viernes, 10 de enero de 2014

“FREE-SHOPS”: UN SISTEMA CON MUCHAS BONDADES. Por Julio Dornel

                                                     Escritor y periodista Julio Dornel

                                                Empresario Carlos Calabuig

El 25 de abril del año 1986, la prensa nacional confirmaba el anuncio formulado por el presidente de la República, Dr. Julio María Sanguinetti, decretando la exoneración del pago de determinados impuestos a los bienes y mercaderías importados para su enajenación en las ciudades en las ciudades de Rivera y Chuy. El acuerdo también fue rubricado por los Ministros de Economía y Finanzas y Turismo, Cr. Ricardo Zerbino y Dr. Eduardo Silvera Lima, apuntando a promover la actividad económica en las zonas de frontera y ofrecer estímulos a los turistas. En su primer momento fueron elegidas las ciudades fronterizas de Chuy y Rivera por su especial situación económica y geográfica para la aplicación experimental de estas medidas. Superando las dificultades iniciales los establecimientos habilitados fueron creciendo en forma vertiginosa extendiéndose la medida a otras fronteras de nuestro país. De esta manera se ha logrado incentivar el desarrollo zonal, cambiándole la fisonomía edilicia a la ciudad y generando una corriente turística muy importante, que generó desde el primer momento una fuente de trabajo largamente reclamada por las fuerzas vivas de esta ciudad. Para Carlos Javier Calabuig (Presidente de la Asociación) “estamos muy conformes con el movimiento que se viene registrando, teniendo en cuenta que hace 10 días no sabíamos cómo iban a repercutir las medidas adoptadas por el gobierno argentino. Debemos considerar sin embargo que el volumen de consumo es inferior a la temporada anterior, notándose en cambio una afluencia superior de turistas. También debemos tener en cuenta que las devaluaciones brasileñas están equiparando algunos precios, mejorando en forma sustancial el movimiento comercial, fundamentalmente en los rubros vinculados a la canasta familiar, generando una competitividad que es buena para los visitantes. Esta situación ha mejorado las fuentes de trabajo en Chui, generando una expectativa que tiende a recuperar el alicaído comercio norteño. Si bien los argentinos están sufriendo las consecuencias señaladas , los brasileños con buen poder adquisitivo vuelcan sus preferencias por los “free-shops” y sus productos importados donde se destacan los perfumes, cosméticos, bebidas y electrónica de buena calidad a un precio sensiblemente menor. Por suerte tenemos un stock suficiente para atender la demanda y sostenerla hasta que finalice la temporada, teniendo en cuenta que este año tenemos un inicio escolar que acorta la temporada en Brasil, aunque en compensación tenemos carnaval en marzo y turismo en abril. Es importante señalar-dijo Calabuig- que estamos en condiciones de sostener una propuesta atractiva, interesante y moderna con precios buenos que tientan a los turistas con productos que confirman las bondades del sistema”.


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