jueves, 7 de noviembre de 2013

Cuatro muertos por "descontrol policial"

Instituciones de DD.HH. denuncian escalada represiva; LA oposición descontrol


En las últimas dos semanas distintos procedimientos policiales terminaron con cuatro muertes. La oposición habla de descontrol en la policía y el Instituto de Estudios Legales y Sociales del Uruguay denuncia sistemáticos abusos en Santa Catalina.

Juan Pablo Correa
El País
 
La represión de un motín en el Comcar y actuaciones policiales en el departamento de Canelones y en Santa Catalina derivaron en cuatro muertes en menos de un mes que llevaron a que estén siendo investigados diez agentes.
El lunes el joven Sergio Lemos, de 18 años, fue muerto por un agente policial de la Guardia Republicana que le disparó nueve veces. El efectivo investigaba una rapiña en el "Almacén 28" y disparó luego que el joven, que se desplazaba en moto, no hiciera caso de su voz de alto. El joven estaba desarmado y no había participado en la rapiña.
Por otro lado, el martes 5, un policía dio muerte a un delincuente que huía en una camioneta robada. El agente fue enviado a prisión por la Justicia de Pando. El fallecido es un joven de 20 años que el domingo 3 junto a otros dos hombres, habría robado a mano armada a un hombre una camioneta, una notebook y algo de dinero, dijeron a El País fuentes policiales. Este joven muerto tampoco estaba armado
El 22 de octubre murieron dos reclusos del Comcar por disparos hechos por siete miembros de la Brigada de Traslados de la Guardia Republicana. Los funcionarios son investigados por la Justicia. El comisionado parlamentario, Álvaro Garcé, dijo que "pudo ser una masacre".
En el caso de Santa Catalina y en el del Comcar el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, debió modificar su versión inicial de los hechos.
En el primero de los casos manejó inicialmente que Lemos estaba armado y disparó al policía que lo mató. Luego admitió que estaba desarmado y que los policías "plantaron" un arma, aunque la Justicia, si bien el revólver existe, no confirma aún que hubiera una intención por parte de los policías (ver nota página A7).
Y en el caso del Comcar la primera versión desde la Policía aseguraba que las muertes de los presos se debían a "ajustes de cuentas" entre los reclusos. Luego se demostró que las muertes fueron causadas por munición policial.
Instituciones que defienden los derechos humanos hablan de un "estado policial desbocado". El Instituto de Estudios Legales y Sociales del Uruguay (Ielsur) emitió un comunicado en el que afirmó que el operativo policial en Santa Catalina se caracterizó "por la desproporción" y alertó sobre "lo paradigmático que resulta este procedimiento realizado en un barrio montevideano que denunció y demostró abuso policial recientemente". La institución consideró "una ejecución" la muerte el lunes por la noche de Lemos. Luis Pedernera, de Ielsur, dijo a El País que en agosto fueron detenidos tres jóvenes por la policía, conducidos a la seccional y sometidos a malos tratos. Uno de los jóvenes recurrió a Ielsur y presentó una denuncia penal. El forense confirmó que había sido golpeado. El Ministerio del Interior aún no terminó con el sumario correspondiente y la investigación administrativa, pero trasladó a otras tareas a los policías involucrados.
"Ese no fue el único caso que involucra a policías en abuso hacia vecinos. También está el caso de unos vecinos que prestaban asistencia a accidentados en una moto e intervino la Policía, disparando e hiriendo a una niña que recibió un impacto en una pierna. La familia denunció a los policías y desde ese momento ha recibido amenazas muy graves. Son casos que demuestran un accionar policial basado en el abuso", sostuvo Pedernera.
"Siempre la versión policial difiere de lo que luego los hechos demuestran. En el caso de los muchachos golpeados se había tratado de desacreditar su versión y hacer pesar la oficial. Lo más grave es que todavía, en el fondo, subyace la idea de que si es un delincuente les está todo permitido. La Policía no puede ejercer la violencia como se le antoje", advirtió.
El integrante de Ielsur dijo que es llamativo que el asesinato de Lemos ocurre "en la misma comunidad que hace dos meses denunció el maltrato policial". "Esto lo encadenamos con una lógica represiva que pide mano dura, y detrás de la mano dura se legitiman ciertas prácticas policiales como estas que terminan con una persona muerta", agregó el activista.
Enfatizó en que el rol de la policía "debe estar subordinado al control civil y político" y señaló que la sociedad "debe debatir cómo debe gestionarse la seguridad pública".
Ielsur había sostenido en un comunicado conjunto con el Servicio Paz y Justicia que "algunos errores legislativos y de gestión en el Ministerio del Interior son los que han fortalecido las bases de este estado policial desbocado al que asistimos".
En la oposición, algunos líderes consultados hablan de una situación de descontrol en la policía. El diputado nacionalista y precandidato presidencial Luis Lacalle Pou pidió "serenidad" al gobierno, "respeto al dolor de los familiares" y que el ministro Bonomi "actúe profesionalmente y no siembre dudas dando versiones que cambian". También pidió investigar "al máximo", la actuación policial y separar a quienes protestan legítimamente "de otros grupos ajenos a reclamos legítimos". "Hay que actuar con mano firme contra la delincuencia pero la mano debe ser justa y hay que tratar de evitar excesos", sostuvo el legislador.
El senador Jorge Larrañaga, también precandidato blanco dijo que quiere "delincuentes presos y no inocentes muertos" y atribuyó lo ocurrido a que la policía "no ha sido profesionalizada, está mal pagada y sin contralor". Y el gobierno "no tiene ideas, no sabe buscar el orden con rigor y con la Constitución en la mano".
"Al presidente le pasa que habla apresuradamente y también eso le pasa al ministro. Esto no va precisamente en la línea de calmar los ánimos", comentó. Pero se abstuvo de pedir la dimisión de Bonomi. "Queremos cambiar al gobierno, que no sabe conducir la seguridad pública y que se vaya un ministro no es enteramente relevante", explicó. Pero lo acusó de "hablar sin conocer exactamente los hechos".
Otro precandidato blanco, el senador Sergio Abreu, consideró que "hay un problema interno fuerte en la policía porque hay una ruptura de la cadena de mando". En su opinión, "sería bueno" que el ministro Bonomi dejara su cargo para "oxigenar" el gabinete y "porque está muy desgastada la situación interna".
"Falta capacitación adecuada y la policía actúa sin mucha orientación y sin mucho control. La policía debe tener respaldo pero también exigencia", consideró. Y advirtió que en Santa Catalina "hay elementos que potencian la confrontación y se había preparado una situación de enfrentamiento". Atribuyó responsabilidad al ex dirigente tupamaro Jorge Zabalza.
El senador colorado Ope Pasquet, dijo que "se puso de manifiesto un exceso inadmisible y alarmante de la fuerza pública que terminó en un ataque alevoso a una persona desarmada" y pidió al Poder Judicial una investigación "completa". "Esto, junto con el motín en el Comcar debe suponer una luz roja muy fuerte para el Ministerio del Interior porque se está actuando de manera absolutamente reñida con la ley, lesionando el primero de los derechos, que es el derecho a la vida", advirtió.
Y agregó que Bonomi "no sabe exactamente lo que pasa" en su ministerio por lo que da información "distorsionada y errónea". "Esto no se resuelve con exhortaciones a la policía para que cambie su forma de actuar, sino con más ahínco en su formación", opinó.
Los legisladores esperan ahora la comparecencia de Bonomi la próxima semana en el Parlamento.
El senador colorado, José Amorín, pidió que se deje actuar a la Justicia y envió un mensaje en su cuenta de Twit-ter: "La indignación en Uruguay: policías se abusan de la pobreza; Santa Catalina es zona liberada, Bonomi primero arroja dudas sobre la víctima". Y en otro mensaje el legislador y precandidato presidencial escribió: "Al joven asesinado en Santa Catalina se le plantó un arma. Si Bonomi fuera blanco o colorado, ¿ Cuánto duraba en el cargo? Lamentable".
El diputado oficialista Daniel Caggiani defendió al ministro y escribió en la misma red social: "Mi total apoyo al ministro Bonomi y su equipo en la gestión del Ministerio del Interior. Se debe investigar y sancionar a los culpables".
El presidente del Partido Independiente, Pablo Mieres, dijo estar "muy sorprendido por el nivel de incertidumbre y las versiones contrapuestas" y que si "se comprueba una situación irregular debe caer todo el peso de la ley". Mieres cuestionó al presidente José Mujica "por hablar demasiado, debería tomar más distancia" y consideró que "hay en el Ministerio del Interior una pulseada interna muy importante porque hay resistencias a la transformación institucional de quienes tienen malas costumbres".
"Yo siento que le faltan piezas al puzzle. Si se fuera el ministro habría motivo de festejo de sectores que se portan mal", advirtió. También apuntó a que hay sectores radicales "que quieren patear el tablero".

"Que dejen entrar a la Policía"

"Queremos pedirle al barrio que para mañana (por hoy) dejen entrar a la Policía para que realice la reconstrucción y se aclare lo que le hicieron a mi hijo", pidió ayer Enrique Lemos, padre del joven ultimado en Santa Catalina por un agente.
En una concentración de unos 300 vecinos portando velas encendidas frente a la Terminal de Santa Catalina, López señaló que esa era la única forma que se podía hacer justicia.
La madre del Sergio Lemos, Graciela López reiteró los dichos de su esposo. "Queremos que entre la Policía para que se resuelve toda y los testigos sean notificados. Están diciendo cosas que no son. A mi hijo le pegaron un tiro y dice que él disparó primero", dijo.
La manifestación aplaudió a la madre y luego corearon la palabra Justicia por unos minutos.

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