Tras un tiempo de silencio, reapareció el
expresidente Luis A. Lacalle en un acto partidario por Herrera y afirmó
que el gobierno del Frente Amplio "no tiene identidad nacional" sino que
tiene "espíritu de patria grande" regional.
Daniel Isgleas
El expresidente Lacalle hizo un discurso de
evocación de la figura de Herrera en el Centro Pontevedrés, en el Prado,
ante una numerosa concurrencia con motivo del cumplimiento en esta
jornada de los 140 años del nacimiento del caudillo nacionalista Luis
Alberto de Herrera, su abuelo materno y mentor político.
En un pasaje de su intervención en la reunión, Lacalle
rescató el concepto de Herrera sobre el "fortalecimiento nacional", lo
que le sirvió para avanzar sobre la actitud del Frente Amplio.
"Todos estamos alarmados ante el debilitamiento de la
identidad nacional. Cuando llegó el Frente Amplio al gobierno de
Montevideo eliminó el escudo departamental y lo sustituyó por uno nuevo.
Acabo de estar en Florencia y los símbolos de la ciudad son de la época
de los Médici, o de antes, y a nadie se le ocurre tocar eso porque son
del año 1400", dijo.
Y agregó que "acá vinieron éstos (los gobernantes del
Frente) y suprimieron ese escudo bellísimo y cuando llegaron a la
Presidencia suprimieron el escudo nacional cambiándolo por un sol
naciente. ¿Son pavadas? No, no lo son. Son afloraciones del
subconsciente que luego se concretó en una política no nacional",
analizó el expresidente.
Y añadió que hoy "no hay una identidad nacional en
materia de política exterior. Estamos con el tema de la patria grande
como si no alcanzara con la que tenemos. Sin pretender vivir aislados,
Herrera decía que somos orientales, que eso es lo que quisimos ser".
"Este es un gobierno que claramente no tiene un espíritu nacional y tenemos que recuperar lo de Herrera", subrayó.
Montevideo.
Asimismo, Lacalle dio un espaldarazo al proceso de
creación de un nuevo lema partidario para recuperar para el Partido
Nacional y el Partido Colorado el gobierno del departamento de
Montevideo, cuando precisó que esa idea responde a "la convocatoria a
los vecinos, no la fusión de dos partidos".
"No es que blancos y colorados están maquinando. Son
los vecinos de Montevideo que se unen frente a problemas que no son
ideológicos. La basura o el alumbrado no tienen color partidario. El
vecino pide que le levanten la basura. Hasta en ese tema Herrera fue
inteligente.
Ahora, explicó, "se intenta superar lo políticamente
partidario para juntar por encima de los partidos". "No hay que negar
la condición de blanco sino tener subida la mirada", remarcó.
"Nunca más vamos a ganar en función de partido
cerrado, sino en función de ser el instrumento que la gente elija para
determinados resultados. Eso hay que tenerlo presente", sostuvo.
Gobernar.
Recordó que 55 años atrás en 1957 salió con Herrera
de la quinta, donde por entonces Lacalle vivía con sus padres,
acompañando al caudillo a una gira nacional con motivo de las elecciones
de 1958.
Lacalle recordó una frase que sintetiza el
pensamiento de Herrera y la definición de lo que un político debe
dirimir: "Lo que se quiere y lo que se puede". "Ese es el drama y el
dilema del gobernante, del político, del que tenga cualquier tipo de
responsabilidad", sostuvo el expresidente.
"Lo que se quiere y lo que se puede. Hay una
distancia entre ambas cosas pero hay que seguir queriendo mucho para
hacer algo. Los sueños tienen que ser siempre altos para luego
transformarlos en cosas concretas", dijo.
Y recordó otra lección que aprendió de su abuelo
Herrera que él puso en práctica en las campañas electorales: "Ser cortos
en la promesa para ser largos en el cumplimiento".
Recordó que en la elección de 1989 la empleó porque
sabía que la tarea de gobierno que le esperaba a partir de marzo de 1990
sería difícil. "El realismo es la gran filosofía política", dijo.
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