lunes, 18 de noviembre de 2013

Para 2014 el gran desafío de Tabaré Vázquez será "calmar a la izquierda"

Entrevista a politólogo Adolfo Garcé


Si Jorge Larrañaga triunfa, los herreristas tendrán la duda de acompañar o mirar hacia Pedro Bordaberry. Un aspirante a mandatario no puede estar todo el tiempo sin responder los desafíos que le lanzan desde la oposición.

Dr. Adolfo Garcé. Foto: Archivo El País
Luis Custodio
El País 

Para el Dr. Adolfo Garcé, si Tabaré Vázquez desarrolla una estrategia "a la defensiva" tendrá problemas. Lo imagina tomando distancia del libreto astorista, cuya influencia será menor en el próximo período. Sostuvo que el ex mandatario tendrá que rendir cuentas de la gestión de Mujica. Advirtió que hay que poner atención a lo que denominó "guión programático" que surja del congreso del Frente Amplio. A continuación, un resumen de la entrevista.
-¿Ya entramos formalmente en campaña electoral?
-Cuando dentro de un año y medio escribamos la historia de este período, se pondrá como fecha de inicio, el momento en que el ex mandatario dijo "seré candidato". El 7 de agosto pasado, alejó las especulaciones. Ese es el inicio oficial, porque hasta que no se despejara la principal incógnita, los actores no podían instrumentar sus estrategias. Una cosa es el Frente Amplio con Vázquez y otra sin él.
-De todos modos, la probabilidad de que no aceptara era muy baja…
-Cierto. Me recuerda lo que dijo Mujica hace mucho tiempo, previo a definir su presencia en las elecciones: "me siento más preso ahora que en el aljibe". Los políticos reciben muchas presiones y realmente tienen un margen de maniobra estrecho. Y cuando centenares de miles de personas esperan que se defina, ¿cómo hace para mantenerse inalterable? Además, creo que le encanta ese rol. Dominar el tablero de comando, tomar decisiones. Ya lo hizo y lo hizo bien, y teniendo en cuenta la fuerte demanda y su perfil, era muy difícil decir que no.

Cuestión de estilos

-Es un rasgo de la personalidad política del ex presidente que genera irritación en un sector del electorado afín…
-Hay 700 mil u 800 mil personas que lo apoyan, pero algunos no se sienten completamente a gusto con su estilo verticalista, ligeramente autoritario, que contrasta fuertemente con el más abierto e igualitarista de Mujica. Hay otros elementos en esa lista, como su edad, la línea económica que impulsó en su firme alianza con Danilo Astori, las relaciones con Estados Unidos. Todo eso ha generado molestias o irritaciones que en el fondo ayudan a entender lo más sorprendente que ocurrió este año dentro de esa fuerza política, que es la irrupción de Constanza Moreira como precandidata.
-Vázquez basó su estrategia en enfrentar una crisis muy dura del país; Mujica anunció la profundización de los cambios iniciados; ¿cuál será la clave en la búsqueda de un tercer mandato?
-Me pregunto con qué candidato nos vamos a encontrar; ¿jugará a la defensiva, reivindicando su gestión y defendiendo la actual, o veremos a un Tabaré nuevamente "invitando a soñar", tratando de volver a encantar a la opinión pública? Es muy probable que no salga solamente a defender al pasado, porque ese discurso lo llevaría a comprar muchos problemas. No me sorprendería que insistiera en otros asuntos en los que ha estado menos presente. Con un discurso más en sintonía con el clima predominante en la interna, que es el de un nuevo concepto de desarrollo, innovación, ciencia y tecnología, etc. Lo imagino con un discurso de futuro, alejándose discreta pero sensiblemente del libreto astorista, tan cercano en el pasado.
-¿Alejándose de Mujica también?
-Sí, probablemente, pero eso se da naturalmente, en la propia acción política. Cada vez que aparezca se va a notar, sin que intente reforzar sus diferencias. Aunque tampoco puede, en tanto candidato del oficialismo, hacer una campaña muy crítica del gobierno anterior. Tendrá que rendir cuentas por la gestión de su sucesor, de la misma forma que lo debe hacer por su propia gestión. Es el representante del partido que lleva ya nueve años gobernando y deberá hacerse cargo.
Cuando se discuta de educación, tendrá que mirar a las cámaras y decir si estuvo bien o mal con la Ley de Educación que promovió en su administración. Y deberá hacer referencia a los esfuerzos que hizo Mujica por encaminar los acuerdos partidarios y a la frustración de los fracasos en ese terreno. Y no podrá esquivar hablar de inseguridad, y argumentar sobre la propuesta a plebiscitar acerca de la rebaja de la edad de imputabilidad. Quizás evite debatir, pero hay temas de los que va a tener que hablar.

Hablar poco

-No es sencillo moverlo de su zona de confort…
-Es cierto, habla poco y guionado, administra con paciencia de homeópata sus intervenciones públicas. Eso contrasta con la "canilla libre" del actual mandatario, aunque los niveles de popularidad de ambos son muy similares a esta altura de la gestión. Pero un presidenciable, por más ventaja que tenga, no puede estar todo el tiempo sin responder algunos de los desafíos que le lance la oposición.
Y aún si pudiera estar un año casi sin hablar, no debería, porque la democracia bien entendida es otra cosa. Se trata de que los políticos hablen, que digan lo que piensan, sin usar la calculadora.
-Deberá hacer una campaña distinta a la de 2004…
-En aquel momento era "lo nuevo", hoy es el oficialista. Además, cuando surgió, Vázquez era "la voz de la izquierda", y ya no lo es. Después de cinco años de gestión, es un ex presidente centrista candidato de un partido de izquierda. Eso lo coloca en desafíos distintos. En 2004 tenía que conquistar el centro, pero en 2014 su gran desafío es calmar a la izquierda. Que Constanza Moreira no crezca demasiado y que en el Congreso del Frente Amplio de los próximos días no le hagan un libreto "demasiado de izquierda".

El programa manda

-¿Cuánto incide el programa que surja del Congreso en la propuesta electoral?
-En Uruguay todavía existe la cultura de que los políticos no se sienten totalmente libres de hacer lo que quieran, hay que cumplir con el programa y eso es muy sano. Los políticos reciben un mandato, un guión que lo escriben -en este caso- los militantes y dirigentes de su partido. Vale recordar que Vázquez no pudo firmar un tratado de libre comercio con Estados Unidos porque el programa se lo impedía, y tuvo que poner la marcha atrás. Va a ser muy importante observar lo que ocurre en el próximo fin de semana, luego de meses de discusiones internas y en las que, a mi juicio, pese a lo que opinan otros colegas, no se ha configurado un programa "astorista". Es mucho más cercano a un concepto neo desarrollista, que habla de impuestos, de distribución de la riqueza, y que no pone tanto énfasis en reglas de juego y estabilidad. Además, en el Congreso van a aparecer algunas restricciones adicionales de parte de emepepistas y comunistas, que tienen gran peso en ese ámbito. Hay que estar atentos a esta instancia y a otras "piedras" que desde los sectores más a la izquierda se puedan cargar a la mochila del presidenciable.

Constanza y el voto

-¿Los votos que logre Moreira en la interna tendrán alguna incidencia en el futuro de la propuesta frenteamplista?
-Es un factor importante para la definición estratégica del Frente Amplio. Pero, de entrada, ya tuvo que desandar el camino que la llevó a ese lugar, donde confrontó con el ex presidente. La foto del Plenario de hace pocas semanas, que la muestra abrazada al otro candidato es muy fuerte, cuando durante semanas y semanas se la escuchó con un discurso muy crítico. No sé qué pensarán ahora las personas que la observaban como una alternativa. Un cálculo sensato es que Moreira obtenga cerca de un 10% de la interna frenteamplista, que son aproximadamente unos 40 mil votos. Eso sería una muy buena votación, que la dejaría razonablemente cerca de ser reelecta senadora en octubre.
-¿Cuánto pesarán los últimos temas considerados controversiales para el gobierno en la campaña que se inicia?
-En un platillo de la balanza estará el impacto del tema Pluna, de las leyes declaradas inconstitucionales, del intento de despenalización de la venta de marihuana, todos asuntos polémicos.
En el otro plato, tiene a favor una buena situación económica y las certezas que otorga Vázquez para una porción del electorado. Creo que pesará más el costo de gobernar y por tanto, el Frente Amplio volverá a perder votos en relación a la elección anterior.

Puja blanca

-¿Vislumbra que Larrañaga podrá mantenerse despegado de Lacalle Pou, como muestran las encuestas?
-El gran despegue de Larrañaga ya pasó, fue en 2003-2004. Después perdió la interna con Lacalle, en parte por sus propios errores, por haber abandonado su discurso de choque con el gobierno frenteamplista. En agosto de 2008 empezó con los encuentros con Mujica y dio señales difíciles de decodificar por sus electores. Pero en los dos últimos años, desde que se alejó del gobierno cuando denunció el incumplimiento del acuerdo educativo, se plantó muy fuerte en la interna blanca.
Además, en el período de pases, si bien perdió algunos nombres importantes, ganó más de lo que no pudo retener. Me sorprendería mucho que pierda la interna blanca. Ahora, si Luis Lacalle Pou pierde la interna pero hace un buen papel, conquistando cerca del 40% de los votos, habrá experimentado un momento extraordinario de su vida política. Creo que es muy difícil que logre ganarle a Larrañaga, pero se ubicaría muy bien de futuro. Todo esto hace a una interna muy competitiva que le favorece enormemente al partido para ubicarse en el segundo lugar en la puja partidaria.
-¿Qué va a pasar con el partido una vez que haya un solo candidato, si es Larrañaga?
-Los que querían a Lacalle Pou, ¿se quedan, o miran hacia el Partido Colorado? Mi hipótesis es que, luego de las internas, es esperable un emparejamiento entre estos dos partidos, dado que si se da el triunfo de Larrañaga, para mucho elector herrerista la tentación de votar por Bordaberry será enorme, ya que la zona de coincidencia entre el discurso de Vamos Uruguay y el herrerismo tradicional es muy grande.

Empuje colorado

-¿Tiene posibilidades Pedro Bordaberry de seguir creciendo en lo electoral?
-En el terreno discursivo ya mostró sus cartas. Demostró que se mueve como pez en el agua en las campañas electorales y sus antecedentes en ese sentido han sido muy buenos en las dos elecciones anteriores, con un muy buen manejo del marketing político. En el discurso se quedó con la mayor parte del enorme botín político que es el tema de la inseguridad. Tendrá esa bandera para enarbolar en cada oportunidad que se presente.
Por otra parte, creo que tiene claro que no puede hablar solo de seguridad, y está refiriéndose a educación, a economía, áreas en las que ya viene incursionando. Es probable que lo veamos crecer nuevamente. En el análisis político se instaló la frase de que "Pedro tiene techo". Yo creo que no es así, no más que otros candidatos, y si mi interpretación es correcta, en un año habrá sorprendido a más de uno.

Es probable que el Frente Amplio pierda en Montevideo

-¿Es posible separar las estrategias electorales de forma de rivalizar en lo nacional e ir juntos en lo departamental, como harán blancos y colorados en la capital?
-Habrá una dura disputa por el segundo puesto a nivel nacional. Probablemente haya balotaje y se planteará un escenario de cooperación. Pero rápidamente deberán pasar a una coordinación mayor en Montevideo, de cara a mayo, donde irán con el lema Partido de la Concertación.
Se juegan mucho allí. Cuando en un gobierno "todo va bien", el votante renueva el crédito. Cuando la cosa no va bien, la gente mira hacia la oposición. Si allí no hay nada, sigue votando al mismo, aunque esté disconforme. Pero cuando observa que aparece otra propuesta, que hay ganas de asumir un cambio de rumbo, puede verse tentado a probar en otras tiendas.
-¿Cuál es el escenario más factible?
-Es probable que el Frente Amplio (FA) pierda en la capital, hay una probabilidad ligeramente mayor para la oposición. Para los partidos que se agruparán en la Concertación, va a ser sencillo pararse ante la ciudadanía y decirles: ¿25 años no son demasiado?; ¿ante los resultados a la vista, no habrá que probar con otra cosa? Sobre todo, cuando el electorado montevideano hace rato que da señales de cansancio y mal humor.
El FA tendrá que hacer un esfuerzo extraordinario para ganar. Desde lo programático, es complejo prometer cosas que en algunos casos ya prometió y no se pudieron cumplir. Como contrapartida, no es nada difícil argumentar desde la oposición ante este escenario.
Será una elección interesante, donde habrá que poner argumentos sobre la mesa, van a tener que salir, de un lado y del otro, a convencer a la gente.
-¿La experiencia es replicable en otros niveles electorales?
-Si la Concertación gana, el Partido Nacional y el Partido Colorado tendrán a su frente la alternativa de una mayor coordinación para las elecciones de 2019, como vía para desplazar al actual oficialismo. Dichos partidos deberán definir qué pasos dar en forma coordinada, si quieren maximizar su chance. Parece absurdo, si muestran tantos puntos en común, que estén todo el tiempo compitiendo por el segundo lugar.

El Astorismo es una estrella que se va apagando poco a poco

-¿Qué lugar ocupará el Frente Líber Seregni en el escenario político del próximo período?
-El astorismo es como una estrella que se va apagando de a poco. Fue extraordinariamente influyente en el primer gobierno, un poco menos en el segundo y seguirá descendiendo su incidencia en el tercero, en una suave pendiente por la que va a seguir perdiendo influencia.
De todos modos, hay algunas ideas que impuso la corriente de pensamiento de Astori que han sido integradas al discurso de otros sectores y también por parte del pre candidato presidencial, como la disciplina en las cuentas, el orden en el manejo macroeconómico, etc.
Además, hay algunas figuras en el gobierno, de las que difícilmente se pueda prescindir, como por ejemplo, Mario Bergara o Fernando Lorenzo. Dicho esto, insisto en que el sector como tal, va a tener menos peso en la interna y en un eventual nuevo período.
No me lo imagino al FLS creciendo, como sí todo indica que crecerá el Partido Socialista, o la lista al Senado que encabezará Sendic, y como es altamente probable, tendremos una reducción del poder político y el caudal electoral del MPP.
-Hay coincidencia entre los analistas en considerar que el papel de Astori como vicepresidente fue muy relevante; ¿a quién observa en ese lugar para la próxima elección?
-Es un elemento clave entre los temas pendientes de la fuerza política. Aunque está instalado aquello de que no es muy importante, para mí lo es y el rol de Astori así lo demostró.
Ese pleito, que ya está instalado hace largo rato, va a ser fundamental, y si pasa lo que yo creo que va a pasar, habrá una fórmula donde quien ocupe este lugar representará más a las corrientes de izquierda y de centro del espectro político de la coalición. El vice tiene que ser una persona que se lleve bien con Tabaré Vázquez, a quien no le van a imponer un nombre; alguien que tenga una buena relación con comunistas y tupamaros; y además, que represente el pensamiento que yo llamo neo-desarrollista, que está instalado en el centro de la coalición de izquierda. El que mejor cumple con todas esas condiciones es, sin dudas, Raúl Sendic.

Ficha técnica

Adolfo Garcé, 48 años, es Doctorado en Ciencias Sociales con Especialización en Ciencia Política; Licenciado y Magíster en Ciencia Política. Se desempeña como Profesor e Investigador en Régimen de Dedicación Total en la Facultad de Ciencias Sociales y en la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración. Desde marzo de 2009 integra el Sistema Nacional de Investigadores (Nivel 1). Desde el año 2010 es también Editor de la Revista Uruguaya de Ciencia Política

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