Escritor y periodista Julio Dornel
En una ciudad largamente
postergada, no es extraño que la mujer tenga que enfrentar mayores
dificultades que los hombres para salir de la casa y cumplir otras
tareas laborales. En notas anteriores habíamos señalado que la
mujer fronteriza ha luchado permanentemente para integrar los cuadros
del Rotary Club, del Club de Leones, de las escuelas, del liceo, del
hogar de ancianos, de CAMI, en las oficinas públicas y otras
actividades profesionales. Pensamos que por mandatos tradicionales de
la sociedad, se fue autoeliminando en sus relaciones personales, sin
tomar conciencia de sus propios valores y “pelear” por un lugar
junto al hombre. Es la mujer la que debe demostrar lo que vale para
superar la educación machista y ocupar el sitio que le corresponde
sin salir a competir con el hombre, sino a compartir áreas de
trabajo desarrollando su capacidad.
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