lunes, 2 de enero de 2017

TRIBUTO A DOUGLAS MENDEZ: “C A F U N E” “EL LIBRO DE LOS HORRORES”. Por Julio Dornel.



                              Julio Dornel, escritor y periodista

Cerramos el ciclo de NUESTRA GENTE 2016 buscando palabras para rendir tributo a Douglas “Cafuné” Méndez, que en agosto del 2015, cansado y vencido por el trato criminal que estábamos manteniendo con la naturaleza, no quiso ser testigo del acto final y se fue con “Chico” Mendez para presenciar desde lo alto la destrucción del planeta.
“CAFUNÉ” ESTE LIBRO ES PARA TI.
Para los habitantes de esta ciudad fue simplemente “Cafuné”, el vecino generoso, sencillo y humilde que mantuvo una lucha solitaria para preservar la armonía que debe existir entre el hombre y la naturaleza. Fueron reiterados sus enfrentamientos con los agresores que diariamente están contaminando el área fronteriza. Abundan los fertilizantes prohibidos en el medio rural, aguas servidas, basurales, tala de bosques y extracción de arena teniendo en orden de prioridad la contaminación del arroyo Chuy.
“EL LIBRO DE LOS HORRORES”
Con este sugestivo título nos llegó hace algunos años una publicación brasileña, donde sus autores advierten desde el prólogo que se trata de un libro de horrores, donde se revelan historias criminales con mucha sangre, mucha muerte, mucha desgracia y mucho robo.
El contenido de esta publicación está dedicado a fortalecer la agricultura con resultados excelentes  de productividad y potencialización de la salud por intermedio de la producción de alimentos. Desde las primeras páginas los autores advierten que “harán referencia a los bandidos, los ladrones y la piratería gruesa practicada por gente de cuello blanco y azul. Las personas tienen un precio. No todas claro, pero hablo de aquellas que sueñan alto, que sueñan con enriquecerse aunque esto signifique envenenar a la población del país.”  Los autores señalan que pretenden rescatar la dignidad del servicio público, aunque reconocen que muy pocos actúan dentro del funcionalismo público con la responsabilidad que la función exige y no tienen el coraje de denunciar el silencio cómplice de algunos sectores.
En la página titulada El Libro de los Horrores, señalan que desde “su descubrimiento el país viene siendo explotado. Primero por los portugueses, colonizadores y ahora por los neopiratas, con asiento en el Primer Mundo con la complicidad del pueblo. Un pueblo que tiene vergüenza de ser indio, negro o mulato. Este libro relata toda esa trama que mantiene a la mafia de los agrotóxicos. Las personas están muriendo en el campo y no saben porqué. Es el veneno.
En las ciudades con los alimentos envenenados se muere de cáncer y nadie hace nada. Debe haber un culpable. Estos venenos fueron creados para los ratones y no para los seres humanos. Se realizan cursos sobre el “uso adecuado de los defensivos agrícolas, señalando que los accidentes acontecen porque el productor no sigue las recomendaciones de los fabricantes; aplicar contra el viento los venenos o usar equipamiento adecuado para la protección individual, al margen de no fumar, no beber, no c…, no respirar y  mantener lejos de los niños y de los animales. Una gran farsa. Una gran hipocresía.” Uno de los autores del libro Sebastião Pinheiro, reconocido especialista del tema relata en el mismo muchas batallas contra los venenos, sus fabricantes y la mafia que los sustenta en el país. “Toda las clases colaboran con esto manteniendo un silencio cómplice; agrónomos, técnicos agrícolas, veterinarios, médicos, periodistas, publicitarios y principalmente los gobernantes  que han comandado el país durante los últimos años.” Son 338 páginas bien documentadas, citando los productos, lugares y las multinacionales que nos envían los productos, prohibidos en su mayoría en sus propios países. En la contratapa del libro nos encontramos con el reconocimiento del diputado Renan Kurtz presidente de la Asamblea General Legislativa quién decía entre otras cosas: “La comunidad “gaucha” en estos últimos 20 años ha sido el epicentro mundial de la resistencia a una conducta aparentemente científica que, en verdad, encubre una de las más absurdas agresiones al medio ambiente: el empleo de agrotóxicos.
Felizmente la reacción de la población rio-grandense a la equivocación cometida para satisfacer la ganancia del comercio y de la industria de la muerte, acabó repercutiendo en el mundo. Es un libro escrito con indignación. En el mismo están retratados algunos momentos, hasta hoy desconocidos  del gran público  y que muy pocos tuvieron el coraje de  exponer. Este libro es también una contestación a la seudo mentalidad científica que, a pretexto de la racionalidad de la producción, acarrea daños irreversibles al equilibrio ecológico”.

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