lunes, 23 de septiembre de 2013

OLGA AGUIAR Y ARTURO ALZATE DOS GRANDES ROCHENESES RECONOCIDOS CON LOS PREMIOS ÁGUILA BLANCA

El Este

 


Edil Rosana Piñeiro
            El pasado 19 de setiembre, a 177 años de la batalla de Carpintería,  tuvo lugar en el Rocha Athletic Club  la tercera edición de los premios Águila Blanca, un reconocimiento que otorga la Comisión Departamental del Partido Nacional a la trayectoria en defensa de los ideales del Partido, o en palabras del Secretario de la Comisión, Juanjo Amorín:  “a quienes han sido guardianes, intérpretes e impulsores de los principios; y a aquellos que dan brillo a nuestra colectividad, a los que han dado todo por el Partido, y en especial a los que nada le han reclamado para sí”.

         El acto contó con la presencia del Presidente del Directorio, Luis Alberto Heber, el Diputado por el Departamento Mtro. José Carlos Cardoso, Ediles Departamentales y una numerosa concurrencia que acompañó a los homenajeados en lo que fue un justo reconocimiento a su importante labor en nuestra sociedad.


La Comisión Departamental, como en los años anteriores, tomó unánimemente la decisión de destacar en este homenaje a dos grandes compañeros: Don Arturo Alzate y la Prof. Olga Aguiar Silvera de Arrarte, reconociendo de este modo la deuda que el Partido tiene con ellos y su obra en nuestra sociedad y agradeciendo todas las horas de su vida que han entregado a la causa que nos une: la de hacer de nuestra patria un mejor lugar para todos.
El Dr. Milton Corbo fue el elegido para ilustrar a los presentes sobre la trayectoria de Olga Aguiar, especialmente por haber integrado junto a ella la Bancada de Ediles del Partido Nacional en los primeros años de la restauración de nuestra democracia. Además de su tarea en el Legislativo, Milton señaló el valor de Olga como pilar de una familia, su trabajo como docente, y su importante rol en la Comisión de Patrimonio desde donde ha realizado numerosos aportes a nuestra comunidad. Por su parte, José Carlos Cardoso fue el encargado de referirse a la figura de Don Arturo Alzate y sus importantes aportes a la comunidad de  Villa Velázquez. Arturo fue Edil Local en varias oportunidades, pero como decía José Carlos, “su primera tarea era con la sociedad, luego en segundo lugar venía lo partidario”. Doy fe de ello: crecí viendo a Arturito (así le llamamos todos, cariñosamente) colaborar con todo emprendimiento que se planteara en la localidad, desde las comisiones fomento de la Escuela 35, los festivales a beneficio para quien los estuviera necesitando, hasta el Club de Abuelos, para el que donó el terreno y ayudó a construirlo.
Ambos, Olga y Arturo, dos grandes personas, dos gigantes de los que nos enorgullecemos al contarlos entre nuestros compañeros, dos Blancos que supieron trabajar, como decía Herrera, en el sitio de los dirigentes: “fuera de los muros, en la calle, en las tribunas, al lado de las multitudes, para comprenderlas y ser por ellos comprendidos”.
Una muestra de lo que ambos han sabido sembrar es que esa noche hubo mucha gente acompañándolos, la mayoría Blancos, compañeros de lucha, pero muchas otras personas que -quizás sin compartir nuestros ideales nacionalistas – se acercaron porque consideraban justo este reconocimiento para ellos. Y lo más importante: allí estaban también sus familias, siendo testigos de este agradecimiento en forma de Águila Blanca, como fueron testigos también durante tantos años, de cada esfuerzo de ellos dedicado a nuestra causa.  


Olga Aguiar, compartió con nosotros anécdotas y vivencias, que conmovieron a los oyentes. Explicó que al enterarse de este reconocimiento, decidió buscar en su memoria qué habría hecho ella para ser merecedora del mismo, y así nos relató su relación con el Partido Nacional, desde sus primeros recuerdos políticos, hasta las tareas más cercanas en el tiempo, como el ordenamiento de una importante cantidad de papeles de Wilson Ferrerira Aldunate, décadas de historia de nuestro Partido.
Entre sus primeros recuerdos políticos, nos narró una anécdota de su infancia que reproduciré textualmente: “En aquella época (1933), el portón de la cárcel se mantenía abierto, como estaba abiertos los zaguanes de todo el barrio, y los niños del lugar jugábamos en la vereda. Y muchos en la vereda de la cárcel. Nunca nadie nos dijo “no pueden estar ahí”. Pero llegó un momento en que sí, nos dijeron: “no vayan a la puerta de la cárcel”, y además se comentaba de que alguien se había caído, y yo pensaba – porque todo el mundo lo repetía -  “pobre señor Terra, qué golpe se habrá dado, porque toda la gente hablaba del golpe de Terra”.
Nos dejó además un obsequio, que lucirá a la brevedad en las paredes de nuestra casa del Partido Nacional: una lista, una hoja de votación de los comicios de 1931 encabezada por Javier Barrios Amorín y José A. Ribot, junto a muchos otros rochenses.
Para finalizar, no nos queda más que agradecer una vez más a Olga y a Arturo, por todo lo que significa para nosotros caminar junto a ellos, y decirles que al igual que quiénes homenajeamos en la ediciones anteriores, Carlos Julio Pereyra, Artigas Bentancur y Nélida González, ellos son referentes para la tarea cotidiana de quienes trabajamos bajo las mismas banderas. 




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