Entrevista a politólogo Adolfo Garcé
Si Jorge Larrañaga triunfa, los
herreristas tendrán la duda de acompañar o mirar hacia Pedro
Bordaberry. Un aspirante a mandatario no puede estar todo el tiempo sin
responder los desafíos que le lanzan desde la oposición.
Luis Custodio
El País
Para el Dr. Adolfo Garcé, si Tabaré Vázquez
desarrolla una estrategia "a la defensiva" tendrá problemas. Lo imagina
tomando distancia del libreto astorista, cuya influencia será menor en
el próximo período. Sostuvo que el ex mandatario tendrá que rendir
cuentas de la gestión de Mujica. Advirtió que hay que poner atención a
lo que denominó "guión programático" que surja del congreso del Frente
Amplio. A continuación, un resumen de la entrevista.
-¿Ya entramos formalmente en campaña electoral?
-Cuando dentro de un año y medio escribamos la historia
de este período, se pondrá como fecha de inicio, el momento en que el
ex mandatario dijo "seré candidato". El 7 de agosto pasado, alejó las
especulaciones. Ese es el inicio oficial, porque hasta que no se
despejara la principal incógnita, los actores no podían instrumentar sus
estrategias. Una cosa es el Frente Amplio con Vázquez y otra sin él.
-De todos modos, la probabilidad de que no aceptara era muy baja…
-Cierto. Me recuerda lo que dijo Mujica hace mucho
tiempo, previo a definir su presencia en las elecciones: "me siento más
preso ahora que en el aljibe". Los políticos reciben muchas presiones y
realmente tienen un margen de maniobra estrecho. Y cuando centenares de
miles de personas esperan que se defina, ¿cómo hace para mantenerse
inalterable? Además, creo que le encanta ese rol. Dominar el tablero de
comando, tomar decisiones. Ya lo hizo y lo hizo bien, y teniendo en
cuenta la fuerte demanda y su perfil, era muy difícil decir que no.
Cuestión de estilos
-Es un rasgo de la personalidad política del ex presidente que genera irritación en un sector del electorado afín…
-Hay 700 mil u 800 mil personas que lo apoyan, pero
algunos no se sienten completamente a gusto con su estilo verticalista,
ligeramente autoritario, que contrasta fuertemente con el más abierto e
igualitarista de Mujica. Hay otros elementos en esa lista, como su edad,
la línea económica que impulsó en su firme alianza con Danilo Astori,
las relaciones con Estados Unidos. Todo eso ha generado molestias o
irritaciones que en el fondo ayudan a entender lo más sorprendente que
ocurrió este año dentro de esa fuerza política, que es la irrupción de
Constanza Moreira como precandidata.
-Vázquez basó su estrategia en enfrentar una
crisis muy dura del país; Mujica anunció la profundización de los
cambios iniciados; ¿cuál será la clave en la búsqueda de un tercer
mandato?
-Me pregunto con qué candidato nos vamos a
encontrar; ¿jugará a la defensiva, reivindicando su gestión y
defendiendo la actual, o veremos a un Tabaré nuevamente "invitando a
soñar", tratando de volver a encantar a la opinión pública? Es muy
probable que no salga solamente a defender al pasado, porque ese
discurso lo llevaría a comprar muchos problemas. No me sorprendería que
insistiera en otros asuntos en los que ha estado menos presente. Con un
discurso más en sintonía con el clima predominante en la interna, que es
el de un nuevo concepto de desarrollo, innovación, ciencia y
tecnología, etc. Lo imagino con un discurso de futuro, alejándose
discreta pero sensiblemente del libreto astorista, tan cercano en el
pasado.
-¿Alejándose de Mujica también?
-Sí, probablemente, pero eso se da naturalmente, en
la propia acción política. Cada vez que aparezca se va a notar, sin que
intente reforzar sus diferencias. Aunque tampoco puede, en tanto
candidato del oficialismo, hacer una campaña muy crítica del gobierno
anterior. Tendrá que rendir cuentas por la gestión de su sucesor, de la
misma forma que lo debe hacer por su propia gestión. Es el representante
del partido que lleva ya nueve años gobernando y deberá hacerse cargo.
Cuando se discuta de educación, tendrá que mirar a
las cámaras y decir si estuvo bien o mal con la Ley de Educación que
promovió en su administración. Y deberá hacer referencia a los esfuerzos
que hizo Mujica por encaminar los acuerdos partidarios y a la
frustración de los fracasos en ese terreno. Y no podrá esquivar hablar
de inseguridad, y argumentar sobre la propuesta a plebiscitar acerca de
la rebaja de la edad de imputabilidad. Quizás evite debatir, pero hay
temas de los que va a tener que hablar.
Hablar poco
-No es sencillo moverlo de su zona de confort…
-Es cierto, habla poco y guionado, administra con
paciencia de homeópata sus intervenciones públicas. Eso contrasta con la
"canilla libre" del actual mandatario, aunque los niveles de
popularidad de ambos son muy similares a esta altura de la gestión. Pero
un presidenciable, por más ventaja que tenga, no puede estar todo el
tiempo sin responder algunos de los desafíos que le lance la oposición.
Y aún si pudiera estar un año casi sin hablar, no
debería, porque la democracia bien entendida es otra cosa. Se trata de
que los políticos hablen, que digan lo que piensan, sin usar la
calculadora.
-Deberá hacer una campaña distinta a la de 2004…
-En aquel momento era "lo nuevo", hoy es el
oficialista. Además, cuando surgió, Vázquez era "la voz de la
izquierda", y ya no lo es. Después de cinco años de gestión, es un ex
presidente centrista candidato de un partido de izquierda. Eso lo coloca
en desafíos distintos. En 2004 tenía que conquistar el centro, pero en
2014 su gran desafío es calmar a la izquierda. Que Constanza Moreira no
crezca demasiado y que en el Congreso del Frente Amplio de los próximos
días no le hagan un libreto "demasiado de izquierda".
El programa manda
-¿Cuánto incide el programa que surja del Congreso en la propuesta electoral?
-En Uruguay todavía existe la cultura de que los
políticos no se sienten totalmente libres de hacer lo que quieran, hay
que cumplir con el programa y eso es muy sano. Los políticos reciben un
mandato, un guión que lo escriben -en este caso- los militantes y
dirigentes de su partido. Vale recordar que Vázquez no pudo firmar un
tratado de libre comercio con Estados Unidos porque el programa se lo
impedía, y tuvo que poner la marcha atrás. Va a ser muy importante
observar lo que ocurre en el próximo fin de semana, luego de meses de
discusiones internas y en las que, a mi juicio, pese a lo que opinan
otros colegas, no se ha configurado un programa "astorista". Es mucho
más cercano a un concepto neo desarrollista, que habla de impuestos, de
distribución de la riqueza, y que no pone tanto énfasis en reglas de
juego y estabilidad. Además, en el Congreso van a aparecer algunas
restricciones adicionales de parte de emepepistas y comunistas, que
tienen gran peso en ese ámbito. Hay que estar atentos a esta instancia y
a otras "piedras" que desde los sectores más a la izquierda se puedan
cargar a la mochila del presidenciable.
Constanza y el voto
-¿Los votos que logre Moreira en la interna tendrán alguna incidencia en el futuro de la propuesta frenteamplista?
-Es un factor importante para la definición
estratégica del Frente Amplio. Pero, de entrada, ya tuvo que desandar el
camino que la llevó a ese lugar, donde confrontó con el ex presidente.
La foto del Plenario de hace pocas semanas, que la muestra abrazada al
otro candidato es muy fuerte, cuando durante semanas y semanas se la
escuchó con un discurso muy crítico. No sé qué pensarán ahora las
personas que la observaban como una alternativa. Un cálculo sensato es
que Moreira obtenga cerca de un 10% de la interna frenteamplista, que
son aproximadamente unos 40 mil votos. Eso sería una muy buena votación,
que la dejaría razonablemente cerca de ser reelecta senadora en
octubre.
-¿Cuánto pesarán los últimos temas considerados controversiales para el gobierno en la campaña que se inicia?
-En un platillo de la balanza estará el impacto del
tema Pluna, de las leyes declaradas inconstitucionales, del intento de
despenalización de la venta de marihuana, todos asuntos polémicos.
En el otro plato, tiene a favor una buena situación
económica y las certezas que otorga Vázquez para una porción del
electorado. Creo que pesará más el costo de gobernar y por tanto, el
Frente Amplio volverá a perder votos en relación a la elección anterior.
Puja blanca
-¿Vislumbra que Larrañaga podrá mantenerse despegado de Lacalle Pou, como muestran las encuestas?
-El gran despegue de Larrañaga ya pasó, fue en
2003-2004. Después perdió la interna con Lacalle, en parte por sus
propios errores, por haber abandonado su discurso de choque con el
gobierno frenteamplista. En agosto de 2008 empezó con los encuentros con
Mujica y dio señales difíciles de decodificar por sus electores. Pero
en los dos últimos años, desde que se alejó del gobierno cuando denunció
el incumplimiento del acuerdo educativo, se plantó muy fuerte en la
interna blanca.
Además, en el período de pases, si bien perdió
algunos nombres importantes, ganó más de lo que no pudo retener. Me
sorprendería mucho que pierda la interna blanca. Ahora, si Luis Lacalle
Pou pierde la interna pero hace un buen papel, conquistando cerca del
40% de los votos, habrá experimentado un momento extraordinario de su
vida política. Creo que es muy difícil que logre ganarle a Larrañaga,
pero se ubicaría muy bien de futuro. Todo esto hace a una interna muy
competitiva que le favorece enormemente al partido para ubicarse en el
segundo lugar en la puja partidaria.
-¿Qué va a pasar con el partido una vez que haya un solo candidato, si es Larrañaga?
-Los que querían a Lacalle Pou, ¿se quedan, o miran
hacia el Partido Colorado? Mi hipótesis es que, luego de las internas,
es esperable un emparejamiento entre estos dos partidos, dado que si se
da el triunfo de Larrañaga, para mucho elector herrerista la tentación
de votar por Bordaberry será enorme, ya que la zona de coincidencia
entre el discurso de Vamos Uruguay y el herrerismo tradicional es muy
grande.
Empuje colorado
-¿Tiene posibilidades Pedro Bordaberry de seguir creciendo en lo electoral?
-En el terreno discursivo ya mostró sus cartas.
Demostró que se mueve como pez en el agua en las campañas electorales y
sus antecedentes en ese sentido han sido muy buenos en las dos
elecciones anteriores, con un muy buen manejo del marketing político. En
el discurso se quedó con la mayor parte del enorme botín político que
es el tema de la inseguridad. Tendrá esa bandera para enarbolar en cada
oportunidad que se presente.
Por otra parte, creo que tiene claro que no puede
hablar solo de seguridad, y está refiriéndose a educación, a economía,
áreas en las que ya viene incursionando. Es probable que lo veamos
crecer nuevamente. En el análisis político se instaló la frase de que
"Pedro tiene techo". Yo creo que no es así, no más que otros candidatos,
y si mi interpretación es correcta, en un año habrá sorprendido a más
de uno.
Es probable que el Frente Amplio pierda en Montevideo
-¿Es posible separar las estrategias electorales
de forma de rivalizar en lo nacional e ir juntos en lo departamental,
como harán blancos y colorados en la capital?
-Habrá una dura disputa por el segundo puesto a
nivel nacional. Probablemente haya balotaje y se planteará un escenario
de cooperación. Pero rápidamente deberán pasar a una coordinación mayor
en Montevideo, de cara a mayo, donde irán con el lema Partido de la
Concertación.
Se juegan mucho allí. Cuando en un gobierno "todo va
bien", el votante renueva el crédito. Cuando la cosa no va bien, la
gente mira hacia la oposición. Si allí no hay nada, sigue votando al
mismo, aunque esté disconforme. Pero cuando observa que aparece otra
propuesta, que hay ganas de asumir un cambio de rumbo, puede verse
tentado a probar en otras tiendas.
-¿Cuál es el escenario más factible?
-Es probable que el Frente Amplio (FA) pierda en la
capital, hay una probabilidad ligeramente mayor para la oposición. Para
los partidos que se agruparán en la Concertación, va a ser sencillo
pararse ante la ciudadanía y decirles: ¿25 años no son demasiado?; ¿ante
los resultados a la vista, no habrá que probar con otra cosa? Sobre
todo, cuando el electorado montevideano hace rato que da señales de
cansancio y mal humor.
El FA tendrá que hacer un esfuerzo extraordinario
para ganar. Desde lo programático, es complejo prometer cosas que en
algunos casos ya prometió y no se pudieron cumplir. Como contrapartida,
no es nada difícil argumentar desde la oposición ante este escenario.
Será una elección interesante, donde habrá que poner
argumentos sobre la mesa, van a tener que salir, de un lado y del otro,
a convencer a la gente.
-¿La experiencia es replicable en otros niveles electorales?
-Si la Concertación gana, el Partido Nacional y el
Partido Colorado tendrán a su frente la alternativa de una mayor
coordinación para las elecciones de 2019, como vía para desplazar al
actual oficialismo. Dichos partidos deberán definir qué pasos dar en
forma coordinada, si quieren maximizar su chance. Parece absurdo, si
muestran tantos puntos en común, que estén todo el tiempo compitiendo
por el segundo lugar.
El Astorismo es una estrella que se va apagando poco a poco
-¿Qué lugar ocupará el Frente Líber Seregni en el escenario político del próximo período?
-El astorismo es como una estrella que se va
apagando de a poco. Fue extraordinariamente influyente en el primer
gobierno, un poco menos en el segundo y seguirá descendiendo su
incidencia en el tercero, en una suave pendiente por la que va a seguir
perdiendo influencia.
De todos modos, hay algunas ideas que impuso la
corriente de pensamiento de Astori que han sido integradas al discurso
de otros sectores y también por parte del pre candidato presidencial,
como la disciplina en las cuentas, el orden en el manejo macroeconómico,
etc.
Además, hay algunas figuras en el gobierno, de las
que difícilmente se pueda prescindir, como por ejemplo, Mario Bergara o
Fernando Lorenzo. Dicho esto, insisto en que el sector como tal, va a
tener menos peso en la interna y en un eventual nuevo período.
No me lo imagino al FLS creciendo, como sí todo
indica que crecerá el Partido Socialista, o la lista al Senado que
encabezará Sendic, y como es altamente probable, tendremos una reducción
del poder político y el caudal electoral del MPP.
-Hay coincidencia entre los analistas en
considerar que el papel de Astori como vicepresidente fue muy relevante;
¿a quién observa en ese lugar para la próxima elección?
-Es un elemento clave entre los temas pendientes de
la fuerza política. Aunque está instalado aquello de que no es muy
importante, para mí lo es y el rol de Astori así lo demostró.
Ese pleito, que ya está instalado hace largo rato,
va a ser fundamental, y si pasa lo que yo creo que va a pasar, habrá una
fórmula donde quien ocupe este lugar representará más a las corrientes
de izquierda y de centro del espectro político de la coalición. El vice
tiene que ser una persona que se lleve bien con Tabaré Vázquez, a quien
no le van a imponer un nombre; alguien que tenga una buena relación con
comunistas y tupamaros; y además, que represente el pensamiento que yo
llamo neo-desarrollista, que está instalado en el centro de la coalición
de izquierda. El que mejor cumple con todas esas condiciones es, sin
dudas, Raúl Sendic.
No hay comentarios:
Publicar un comentario