lunes, 2 de junio de 2014

DESDE “LA BARRA”. MARGOT MARTÍNEZ. “LA PINTURA ESTABA MUY LEJOS” Por Julio Dornel.







Como todo pintor que hace madurar sus obras, Margot Martínez, va creando cuadros relevantes donde alternan junto a la naturaleza, figuras humanas transitando caminos invisibles y tempestades que le regaló una tarde invernal el atlántico embravecido. Para ello, dejó las comodidades de la ciudad y se fue a La Barra para disfrutar del aire, y del sol en metódicas caminatas. Pero un día se encontró de golpe con el primer pincel.
Enamorada del balneario y poniendo todo su talento en la pintura, ha logrado un número importante de obras, que sin llegar a “empalagar” van cubriendo lentamente las paredes de la acogedora cabaña de la calle Isla de Flores.
Con la misma frescura que maneja los pinceles, nos habla de sus comienzos tardíos en la pintura y los miedos que fueron desapareciendo ante la presencia de las profesoras y la tela en blanco. Luces y sombras que fueron señalando un camino artístico que comenzó a recorrer en el 2007. “Comencé tarde, aunque debo reconocer que siempre me gustaron los pinceles. No descartamos la posibilidad de exponer aunque por el momento estamos abocada a seguir creando y mejorando nuestros cuadros.” Con una fuerte convicción filosófica que le viene de la metafísica y el yoga nos señala que “La Barra es el lugar ideal para toda manifestación artística, teniendo como fuente de inspiración el atlántico con sus misterios insondables y una naturaleza pródiga y generosa para la creación”. Sin la formación académica que “suele” ser importante para el currículo, Martínez la ha suplantado con una profunda sensibilidad que en definitiva es lo que perdura. Imágenes, dibujos, bocetos y las cosas simples del balneario van asomando de sus pinceles, dándole un nuevo sentido a la vida, entre médanos desbastados por el hombre y las olas repetidas del atlántico.

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