Los
presidentes de los doce países sudamericanos “acordaron realizar
acciones conjuntas para impulsar el proceso de integración política,
social y económica, incluyendo la modernización de la
infraestructura regional y acciones específicas para estimular la
integración y desarrollo de subregiones aisladas”.
Acordaron
“un mecanismo institucional de coordinación de acciones
intergubernamentales, con el objetivo de construir una agenda común
para impulsar proyectos de integración de infraestructura de
transportes, energía y comunicaciones”.
Usted
pensará que esto corresponde a la reciente “cumbre”, que se
realizó el martes 30 de mayo de este año 2023 en Brasilia,
convocada por el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva.
Pues,
parecido no es lo mismo. Estos dos párrafos corresponden a la
“Primera Reunión de Presidentes de América del Sur” que,
coincidentemente, se realizó también en Brasilia, pero el 31 de
agosto del año 2000. Hace 23 años. Y fue convocada por el entonces
presidente Fernando Henrique Cardoso.
Además
del anfitrión estuvieron los Jefes de Estado de Argentina, Fernando
De la Rúa; Bolivia, Hugo Bánzer Suárez; Chile, Ricardo Lagos
Escobar; Colombia, Andrés Pastrana Arango; Ecuador, Gustavo Noboa;
Guyana, Bharrat Jagdeo; Paraguay, Luis Angel González Macchi; Perú,
Alberto Fujimori; Suriname, Runaldo Ronald Venetiaan; Uruguay, Jorge
Batlle Ibañez; y Venezuela, Hugo Chávez.
Hay
coincidencias entre estas dos reuniones, separadas por 23 años. Al
terminar la del año 2000 se firmó una declaración, pero más
ambiciosa y “ampulosa” diría yo, porque tuvo 12 páginas y 62
puntos.
La
de este año fue más modesta. Apenas nueve puntos en los que se
vuelven a mencionar los deseos de una integración continental en
diversas áreas. Casualmente las mismas de hace 23 años.
En
ambos documentos se expresa el deseo, y la necesidad, de encarar
cuestiones como la seguridad, la integración, la paz regional, el
cambio climático, el comercio, las migraciones y otros temas.
Otra
coincidencia es que el espectro ideológico fue amplio en ambas
reuniones. La del 2000 estuvo dominada por representantes de
gobiernos conservadores y de derecha, con minoría de “progresistas”,
representados por el socialista chileno Ricardo Lagos y el venezolano
Hugo Chávez.
Este
año el panorama era al revés. Además del anfitrión estuvieron los
presidentes de Argentina, Alberto Fernández; Bolivia, Luis Arce;
Chile, Gabriel Boric; Colombia, Gustavo Petro; Ecuador, Guillermo
Lasso; Guyana, Irfaan Ali; Paraguay, Mario Abdo Benítez; Surinam,
Chan Santokhi, y Venezuela, Nicolás Maduro.
La
mayoría de los asistentes eran “progresistas”, y en minoría
algunos reconocidos conservadores de derecha o centroderecha, como
los presidentes de Ecuador, Guillermo Lasso, de Paraguay, Mario Abdo,
y de Uruguay, Luis Lacalle Pou.
Increíblemente
fue el presidente uruguayo quien asumió una posición que, podría
suponerse, que fuera bandera de los progresistas.
“¡Chega
de instituciones!”, dijo Lacalle Pou utilizando un término
portugués para decir “basta” y rechazó la formación de
asociaciones que “terminan siendo clubes ideológicos, que tienen
vida y comunidad en tanto y cuanto marchemos las ideologías”,
comentó.
“Utilicemos
los mecanismos que tenemos, las instituciones de las que
participamos, y bienvenido el liderazgo de las grandes naciones”,
apuntó Lacalle Pou en referencia a la iniciativa de Lula para volver
a intentar una integración regional.
“Vayamos
a las acciones” insistió el presidente uruguayo. Y más allá de
la opinión de cada persona pueda tener sobre la gestión de Lacalle
Pou al frente del gobierno de Uruguay, no deja de ser un reclamo
sensato. Y que debiera ser tomado en cuenta.
Seguramente
las “acciones” que reclamó Lacalle Pou no serán las mismas de
otros presidentes, con otra posición ideológica, pero habrá que
coincidir que, de una vez por todas, hay que dejarse de tanta reunión
y “tomar el toro por las guampas”.
Eso
significa emprender acciones reales y concretas para encarar los
grandes y graves problemas de la gente.
Cuántos
años hace que América Latina en general, y Sudamérica en
particular, reúne a sus gobernantes, cada tanto, para discutir,
debatir, analizar, diagnosticar, proponer y exponer el drama de los
pueblos de la región, pero todo sigue igual. O parecido.
En
una reciente visita a Montevideo, el Director Regional de la FAO
(Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura), Mario Lubetkin, reveló que “en la región hay un
poco más de 56 millones de personas que pasan hambre, más del 8 por
ciento de la población regional”. Y en América Latina “hay más
de 130 millones que no se alimentan correctamente”.
Entonces,
tiene que llegar el momento que los gobernantes, cada uno en su país,
o en conjunto, decidan, de una vez por todas, enfrentar este y tantos
otros dramas. Pero no se vislumbra nada alentador. Todo se remite a
palabras, a declaración de buenas intenciones y…hasta ahí.
Como
dijo alguna vez el desaparecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez,
tal vez con otras palabras, pero muy gráfico: “Los gobernantes
vivimos de cumbre en cumbre mientras los pueblos siguen de valle en
valle”…
Las
“cumbres” están diseñadas “para que todo transcurra dentro de
una estricta coreografía diplomática, una especie de ‘minuet’,
donde ningún paso es dejado al azar y ninguna extravagancia fuera
del libreto se permite”. Y como comentó alguien más alguna vez,
las cumbres suelen convertirse en espacios para generar una especie
de “turismo presidencial”. ¿Y las urgencias de la gente?. Bien,
gracias…
Carlos
Castillos - Docente y periodista, trabajó en Radio Chuy, Difusora
Rochense, El Espectador, Radio Carve, CX 30 La Radio, Emisora del
Palacio FM y CX 36 Radio Centenario. Además fue corresponsal de la
agencia alemana de prensa dpa en Uruguay, Argentina y Paraguay
durante 22 años. Es egresado del Instituto Superior de Educación
Física (ISEF) como Entrenador de Fútbol y desde el 2010 impulsa el
Movimiento de Cine Con Vecinos-Uruguay que se dedica a producir
documentales comunitarios y a talleres básicos en todo el país.
Desde el 2011 participa del Movimiento ARAS (Artistas Rochenses
Amigos) para publicar y difundir obras de creadores de la zona.