidad Católica del Uruguay (Ucudal) reconoció que si bien siempre existieron corrientes en la central sindical algunos gremios han tomado medidas "un poco más intensas de lo normal, incluso antes de la apertura de instancias de negociación, algo que no era habitual". Considera que "la distribución siguió mejorando y el movimiento sindical ha tenido condiciones para su funcionamiento como no había tenido en años". "Sin duda siguen existiendo sueldos bajos pero hubo un crecimiento del salario real que ha sido importante", agregó.

Interna sindical.

Las movilizaciones también generaron enfrentamientos en el seno de los sindicatos. Durante el conflicto de la Educación Pública la Federación Nacional de Profesores de Secundaria (FENAPES) perdió el control de su filial montevideana (ADES Montevideo) que adoptó una postura radical. Esto se reflejó en los liceos públicos de Montevideo donde hubo 22 días de paro contra 7 en el interior.
Lo mismo le pasó a la Federación Uruguaya de Magisterio con su rama capitalina, Ademu. La federación decidió 4 paros pero Ademu resolvió 15 e incluso ocupó dos escuelas, algo sin precedentes.
El gobierno no quiso recibir a ADES Montevideo para negociar temas salariales con el argumento de que sus interlocutores deben ser la federación nacional o la Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza del Uruguay. El sindicato montevideano sostuvo en un comunicado que Fenapes "fustigó la lucha de su filial capitalina y, sin embargo, se apropió del fruto de esa lucha" y cuestionó a su secretario general, José Olivera, que tiene el mismo cargo en la coordinadora.
Hay un trasfondo político-partidario. La mayoría de los dirigentes de las organizaciones que conduce Olivera integran el Partido Comunista o la Vertiente Artiguista en tanto que el gremio montevideano está controlado por sectores radicales.
Hace dos años la Federación de Funcionarios de Salud Pública conformó una agrupación sindical, la llamada lista 41, de perfil más opositor al gobierno. COFE se sumó a ese agrupamiento y disputa espacios al Partido Comunista y a los moderados cercanos al gobierno de Articulación. Read, que integró Articulación, comenzó a coordinar actividades con la lista 41 y medió en el conflicto de la salud.

Pereira: "De un lado estamos los que vemos un gobierno de izquierda; no soy neutral"

El coordinador del Pit-Cnt, Fernando Pereira, reconoció que hay dos visiones en la central obrera. "De un lado estamos los que sostenemos que hubo avances muy importantes en la agenda de derechos y que desde 2005 se han votado más de 30 normas que favorecen a los trabajadores. No obstante, hay otros que califican al gobierno de neoliberal. Para mí no es así. Para mí el ministro de Economía es de izquierda y yo en esto no soy neutral, es normal que haya una sintonía porque somos todos de izquierda, prefiero esta contradicción a los años `90 cuando estábamos siempre resistiendo", enfatizó el dirigente. Pereira ve natural las pujas de poder en los sindicatos y no las consideró negativas si no afectan la unidad. "Lo que no se puede admitir es la descalificación, el insulto. Cuando se apela a eso no hay ideas", sostuvo. Y recordó que advirtió el pasado jueves que decisiones como paros o plebiscitos no deben ser tomadas por uno o dos votos. "Se hizo un gran esfuerzo por unificar a los sindicatos uruguayos", recordó.
De todas formas, consideró que los sindicatos que impulsaron un paro general en septiembre no tienen actitudes "divisionistas" y señaló que consultaron si los estatutos de la Central permitían adoptar medidas de más alcance que las impulsadas por mayoría. "Pidieron autorización y se concedió porque está autorizado. Ya se ha hecho, aquí no hubo desacato", dijo.
Pereira dijo que más allá de la "sintonía", el Pit-Cnt es una de las centrales de trabajadores que más se ha movilizado contra los gobiernos progresistas.

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