jueves, 25 de junio de 2015
¡Qué tiempos aquellos!!! JULIO PEREZ Y SCHUBERT GAMBETTA. Por Julio Dornel.
Escritor y periodista Julio Dornel
Los deportistas del norte rochense fueron los últimos en ver jugar a Julio Pérez y Schubert Gambetta, cuando en la década del 70 defendían a Santa Teresa F. C. en el Torneo organizado por la Liga Regional de La Coronilla.
Fue en esas circunstancias que durante sus escapadas a la frontera tuvimos la oportunidad de compartir algunos asados en el domicilio del Dr. Fulvio Cabrera. También los acompañaba en algunas oportunidades el capitán Obdulio Jacinto Varela. Destinos diferentes por clubes también diferentes: Nacional algunos, Peñarol el otro, pero unidos todavía por los ecos de la gran hazaña. Estos reencuentros en la frontera nos regalaban charlas interminables sobre el mismo tema; Maracaná, colocando frente a frente a los campeones del mundo. Julio y el “Mono”, se venían el día antes y el sábado esperaban el coche de ONDA que trasportaba al “Negro Jefe” para acompañarlo en su primera etapa; el bar del Pato Casal, donde los esperaban aficionados locales y algunos brasileños para las fotografías y firmas de autógrafos, a solamente 10 metros del país hermano que habían enmudecido el 16 de julio de 1950.
Allí estaban los viejos ídolos juntos como en Maracaná. El humor de Obdulio y la memoria de Julio prolongaban los encuentros con diálogos interminables sobre la consagración de Uruguay, reviviendo emociones que los años apenas habían atenuado.
El destino los había juntado sobre la línea divisoria, como queriéndole pedir disculpa al pueblo brasileño por aquella derrota en su propia casa. Han pasado 65 años de poco fútbol y muchas derrotas.
Caras nuevas que nunca se habían puesto la celeste, ni pensaban en la titularidad que les dio el maestro. Cuando se dieron cuenta ya estaban en la cancha. Nos cuesta incursionar en el elogio cuando estamos regresando de una nueva derrota. En realidad ya nos estamos acostumbrando. Jugamos como nunca pero seguimos perdiendo como siempre, con el agregado de que ahora nos tocan la cola.
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