domingo, 10 de agosto de 2014
El PROFESOR PERDOMO. Por Julio Dornel
Nuestra ciudad ha tenido grandes profesores que merced a su capacidad y experiencia puesta al servicio de la enseñanza deben figurar en el cuadro de honor de los personajes inolvidables que pasaron un día por los centros educativos de esta ciudad.
Entre varios, queremos detenernos hoy en el profesor Jesús Perdomo que marcó una época en el Liceo fronterizo por su permanente aporte a la enseñanza sin dejar de lado las manifestaciones culturales y eventos de distinta naturaleza que se realizaban en el Liceo Piloto. Afectuoso y solidario con sus alumnos, irónico sin proponérselo cuando tenía que enfrentar alguna situación adversa y marcaba su discrepancia sobre algún tema que no le “caía”. Recorrió miles de kilómetros entre Castillos y Chuy para dejar en los centros de enseñanza una huella imborrable entre sus alumnos. Fue además la pluma brillante que tuvieron algunos medios periodísticos del departamento y del país para plantear las inquietudes y las necesidades del “pago chico” que no siempre son escuchadas o comprendidas en los lejanos ámbitos del poder.
La década del 60 marcó un hito importante en la cultura fronteriza al imponerse desde el Liceo Piloto una emancipación histórica y literaria que fue cambiando lentamente el viejo estilo de los actos patrios, al otorgarles un espíritu nuevo, cargado de creatividad y entusiasmo. Muchos acontecimientos y documentos históricos de nuestro pasado fueron recreados por grupos estudiantiles que tuvieron la oportunidad de revivir etapas de nuestra independencia, con disputas de frontera y conflictos de vecindad que se habían vivido en estas regiones. Uno de los profesores que más hurgó en ese pasado para extraer de los textos el aprendizaje operativo que facilitara la enseñanza de nuestra historia fue el profesor Perdomo. Inquieto pasional lo vimos durante muchos años transitar por los salones del liceo despertando el interés de los jóvenes hacia las más variadas manifestaciones artísticas, históricas y culturales. Formó parte además de los Coros de Castillos y Chuy integrando los Coros del Este, bajo la dirección de los profesores Néstor Rosa Giffuni y Néstor Rosa (h). Dejamos para otra oportunidad, la realización de diversos eventos patrióticos, artísticos y culturales que tuvieron al liceo de Chuy, como principal protagonista.
Podemos señalar que el profesor Perdomo fue durante muchos años el gran receptáculo de las inquietudes culturales de la Villa, dejando una huella profunda en el terreno musical del norte rochense. Las representaciones teatrales, los coros del Liceo, los conjuntos folclóricos entre los que recordamos VOCES DEL SAN MIGUEL, LOS OREJANOS, LOS ESTRELLEROS y VIDALITA como así también otras manifestaciones musicales de Castillos y Chuy le valieron el reconocimiento popular y el éxito logrado en cada presentación. En 1964 los alumnos del Liceo bajo la dirección del profesor Perdomo comienzan a organizar distintos festivales con la participación de los más importantes representantes del arte nativo del este uruguayo. Desfilaron por los escenarios del Club Social y la plaza General Artígas, LOS ESTRELLEROS (CHUY) LOS OREJANOS (SAN MIGUEL) LOS TUPAMAROS (MINAS) LOS QUEBRADEÑOS (ROCHA) y los recitadores Mirto Paladín, Ricardo Olivera y Goyo Rodríguez, como así también los solistas Rubén Decuadra, José Terra, Blanco Balao, Luis Peloche y los invitados especiales Cédar Viglietti y Eustaquio Sosa. Por aquellos años la clausura de los cursos liceales se habían caracterizado por la realización de actos de confraternidad entre la dirección, profesores, padres, alumnos y población en general. Se cumplía siempre un extenso programa que incluía cantos corales, grupos folclóricos y teatrales dirigidos indefectiblemente por el Profesor Jesús Perdomo. Las fiestas de clausura al margen del aspecto formal, brindaba al público un espectáculo artístico, demostrando que la docencia liceal no se agotaba frente a los alumnos sino que debía llegar también a la población.
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