domingo, 15 de junio de 2014

OMAR PUIG: EL PROFESOR DE MATEMÁTICA. Por Julio Dornel.

                                            Escritor y periodista Julio Dornel


Los profesores del Liceo de Chuy (1960) Aristimuño, Iglesias  y  Puig.


Cuando nos referimos a los profesores del liceo local, nos resulta muy difícil distinguir el talento y la capacidad personal de cada uno, al manejar con solvencia, responsabilidad y respeto al creciente alumnado que ha buscado siempre en la enseñanza, la posibilidad de encontrar un sendero nuevo para su crecimiento personal. En la nota de hoy nos vamos a detener en la personalidad del profesor Omar Puig, a quien nuestro trabajo en la secretaría del liceo, nos permitió conocer en profundidad a un gran idealista, donde su bonhomía dejaba traslucir una auténtica modestia, que volcaba diariamente en clases memorables que todavía recuerdan sus alumnos. Sin embargo bajo aquella aparente severidad existía un profesor comprensivo y generoso que también supo tomar decisiones importantes cuando las tempestades conocidas amenazaron la enseñanza. Llegó a Chuy en 1956, cuando el liceo transitaba por sus primeros años, con un creciente alumnado y la carencia natural de profesores que trabajaban en forma honoraria durante los primeros años. En la década del 60 participa en un concurso de oposición como profesor de matemáticas, obteniendo el primer puesto a nivel nacional, confirmando su efectividad en el liceo fronterizo. Se jubila en el 81, para volver en el 92 desempeñándose en el “liceo nuevo” hasta que las discrepancias con los nuevos métodos de enseñanza, decretaron definitivamente su alejamiento. Sus conocimientos sobre las matemáticas fue el componente más claro de una personalidad dedicada a la docencia, en una materia tan difícil como atrapante.
El Prof. Puig había nacido el 5 de mayo de 1928 en la ciudad de Castillos, falleciendo en esta ciudad el 20 de mayo del año 2.004. Cabe señalar que la muerte del Prof. Puig, no ha tenido el merecido reconocimiento por todo lo que significó su paso terrenal para varias generaciones que pasaron por el liceo local. No pretendemos rendirle el tributo que se merece en el reducido espacio de una nota periodística, pero servirá en cambio para despertar la evocación de muchos alumnos agradecidos por el aporte recibido. Sobran elementos para definir su personalidad, aunque sería suficiente recordarlo como “el profesor de las matemáticas”, manteniendo en forma inalterable su vocación por esta materia. Más de 40 años radicados en esta ciudad, nos permiten recomponer la historia del profesor, del vecino, del amigo, del comerciante y del hombre tranquilo y bonachón que perdura también en la memoria de muchos alumnos. Lo vemos diariamente transitar pocos metros de la Internacional para llegar al edificio “viejo” del liceo, con sus clases prontas, de docente calificado, resolviendo dudas e inquietudes de sus alumnos. Han pasado 10 años de su partida y la imagen del PROFESOR no se desvanece, manteniéndose intacta entre quienes tuvieron la suerte de conocerlo, esperando que algún día reciba el reconocimiento que se merece.


1 comentario:

  1. Exelente mencion estimado Julio, por refrescarnos la memoria de un exelente profesor,, padre de familia y ejemplo para esta frontera en pioneros en la enseñanza que como tu lo manifiestas, tuvieron sus carencias y dificultades para poder dictar clases, pero que ellos c on su empeño y dedicacion sobrellevaron las dificultades en silencio . Que lindos recuerdos, con su caminar lento, hombre simple, de alpargatas y armando su cigarro de tabaco Puritano. Voz pausible y sinceridad en su hablar, te felicito exelente nota y ojala las autoridades o comisiones puedan presentar algo para no dejar en el olvido * Al Profesor de Matematicas* Un Abrazo
    Raul Aecio

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