Último minuto del partido. Robben
está a punto de sentenciar la suerte argentina. En un último aliento
Javier Mascherano llega a poner su pie y evitar el gol que los dejaba
fuera de la final. Una jugada que vale como un gol y que hizo que el
argentino se desgarrara el ano.
Por: Redacción 180
"Me abrí el ano y por eso el dolor. No quiero ser grosero", le dijo Mascherano a los periodistas tras el partido.
Luego contó cómo fue esa jugada que
mantuvo el empate a cero y llevó a Argentina al alargue y los penales
que le darían la clasificación a la final del mundo.
"Robben me dio una posibilidad más. Me
hace ganar un segundo más a mí. Cuando él toca, pierde un segundo y yo
lo gano. Lo que hice que yo lo habría hecho cualquiera. Para estar en
una final necesitás esa pizca de suerte".
De cara a la final dijo que están ante el
partido de sus vidas. “Disfrutemos porque esto pasa una vez en la
vida”, dijo. "Ojalá podamos coronarlo el domingo; más allá del
resultado, no tengo palabras de lo orgulloso que estoy con la humildad y
el sacrificio. El objetivo era estar en la final", remató.
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