viernes, 9 de mayo de 2014

LOS PADRES DE “BECHO” Por Julio Dornel.

                                                Escritor y periodista Julio Donel




Sobre la vida de “Becho” se podrían escribir varios libros matizando realidades y  leyendas, que integran su abundante anecdotario. Sin embargo las personas más autorizadas para hablarnos  de “Becho”, son sus padres Ángel Eismendi y Herlinda Lovizetto, a quienes entrevistamos en la ciudad de Rocha a  pocos años de su fallecimiento. Pese a la difusión que le hemos dado en otras oportunidades, queremos recordar nuevamente a este extraordinario músico lascanense, que un día abandono sus estudios de abogacía para dedicarse a la música. Para quienes no tuvieron la suerte de conocerlo ni de escuchar su violín, dando cátedra con la sinfónica del Sodre, dirigiendo las mejores orquestas europeas o simplemente en algún boliche de La Barra, les ofrecemos la parte sustancial del mencionado reportaje.
HERLINA LOVIZETTO.
  "Cuando abrió los ojos ya tenía el destino marcado por la música y tan es así que a los tres años cuando comenzó a oír música clásica en nuestra ortofónica y escuchaba a Schubert o Mozart permanecía durante varias horas en completo silencio.Por la noche cuando se acostaba cruzaba las piernas y tarareaba todos los temas que había escuchado, demostrando un oído muy especial para su corta edad. Nació en Lascano, pero fue Montevideo que lo vinculó definitivamente a la música.
El primer violín se lo compramos a un comisario Pintos de Cebollatí. Posteriormente cuando vino un circo a Lascano, los artistas pararon en el hotel de O´Donel y cuando lo escucharon tocar le regalaron un violín de mejor calidad."
Angel Eismendi:
                    "Pudimos observar desde ese momento su inclinación hacia la música clásica también lo tuvimos muy claro que nuestros hijos deberían hacer lo que su vocación les señalara.
Sus comienzos musicales ya con un instrumento lo ubicamos tocando de oído La Comparsita y algunos tangos de Gardel. Su ingreso a la música clásica comienza con Camilo Boronat un maestro valenciano que dirigía la banda municipal y con el cual comenzó sus estudios de solfeo y armonía.Continúa luego en Treinta y Tres con el Prof. José Roselli que había sido integrante de la Filarmónica de Barcelona.Quizás la época más feliz de Becho transcurrió en La Barra con sus amigos. Nuestra casa se había convertido en casa de músicos, pues la mayoría de los integrantes de la orquesta del Sodre se alojaban en una cabaña que teníamos al fondo y disfrutaban durante el verano de una bohemia total."
DOÑA HERLINDA:   "Becho tuvo la virtud de aprovechar las enseñanzas de cada uno de sus maestros. Vinieron luego sus estudios de abogacía que abandonó a los pocos años para seguir su vocación por la música. Buscó siempre el silencio y la tranquilidad de La Barra para “rejuntar” sus amigos de la juventud y regalarles algún tema de aquellos años.Cuando Becho regresa de Europa alquila una casona antigua en la ciudad vieja, en la calle Paraná, entre Juncal y Ciudadela, donde se daban cita todos los músicos de aquel momento, algunos de los cuales se quedaron a vivir por algún tiempo. Uno de esos artistas era Alfredo Zitarroza que de tanto escuchar a Becho con una melodía muy reiterada, resuelve hacerle una letra que denominó EL VIOLÍN DE BECHO".
DON ÁNGEL: “ En 1960 cuando la sociedad comenzaba a quebrantarse , llegó al Uruguay una orquesta venezolana que terminó contratando una cantidad importante de músicos y si bien Becho no viajó nos dijo que estuviéramos preparados porque en la próxima tanda él también se iría del país. No demoró mucho cuándo le llegó el primer contrato para trabajar en Cuba. En esos momentos Fidel Castro iniciaba la transformación de ese país llevando a los mejores médicos, maestros y músicos formando una orquesta sinfónica que Becho la definiría como el Real de Madrid en el fútbol español al haber contratado lo mejor del mundo.”
DOÑA Herlinda:"Vencido su contrato en el 61 se dirigió en barco hasta la ciudad de Hamburgo en Alemania. Fue allí donde culminó sus estudios tras muchas dificultades económicas. Un día se enteró en el Conservatorio que se realizaría un concurso de violín para ocupar una sola plaza y estimulado por sus profesores resuelve presentarse, obteniendo finalmente el primer lugar entre 200 participantes de distintos países."
DON ÁNGEL: “Sin embargo meses antes del concurso debió trabajar duro para sobrevivir puesto que todavía el Gobierno Alemán no le había concedido la beca. Su primer trabajo remunerado consistía en limpiar los rieles de los trenes que permanecían cubiertos de nieve.”

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