'No nos iremos hasta que vuelva Mursi. Si no moriremos como mártires'
El Mundo.es
Partidarios de Mursi protestan cerca de la sede de la Guardia Republicana. | Reuters
Tensa jornada en Egipto. Miles de partidarios de los Hermanos Musulmanes y su presidente depuesto, Mohamed Mursi,
protestan este domingo ante su lugar de detención en El Cairo.
Mientras, los opositores al presidente egipcio depuesto se congregan en
la cairota plaza Tahrir. Como telón de fondo, la crisis institucional
abierta ayer con el confuso nombramiento -después desmentido- de Mohamed El Baradei como primer ministro.
Las movilizaciones rivales hacen pensar en el riesgo de nueva violencia, mientras este domingo proseguían las difíciles negociaciones de cara al nombramiento de un nuevo primer ministro después de que el premio Nobel de la Paz no generase el suficiente consenso.
"¡Mursi, Mursi, Alá es el más grande!", "¡Paz, paz!", clamaban los partidarios de los Hermanos Musulmanes ante la atenta mirada de soldados y policías.Miles de partidarios de Mursi se han reunido miles en la plaza An Nahda, junto a la Universidad de El Cairo -en el barrio de Guiza, en la ribera occidental de la capital-, ante una mezquita del barrio de Ciudad Nasser (donde los islamistas creen que se halla retenido Mursi), así como ante la sede de la Guardia Republicana, donde cuatro de los suyos fallecieron el viernes durante un intercambio de disparos con los soldados.
"No nos marcharemos hasta que Mursi vuelva. De lo contrario, moriremos como mártires", aseguraba Ahmad Ali Al-Sawi, una mujer de 55 años cubierta con un velo, en plena protesta. "Este fue un golpe contra nuestra democracia", proseguía.
El movimiento Tamarrod (Rebelión), origen de las manifestaciones contra Mursi hace ahora una semana, ha instado a la "movilización del pueblo egipcio en todas las plazas [de Egipto] para rematar [la revolución de] el 30 de junio". Además de en la plaza Tahrir, se esperan reuniones de manifestantes junto a los palacios presidenciales de Itihadiya y Al Quba, según explicó en su página en Facebook, donde además advirtió de que cualquier otra protesta no será suya, sino de personas que "tal vez quieran atacar a los manifestantes".
Fuentes militares informaron de que los militares han tomado esta medida para impedir que se produzcan enfrentamientos entre fieles y opositores a Mursi. Las fuentes agregaron que quienes quieran participar en esas concentraciones deberán dejar su vehículo antes de los puestos militares y recorrer a pie las amplias avenidas que dirigen hacia ese distrito acomodado de la capital egipcia.Además, el Ejército ha desplegado blindados en torno al cuartel, señalaron las fuentes.
Según la televisión estatal, los partidarios de Mursi ya habían cerrado previamente los accesos al cuartel general de la Guardia Republicana con piedras y barreras de metal, y han formado "comités populares" que se encargan de la seguridad.
Esta nueva jornada de manifestaciones se celebrará con el telón de fondo de la crisis institucional abierta tras el confuso anuncio oficial anoche de que el nobel de la paz Mohamed el Baradei sería el primer ministro, para más tarde ser desmentido por un portavoz presidencial.
Existe el temor a que, pese a la actual situación de tensa calma en el país, puedan repetirse los enfrentamientos que en los dos últimos días dejaron al menos 35 muertos y unos 1.400 heridos, según cifras de Sanidad.
Las movilizaciones rivales hacen pensar en el riesgo de nueva violencia, mientras este domingo proseguían las difíciles negociaciones de cara al nombramiento de un nuevo primer ministro después de que el premio Nobel de la Paz no generase el suficiente consenso.
"¡Mursi, Mursi, Alá es el más grande!", "¡Paz, paz!", clamaban los partidarios de los Hermanos Musulmanes ante la atenta mirada de soldados y policías.Miles de partidarios de Mursi se han reunido miles en la plaza An Nahda, junto a la Universidad de El Cairo -en el barrio de Guiza, en la ribera occidental de la capital-, ante una mezquita del barrio de Ciudad Nasser (donde los islamistas creen que se halla retenido Mursi), así como ante la sede de la Guardia Republicana, donde cuatro de los suyos fallecieron el viernes durante un intercambio de disparos con los soldados.
"No nos marcharemos hasta que Mursi vuelva. De lo contrario, moriremos como mártires", aseguraba Ahmad Ali Al-Sawi, una mujer de 55 años cubierta con un velo, en plena protesta. "Este fue un golpe contra nuestra democracia", proseguía.
En Tahrir
Dos días después de los mortales enfrentamientos, al margen de las manifestaciones las calles de El Cairo se encontraban excepcionalmente desiertas, con la mayoría de los comercios cerrados este domingo, el primer día de la semana en Egipto. El viernes, al menos 37 personas fallecieron y 1.400 resultaron heridas en todo el país.El movimiento Tamarrod (Rebelión), origen de las manifestaciones contra Mursi hace ahora una semana, ha instado a la "movilización del pueblo egipcio en todas las plazas [de Egipto] para rematar [la revolución de] el 30 de junio". Además de en la plaza Tahrir, se esperan reuniones de manifestantes junto a los palacios presidenciales de Itihadiya y Al Quba, según explicó en su página en Facebook, donde además advirtió de que cualquier otra protesta no será suya, sino de personas que "tal vez quieran atacar a los manifestantes".
Calles cerradas
Las congregación de manifestantes se ha producido a pesar de que las Fuerzas Armadas egipcias estaban cerrando esta tarde las calles que conducen al este de El Cairo, donde los islamistas fieles al presidente depuesto Mohamed Mursi han organizado las protestas.Fuentes militares informaron de que los militares han tomado esta medida para impedir que se produzcan enfrentamientos entre fieles y opositores a Mursi. Las fuentes agregaron que quienes quieran participar en esas concentraciones deberán dejar su vehículo antes de los puestos militares y recorrer a pie las amplias avenidas que dirigen hacia ese distrito acomodado de la capital egipcia.Además, el Ejército ha desplegado blindados en torno al cuartel, señalaron las fuentes.
Según la televisión estatal, los partidarios de Mursi ya habían cerrado previamente los accesos al cuartel general de la Guardia Republicana con piedras y barreras de metal, y han formado "comités populares" que se encargan de la seguridad.
Esta nueva jornada de manifestaciones se celebrará con el telón de fondo de la crisis institucional abierta tras el confuso anuncio oficial anoche de que el nobel de la paz Mohamed el Baradei sería el primer ministro, para más tarde ser desmentido por un portavoz presidencial.
Existe el temor a que, pese a la actual situación de tensa calma en el país, puedan repetirse los enfrentamientos que en los dos últimos días dejaron al menos 35 muertos y unos 1.400 heridos, según cifras de Sanidad.
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