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sábado, 11 de febrero de 2023

LA COLUMNA DE ANTONIO PIPPO PEDRAGOSA LOS SABERES INTEGRADOS

 

Aldous Huxley tenía una suerte de obsesión con la integración de los saberes. Claro, estamos hablando de las primeras décadas del siglo pasado, aunque sustentaba su argumentación en experiencias fracasadas que se arrastraban desde siglos antes.

-Si ese proceso de integración no se establece ni mantiene –escribió en “La situación humana”, casi al final de su vida- es la única forma de explicar cómo una persona como yo, que tiene lo que podría llamarse una ignorancia enciclopédica en muchas disciplinas, puede ser útil para importantes universidades de enseñanza especializada, pues, como literato, puedo llegar a reunir una cantidad de temas y mostrar las relaciones que hay entre ellos.

Para que se entienda este prólogo, ahora paso a recientes declaraciones del Ministro de Educación de nuestro país, doctor Pablo Da Silveira, que se refieren a una cuestión que preocupa mucho y sobre la que, todavía, no se ha encontrado la forma de resolverla. Y esta cuestión tiene mucho que ver con la visión de Huxley.

-La manera en que se están haciendo las cosas –contestó a periodistas de Búsqueda- tiene altos costos. Un ejemplo: la repetición en sexto año de Primaria hace muchos años que está debajo del 1%, y la repetición en primer año de Secundaria y UTU ha estado largo tiempo en el entorno del 20%. ¿Cómo se explica que alumnos que en diciembre terminaron con notas de suficiencia, al año siguiente fracasaron con semejante frecuencia? La razón es que Primaria y Secundaria y UTU son dos mundos que nunca dialogaron lo suficiente en lo curricular, y en el caso de la educación media, se presumió que ciertas cosas iban a lograrse en la escuela. Un paquetito con todo areglado.

Liso y llano: el enorme problema de los saberes separados o no integrados como se debe.

He rescatado de lo escaso que el ciudadano común ha logrado saber del proyecto de reforma educativa, este dato objetivo: se ha elegido como una de las prioridades a “la Educación Básica Integrada”, que en buen romance significa una forma de incluir los tres primeros años de Secundaria como una continuidad del programa de Primaria.

Estoy refiriéndome, ya lo sé, apenas a un aspecto de una reforma muy compleja. Es sobre lo que, al menos, hay información sustentable. Y es, además, un aspecto en mi opinión medular, sobre el que ya he escrito en el pasado reciente en abundancia.

La pregunta que me acosa es simple e incómoda: ¿cuál ha sido la razón de demorar tanto en llegar a este acuerdo que supone muy resaltables beneficios? ¿Falta de información? ¿Falta de elementos, profesionales o estructurales? ¿Tenemos un diseño curricular más propio del siglo pasado, como dijo el ministro en parte de sus aludidas declaraciones?

No daré discusión al respecto. Todo eso puede estar en el puchero a la española en que se ha convertido la enseñanza uruguaya para contribuir a la destrucción intelectual y moral de la sociedad nacional.

Sí diré –y no será la primera vez- que grandes responsables del atraso son los llamados “sindicatos docentes”, en realidad uniones de trabajadores ideologizados y dogmáticos, que representan siempre menos de la tercera parte de los docentes activos y dignos de su delicada labor, aunque sean, en los hechos, ¡y vayan que lo son!, una muy buena fuerza de choque para meterse entre los resquicios de la autoridad, y hasta a veces alentados por parte de ella, para poner todos los palos posibles en cualquier rueda que no vaya en la dirección que le han mandato su populismo y su terquedad para que lo moderno, liberal, ya experimentado y positivo no avance ni un centímetro sin alguna manifestación, algunas pancartas, discursos gramscianos y paros inadmisibles que siempre terminan perjudicando a los supuestos sujetos de la educación: el niño, el adolescente, el joven.

Ojalá se haga realidad la reforma sin intromisiones indebidas ni líos discursivos al santísimo cohete. Hace falta un acuerdo, al menos un consenso. Basta de cohetería verbal deplorable. Basta de pensar sólo en la forma de ganar las próximas elecciones.

He escrito para que usted, lector, sin necesidad de darme la razón sino obligado a ejercer su propio pensamiento crítico libre, nos ofrezca su aporte. Nada más.

 

 

Antonio Pippo tine 64 años de trayectoria en el periodismo.Ha trabado en prensa, radio, televisión y portales digitales. Ha sido docente en la Universidad ORT.Sigue publicando columnas semanales en el semanario Búsqueda y en la Agencia Mundial de Prensa. Es un asiduo colaborador del programa Hay otra historia de radio Fortaleza.

jueves, 9 de febrero de 2023

LA COLUMNA DE ANTONIO LADRA La segunda caída de Diego Fernández y cómo aquellas aguas trajeron estos lodos.

Dos veces le pidieron la renuncia a Diego Fernández cuando estuvo en cargos de confianza: en abril de 2013, en el gobierno de José Mujica estuvo al frente de la Jefatura de Policía de Montevideo. Estaba en pleno desarrollo la reforma policial implementada por Julio Guarteche, pero Fernández ponía palos en la rueda.

Guarteche lo sostuvo todo lo que pudo, pero su compañero de tanda de oficiales de la Escuela Nacional de Policía no le respondió. Ni siquiera por un elemental agradecimiento: todos los cargos que ocupó en la orgánica policial durante la gestión de Bonomi fueron sugeridos por Guarteche: la jefatura de la Guardia Republicana en enero del 2011 y luego la jefatura de Montevideo, en octubre de ese mismo año. Fernández no comulgaba con las ideas de Guarteche, estaba más apegado a la vieja guardia, por eso nunca asumió como propia la reforma policial. La reforma no la sintió como propia y estaba remolón.

La gota que colmó el vaso fue una polémica en torno a la seccional 14, que derivó en un sumario y separación del cargo de la cúpula de la comisaría de Carrasco y el responsable era Fernández. Pero antes estuvo investigado por irregularidades en el sistema 222 de la policía, así que sumando una cosa y otra, Guarteche le tuvo que pedir la renuncia.

En el gobierno actual, Fernández fue nombrado Director Nacional de la Policía, otro cargo de confianza, pero se hizo acreedor de varias tarjetas amarillas hasta que sobrevino la roja.

Antes, hizo el trabajo sucio y sacó a todos los “guartecheristas”, con la anuencia del ministro Jorge Larrañaga, por lo menos aquí obedeció a los mandos civiles. Quizás quedó alguno colgado por ahí, pero el grueso de los “guartecheristas” salieron: se pensaban que eran frenteamplistas. ¡Madre mía!

En junio del 2020 por sí y ante sí, sin pedir permiso ni al ministro ni al presidente restituyó una placa en homenaje a Víctor Castiglioni en la Sala de Actos de la Dirección de Inteligencia, en Maldonado y Paraguay.

¿Quién fue Castiglioni? El inspector Castiglioni estuvo a cargo de la inteligencia policial durante la dictadura militar; dejó su cargo en 1982. Unos meses antes de su renuncia informó orgullosamente al Ministerio del Interior de la dictadura, que en cuatro años la Dirección a su cargo había investigado a 300.000 personas, que eran catalogadas en las categorías A, B y C, según su “fe democrática”. En verdad, de acuerdo a la dudosa fe democrática de Castiglioni.

Fernández justificó la recolocación de la placa como un reconocimiento a la labor del inspector Castiglioni: fue un mensaje para “fortalecer” a la Policía. “Fue un acto de justicia profesional”, dijo en aquel momento al diario El Observador.

Con esa acción, Fernández demostró ser lo más rancio y antidemocrático que hay, aun hoy en la Policía. Bolsones de nostálgicos se los llama.

En aquel momento, el ministro Jorge Larrañaga ordenó el retiro de la placa. Se lo pidió el senador Jorge Gandini y el presidente del Directorio del Partido Nacional Pablo Iturralde. Es que ellos sabían de sobra quién era Castiglioni, entre otras cosas porque fue uno de los que persiguió con mayor saña y odio a Wilson Ferreira Aldunate y a todos sus seguidores.

Y aquellas aguas trajeron estos lodos, porque Larrañaga no se animó a hacer lo que debió haber hecho, esto es, relevar a Fernández por actuar por su cuenta, sin permiso del ministro ni del presidente.

Antonio Ladra ejerce el periodismo desde hace cuarenta años. Ha trabajado y trabaja en prensa, radio, televisión y medios digitales. Ha publicado dos libros sobre el narcotráfico en el Uruguay.
 

martes, 7 de febrero de 2023

LA COLUMNA DE FRANCOIS GRAÑA LA SALUD DE LA HUMANIDAD EN MANOS DE DELINCUENTES

 

El volumen de negocios de la Big Pharma crece año tras año. Su enorme mercado es la enfermedad, tanto real como ficticia (1). Para expandirlo, las farmacéuticas emplean el fraude, la corrupción, el engaño y la mentira respecto de la utilidad, la seguridad y la eficacia de sus productos. Veamos a modo ilustrativo algunas de las acciones delictivas que merecieron condenas judiciales y multas astronómicas a la empresa líder del sector.

  1. En los 90, Pfizer promovía su antiinflamatorio Feldene a dosis muy altas, a sabiendas de que una mayor concentración en la sangre potenciaba el riesgo de efectos adversos (2). La poderosa farmacéutica intentó impedir la publicación en la British Medical Journal de una investigación que relacionaba esa droga con una alta incidencia de enfermedades ulcerosas graves y otros efectos secundarios. Pero las evidencias científicas eran contundentes, y finalmente dicha investigación vio la luz pública (3).

  2. En 2004, Pfizer aceptó declararse culpable de las acusaciones de promoción fraudulenta de su antiepiléptico Neurontin y tuvo que pagar 430 millones de dólares. Poca plata: el año anterior ya había embolsado 2.700 millones de dólares con las ventas de ese fármaco (4).

  3. En 2009, ante evidencias incontrovertibles, la farmacéutica debió declararse culpable del mal etiquetado de fármacos “con intención defraudadora o engañosa” y aceptó un acuerdo con el Departamento de Justicia de los EE.UU. por 2.300 millones de dólares, el mayor acuerdo judicial por fraude en la historia (5). Se trataba de los fármacos Bextra (para la artriris), Geodon (antipsicótico), Zyvox (antibiótico) y Lyrica (antiepiléptico).

  4. Peter Rost, exvicepresidente de marketing de Pfizer que equipara a la Big Pharma con la mafia, publicó un explosivo libro testimonial titulado El denunciante: confesiones de un asesino a sueldo de la atención médica; se vendieron todos los ejemplares el primer día de venta. La farmacéutica acudió a los tribunales intentando frenar la difusión del libro y el acceso del público a los documentos allí citados, pero no pudo con la contundencia del testimonio (6).

  5. En 2002 se realizó un enorme ensayo clínico independiente para la hipertensión arterial con más de 33.000 pacientes, con el objeto de comparar cuatro fármacos: la doxazosina y el amlodipino (ambos de Pfizer), el lisinopril y la clortalidona (este último un diurético) (7). Este estudio demostró que el mejor de los cuatro fármacos era el más barato: el diurético. Los resultados de este estudio debían presentarse en un un multitudinario congreso médico en California. Pfizer programó una excursión para ese día e invitó a todos los médicos, asegurándose de que nadie estuviera presente en sala al momento de la presentación del estudio (8).

  6. Al año siguiente fue publicada una investigación sobre el amlodipino de Pfizer, el fármaco para la hipertensión arterial más vendido en Noruega a un precio diez veces superior al de un diurético y sin que existieran pruebas de su efecto preventivo en enfermedades cardíacas. La investigación concluye que se podrían ahorrar millones de dólares cada año si se prescribieran diuréticos para la hipertensión en lugar del amlodipino y otros medicamentos costosos y menos efectivos (9).

Invito al lector a buscar en internet información sobre las condenas judiciales de la Purdue Pharma por la comercialización del OxyContin, de la Merck por su fármaco Voxx contra la artritis, la de Roche por su Tamiflú, la de Eli Lilly por marketing ilegal de su antipsicótico Zyprexa, la de AstraZeneca por fraude de su antipsicótico Seroquel recetado en niños, ancianos, veteranos de guerra y prisioneros, la de Novartis por promoción ilegal de su antiepiléptico Trileptal, la de Johnson & Johnson por ocultar los peligros asociados a su antipsicótico Risperdal, la de Abbott por fraude a Medicaid debido al marketing ilegal de su antiepiléptico Depakote. Todas ellas desembolsaron miles de millones de dólares, multas que constituyen en todos los casos sin excepción, apenas una fracción de las ganancias previas con los propios fármacos fraudulentos. Como la banca del casino, la mafia farmacéutica nunca pierde.

Estas evidencias criminales, de por sí abrumadoras, muy probablemente constituyan apenas la parte visible del iceberg. Más pasmosa aun, es la confianza sin fisuras que la OMS, los grandes medios y los gobiernos depositaron en las vacunas experimentales contra el SARS-CoV2. Sus fabricantes son todos ellos culpables de prácticas fraudulentas comprobadas.

* Doctor en Ciencias Sociales


  1. https://www.plantadoce.com/entorno/la-industria-farma-un-mercado-que-genera-mas-riqueza-que-espana.html

  2. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/2680311/.


  1. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/8664664/

  2. https://www.sfgate.com/business/article/Huge-penalty-in-drug-fraud-Pfizer-settles-2759293.php

  3. https://www.bbc.com/mundo/economia/2009/09/090902_1730_multa_pfizer

  4. http://www.prweb.com/releases/2006/09/prweb439408.htm

  5. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/12479763/

  6. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1128917/

  7. https://bmchealthservres.biomedcentral.com/articles/10.1186/1472-6963-3-18




LA COLUMNA DE LA DRA BÁRBARA BARSAGLINI FACTORES DE RIESGO DE LA ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR

 

Son condiciones, conductas, estilos de vida o situaciones que nos exponen a mayor riesgo de presentar enfermedad cardiovascular….

De ellos tenemos:

-No modificables:

-Antecedentes familiares

-Sexo

-Edad

-Modificables:

-Hipertensión Arterial

-Diabetes

-Estrés

-Dislipemias

-Erradicables:

-Tabaquismo

-Sedentarismo

-Obesidad



Los no modificables como su nombre lo indica no podemos cambiarlos, en cambio los otros SI, erradicar y modificar!!!!

¿Cómo?

-Consulta periódica con tu médico de medicina general

-Controles periódicos de presión, peso, análisis de laboratorio, según indique el médico tratante y de acuerdo a cada paciente en particular, atendiendo sus antecedentes personales.

-Consulta con especialista cuando le sea requerido

-Cumplimiento de los diferentes esquemas terapéuticos, según requerimientos de cada paciente. Cumplir dosis, informar enseguida efectos no deseados, escasa respuesta u otra circunstancia al medico tratante.

-Policlínica de cesación tabáquica según corresponda

-Buenas prácticas de alimentación, sana y saludable.

-Control de peso. Consulta con Nutricionista si corresponde

-Ejercicio por lo menos 3 veces por semana 30 minutos por dia. Esto es lo mínimo. Se comienza de a poco a caminar y se va progresando. Consultar con tu médico y/o especialista, tu condición física previa al ejercicio y evaluar la necesidad de estudios complementarios previos

 

 

Dra. Bárbara Barsaglini

Es argentina. Se formó y trabajó en la Clínica Favalorio junto al médico.

Reside en Rocha, Uruguay, desde hace varias décadas.




jueves, 2 de febrero de 2023

LA COLUMNA DE MARCEL LHERMITTE LOS DESAFÍOS ELECTORALES DEL 23

 



Con la asunción presidencial de Lula en Brasil comenzó el año político latinoamericano, que tendrá un 2023 en donde ecuatorianos, paraguayos, mexicanos, guatemaltecos, argentinos, colombianos y chilenos serán convocados a las urnas. En tanto, en Perú, al borde del estallido social, no puede descartarse un llamado electoral.

Hace menos de un lustro se hablaba del fin de la era progresista y se preveía que el conservadurismo gobernaría América del Sur durante un ciclo que muchos auguraban que sería extenso, pero que finalmente no fue tal, al punto que actualmente solo en Ecuador, Paraguay y Uruguay la derecha administra los destinos del país, más allá de que en Perú también lo hace, pero con el matiz de que la presidenta Dina Boluarte, asumió la Presidencia del depuesto Pedro Castillo para llevar adelante un programa que dista demasiado –no solo ideológicamente– de lo que eligió el pueblo incaico.

Es de esperarse que Lula, líder de la vieja guardia de mandatarios progresistas, sea el gran protagonista de un nuevo ciclo de la izquierda regional, secundado en esta ocasión por nuevos referentes como Gabriel Boric en Chile y Gustavo Petro, en Colombia, sin olvidar el rol que tiene Andrés Manuel López Obrador en México y Xiomara Castro en Honduras.

En tanto, el 2023 será tomado por el conservadurismo regional como una oportunidad de comenzar a retomar el terreno perdido, ya sin el liderazgo que ejercía el presidente brasileño Jair Bolsonaro y, quizás, con la tímida referencia regional del uruguayo Luis Lacalle Pou o del ecuatoriano Guillermo Lasso. Este último con la necesidad de hacerse fuerte –él y sus aliados ideológicos– en las elecciones seccionales de su nación en este febrero.

Las primeras elecciones presidenciales del año serán el domingo 30 de abril en Paraguay. Los guaraníes elegirán un mandatario que suceda a Mario Abdo, del viejo Partido Colorado que viene gobernando el país desde hace décadas, con la excepción del período a cargo de Fernando Lugo. En esta oportunidad el oficialismo cuenta con la candidatura del economista Santiago Peña, mientras que la oposición formó una alianza, denominada Concertación para un Nuevo Paraguay, integrada por más de una decena de partidos y que propone al exministro de Lugo, Efraín Alegre como nuevo jefe de Estado.

Se prevé una alta polarización, entre estos dos candidatos, con la posibilidad real en esta oportunidad de que el Partido Colorado, uno de los pocos ejemplos de partidos hegemónicos que quedan en la región, pueda perder el poder y, por ende, sumarse Paraguay al nuevo bloque progresista.

En el mes de junio los guatemaltecos serán convocados para elegir presidente, legisladores y gobiernos locales. Con un escenario altamente atomizado de partidos y con un país en donde ha campeado la corrupción en las últimas administraciones, aparece el oficialismo de Vamos o la líder derechista Zury Ríos –hija del dictador Efraín Ríos Montt– como los favoritos para la contienda, aunque aún la campaña no ha tomado forma y mucha agua puede correr bajo el puente.

En lo que a presidenciales refiere, América Latina cerrará, en el mes de octubre, con los comicios de uno de los grandes: Argentina. Una encuesta de la consultora Federico González y Asociados, presentada en enero de este año, señaló que actualmente la primera fuerza es la conservadora Juntos por el Cambio, con 32,1%, mientras que el oficialismo del Frente de Todos cuenta con un 27,7%. En tercer lugar, aparece el Movimiento Libertario con el 18,4% de las adhesiones.

Si bien la oposición conservadora se encuentra mejor posicionada de momento, falta mucho aún para una elección que ni siquiera tiene definidos los candidatos y en la que la danza de nombres que se manejan para llegar a la Casa Rosada todavía son muchos.

En junio México elegirá autoridades regionales, pero exclusivamente en el Estado de México y en Coahuila, actualmente gobernados por el PRI, pero en donde Morena, el partido del presidente López Obrador aparece como un serio competidor para ganarlos. En ambos estados puede esperarse una alianza de los conservadores PRI, PAN y PRD para enfrentar con posibilidades de éxito a Morena.

También Colombia, luego del histórico triunfo de Gustavo Petro se prepara para las elecciones regionales que se harán efectivas el 29 de octubre de este año. El actual mandatario cuenta en este momento con un 52% de respaldo ciudadano a su gestión, según encuestas, por lo que no es de descartarse que el Pacto Histórico continúe ganando terreno en el país cafetero.

Los chilenos no serán la excepción y también deberán hacer uso de su derecho cívico en las urnas, pero en este caso a través de una consulta que tendrá como objetivo culminar en una nueva Constitución que remplace a la actual carta magna pinochetista. Se prevé que en abril se elijan los nuevos consejeros constitucionales y en noviembre se celebre el plebiscito.

Finalmente, es un misterio saber qué acontecerá en Perú, país que se encuentra en una gran crisis institucional, gobernado por una administración que ha reprimido violentamente las manifestaciones callejeras y que ha dejado un saldo de decenas de muertos y centenares de heridos desde la salida de Castillo. El diálogo entre el gobierno y los movimientos sociales aparece cortado y gran parte de la población se mantiene en las calles reclamando por su derecho a elegir nuevas autoridades.

El 2023 será un año político y electoral intenso, con mucho en juego, con un progresismo en alza regional y con un conservadurismo que buscará dejar de perder terreno en las urnas.



Marcel Lhermitte es periodista, licenciado en Ciencias de la Comunicación y magíster en Comunicación Política y Gestión de Campañas Electorales. Ha asesorado a candidatos y colectivos progresistas en varios países de América Latina, el Caribe y Europa. Director de la revista latinoamericana de comunicación política Relato. Coordinador del Diplomado en Comunicación Política de la Universidad Claeh.