domingo, 13 de octubre de 2013

SEMBLANZA Por Oscar Bruno Cedrés : SERVANDO “Tito” GONZALEZ



Escritor y periodista Oscar Bruno Cedrés


Familia insigne de nuestro fútbol, los González; desde el treinta y hasta ahora, algún familiar directo juega en el más popular de los deportes.

En el Wanderers del treinta y como No. 2 jugaba Don Servando González, luego vendrían sus hijos, Servando, Juan María, Mario y Víctor, que serían estrellas desde los cuarenta hasta los setenta, para venir la tercera generación aquella de la Juanita González, Mario Ureta, el gran Pedro Cardoso, los nietos de don Servando y doña María Longeau.

La familia vivió y vive en la emblemática esquina de las hoy calles Hnos. González Longeau y Luis Alberto Muñoz, si allí enfrente al tempo del fútbol, El Tenis.

De esa familia de cracks y campeones era el “Tito” Servando González, uno de los más grandes estrategas que tuvo nuestro fútbol. En Rocha siempre vistió la casa del equipo de los Tres Barrios, el Lavalleja, con el que fuera campeón de Rocha en varias oportunidades, siempre como “insider”, por la derecha o por la izquierda.

Fue de los cerebros de los títulos de campeones del Este del 50, del Quinquenio y también el del Interior del 54.

En el 50 con el “Ñato” Demicheli como golero, con el “Rata” Muñoz, con el “Verdulero” Acosta, con el “Canario” Roberto Gonzalvo, con el “Tábano” López Delgado, con Justo Aguirre, con su hermano Juan María González, entre otros.

En el Quinquenio y el título del Interior estuvieron como compañeros de éxitos el “Nito” Vera, Fernando Aléman, el “Bitoto” Larrea, Roberto Acosta, Mario Rivas, “Pochocho” Fernández, el “Chueco” de Souza Rocha, el “Cholo” Pérez, la “Vieja” Vilizzio, y otros que ya habían estado en el 50 como Luis Alberto Muñoz, el “Viejo” Aguirre, Roberto Gonzalvo, el “Nino” González, “Castrito” Longeau.

Servando además por parte de su madre, era primo de grandes jugadores de esos tiempos, los Longeau, el Vina campeón del Este con Rocha y Maldonado, Florencio Enrique, “Castrito” otro de los héroes del quinquenio y del interior del 54 y el “Mingo” Eduardo, campeón del Este del 63.

Cuando la década del cuarenta fueron varios los jugadores de Rocha que marcharon a Montevideo a probar suerte en distintos equipos del profesionalismo, así surgen los nombres de Roberto Acosta a Nacional, de Ramón Larrea al Montevideo Wanderers, de Waldemir Vilizzio también a los tricolores, Roberto Gonzalvo, Luis Alberto Muñoz y Servando González, los tres que van juntos al Peñarol.

El año 1949 fue el de preparación del seleccionado uruguayo que iría al año siguiente a jugar la Copa Río Branco y luego el famoso Mundial de Maracaná a Brasil.

Año el 49, de mucho agitar, la huelga de jugadores, los tires y manejos de dirigentes de los grandes por poder colocar un director técnico que respondiera a sus intereses clubistas, el que terminaría siendo el de la famosa “Escuadrilla de la muerte” aquella delantera que formara el Club Peñarol, base del título del mundo, integrada por Ghiggia, Schaffino, Miguez, Hobberg y el “Patrullero” Vidal, que al final del mismo sería abrumador su supremacía ganando todos los torneos con títulos de invicto, con record de goles, dirigidos por el recordado húngaro Emerico Hirschl.

A ese Peñarol fueron a probar suerte los tres muchachos del Barrio Machado, del Lavalleja, del seleccionado de Rocha, González, Muñoz y Gonzalvo.

Se instalaron en una pensión a la que los llevaron los dirigentes de Peñarol, y que estaba cerca de la entonces sede de los carboneros en la calle Maldonado.

Condiciones futbolísticas les sobraban a los tres para quedar, para jugar en el primero de Peñarol, según dicen Luis Alberto Muñoz podría haber sido el titular como No. 3 en lugar de Possamai que ya venía en la final en los aurinegros.

Al comenzar el ciclo del húngaro Hirschl al frente de Peñarol en su primera práctica con el plantel de primera división en Las Acacias, el domingo 8 de mayo del 49, alistó dos equipos, uno, el rojo, conformado por Roque Máspoli, el golero campeón del mundo, Spósito (que luego dirigiría la selección de Rocha) y Possamai; Juan Carlos González, César Rodríguez y Ortuño, el “poroto” Britos, otro de los campeones de Maracaná, Sacco, SERVANDO GONZALEZ, Mengler y Cuevas

Enfrente, el azul, integrado por Flavio Pereyra Nattero, el paraguayo Hugo y Luis Alberto Miramontes; Colturi, Del Horno y Etchegoyen, “solito” Ortiz, el cordobés Juan Eduardo Hohhberg, Oscar Omar Miguez, Juan Alberto Schiaffino y Ernesto Vidal, estos cuatro últimos campeones del mundo en Maracaná.

En el segundo tiempo de la práctica ingresó Alcides Edgardo Ghiggia en el equipo azul, el autor del gol del triunfo del 50.

Con esa constelación de estrellas campeonas uruguayas y mundiales y con la dirección técnica del famoso Emérico Hirschl, jugó ese partido de práctica el rochense Servando González.

Los tres jóvenes rochenses podrían haber quedado, porque estuvieron presentes en algún otro partido de práctica, inclusive el diario El País publica una foto de los tres vistiendo la casaca de Peñarol, cosa que por entonces no era para cualquier jugador, pero nunca se supo que pasó, y los tres volvieron a sus pagos donde siguieron su carrera futbolística, con gran suceso, el que llevara a que Gonzalvo fuera nuevamente a Peñarol y quedara por muchos años, y Luis Alberto Muñoz a Rivera donde fuera campeón del Norte con la celeste riverense.

El “Tito” Servando, siguió dando cátedra con la celeste en el pecho por todos los campos de juego del este y del interior, acaparando títulos de campeón

A ese estratega, táctico y habilidoso jugador del barrio José Machado, de familia de alcurnia futbolera va nuestra semblanza del día de hoy.

OCTUBRE/13- Oscar Bruno

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