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sábado, 4 de enero de 2014

Prostitución: investigan más clientes


las menores obligadas a prostituirse brindaron nuevos datos en el juzgado

La Policía identificó a más clientes de Punta del Este y Cerro Largo de las siete menores que eran prostituidas por una banda de proxenetas. Siete madres están comprometidas por omisiones a la patria potestad.
La Justicia probó que un empresario de La Barra envió giros a una menor. Foto: Sofía Orellano
Eduardo Barreneche
El País
 
"A El Cata lo conocí a través de mi hermana. Hace como tres meses, yo fui a la casa de él y me dijo que si quería tener relaciones sexuales con él, me daba plata, que yo le pidiera lo que quisiera cuando precisara, me hacía regalos, me compraba lo que quería y yo accedí".
Este es el testimonio de una de las siete adolescentes de Melo que el líder de la banda primero sedujo y luego convenció a tener relaciones sexuales con otros "clientes" de la capital arachán y en Punta del Este.
Según investigaciones policiales iniciadas en octubre en Maldonado y en Cerro Largo, el líder de la banda conocido por las adolescentes con el apodo de El Cata, llevó a Punta del Este a cuatro menores de edad y las contactó con diversos clientes, entre ellos un empresario de 75 años que resultó procesado con prisión por la Justicia el pasado martes 31 de diciembre.
Las fuentes dijeron a El País que, tras las informaciones aportadas por las adolescentes, ahora resta ubicar a clientes de Melo y Punta del Este que pagaban entre $ 300 y $ 400 para mantener encuentros sexuales con las menores.
"Hace tres años lo conocí a El Cata en Fraile Muerto donde fui con mi prima. Ahí empecé a frecuentar su casa (en Melo) donde me trataba lo más bien", declaró una joven de 18 años en el Juzgado de Melo.
Consultada por el juez Javier Gandini sobre cuánto El Cata le pagaba por mantener relaciones sexuales, la joven respondió: "A mí me daba trescientos pesos. El celular de El Cata tiene una cantidad de números de viejos y milicos que llamaban para acostarse con (...) y con (...) El Cata las llevaba a las casas de los clientes y después las levantaba", agregó la joven.
El auto de procesamiento, que fuera publicado ayer en la página web del Poder Judicial, señala que el empresario de Punta del Este procesado, de 75 años, giró "importantes sumas" de dinero a través de redes de cobranza que fueron a parar al proxeneta.
Según la resolución judicial, el empresario también efectuó giros de dinero a través de una tercera persona, ya que por "la frecuencia y cantidad de dinero enviada", la agencia le impidió hacer los mismos hasta que efectuara una declaración que "nunca realizó".
Enseguida agrega: "dichos giros a nombre del líder de la gavilla eran en beneficio de una adolescente de 15 años. La vinculación de la adolescente y el empresario se dio en el mes de mayo (de 2013) a través de una amiga de ambos".
El fallo judicial indica que la menor concurrió a Maldonado expresamente a conocer al empresario "para tener sexo a cambio de beneficios económicos teniendo conocimiento de que se trataba de una persona adinerada".
La amiga del empresario puntaesteño relató en el Juzgado: "Mi hermano conoce bien a (...) (la menor de 15 años) y la vida que ella tiene, que mantiene relaciones sexuales a cambio de dinero. Ella consume drogas. Y le dijo a mi hermano que si conocía a alguien que tuviera plata para estar con ella, para mantener relaciones sexuales por plata porque como ella está con el tema de la droga necesitaba plata".
Agregó que cuando habló con el empresario en Punta del Este, le dijo que había una chiquilina que quería conocerlo. "Él me dijo que si queríamos, él pagaba los pasajes y nosotras íbamos" a Maldonado.
Una vez en Maldonado, el empresario la llevó a un restaurante y luego a un shopping donde le compró a la adolescente vestimentas (campera, championes) y un celular.
"Al final del día la aloja en una casa en la barra de Maldonado en donde mantienen relaciones sexuales y al otro día la menor vuelve a Melo", indica el fallo de la Justicia.
A partir de ese momento, agrega, comienzan los giros de dinero para la menor cuyo destinatario era El Cata, señala el auto de procesamiento.
Fuentes policiales dijeron a El País que un padre y una madre de las menores cobraron los giros y agregaron que la Justicia analiza si estas u otras madres incurrieron en omisión de los deberes inherentes a la patria potestad.
En tanto, otras fuentes del caso explicaron que varias de las madres enfrentan procesos en juzgados de familia de Melo por esta causa.
Otras adolescentes ratificaron que El Cata tenía un amigo empresario de Punta del Este. "El otro día, ese amigo lo llamó a su celular y le preguntó por la menor (que había viajado a Maldonado), a lo que El Cata le dijo que hacía días que no la veía. Por lo que el empresario le preguntó si no tenía alguna amiga para él. El Cata me dijo que (el empresario) era un amigo que dos por tres lo llamaba y le pedía que le consiguiera mujeres", señaló una de las adolescentes en el Juzgado.

La trama.

El modus operandi de la gavilla era sencillo pero eficaz. Se contactaban con menores de escasos recursos económicos, luego les ofrecían dinero y regalos a cambio de favores sexuales.
Según investigaciones realizadas por la Policía de Cerro Largo, las adolescentes vivían en los barrios Feder, Collazo, Mendoza y Trampolín. Los dos sujetos procesados, El Cata y otro individuo, vivían en el barrio Feder.
El fallo judicial expresa que desde hace varios años a la casa de El Cata en Melo "frecuentan adolescentes a las que les ofrece dinero, ropa, recarga de tarjetas de celulares o diferentes promesas económicas a cambio de tener con él relaciones sexuales, manifestándoles que las mismas podían tener novios y que a él no les molestaba".
El juez de Melo, Javier Gandini, en el auto de procesamiento explica que "esta situación la vivían las adolescentes en la casa del indagado no solo con él sino también con otros hombres que frecuentaban el lugar en donde bebían, comían, se drogaba y mantenían relaciones sexuales".
También surge que el indagado "en diversas oportunidades" se comportó como intermediario "ayudando a las mismas a conseguir `clientes` contribuyendo a que se prostituyeran en su casa o llevándolas a los domicilios de estos y luego yéndolas a buscar".
Una menor de 15 años declaró en el Juzgado que la mayoría de las adolescentes que concurrían a la casa de El Cata "se acostaban con él. Él les daba plata, championes, ropa".
Otra adolescente de 17 años confirmó que el líder de la banda seducía a las chicas que llevaba a su casa y luego las prostituía. "Según los dichos de las gurisas mismas, él tenía relaciones con casi todas", según expresa el fallo judicial.
Además la Justicia indagó a un primo de El Cata que residió durante un tiempo en la casa del líder de la gavilla y también obtuvo favores sexuales de las menores a cambio de dinero.
Una adolescente de 15 años testificó: "El Cata me dio $ 300 y mantuvimos relaciones sexuales. Y el primo de El Cata también me prometió dinero y mantuvimos relaciones sexuales yo y mi hermana pero nunca nos dio el dinero".

Ministra Kechichián repudió los casos de prostitución en Melo y Punta del Este

La ministra de Turismo, Liliam Kechichián, repudió los casos de prostitución de menores en Melo y Punta del Este. En un comunicado dijo que en el Ministerio de Turismo se sienten "indignados" por el involucramiento de "un empresario de la Barra de Maldonado relacionado con la gastronomía y la hotelería" en el caso.
Kechichián recordó que más de 300 operadores privados, entre hoteleros, agencias de viajes y establecimientos rurales, suscribieron un convenio marco para incorporar en sus empresas adhesivos y otros materiales en el marco de la campaña para la Erradicación de la Explotación Sexual Comercial de Niñas, Niños y Adolescentes.
El código de ética en la materia estableció que "todo operador registrado" está obligado "a colaborar con la prevención de la explotación sexual infantil, y fijando códigos de conducta dentro de los establecimientos para que no se ofrezcan servicios sexuales que exploten a niñas y adolescentes, y así poder evitar y denunciar a quienes ofrecen ese servicio".
En este sentido se informó que se "redoblarán" esfuerzos para evitar estos delitos.
El martes 31 de diciembre, un empresario gastronómico de Punta del Este fue procesado con prisión por mantener relaciones sexuales con una menor a cambio de dinero.
El abogado defensor del empresario, Leonardo Guzmán, señaló en el Juzgado que apelaría el fallo por considerar que no está probado que su cliente incurrió en una retribución económica a una menor, ya que le enviaba dinero para que la misma se costeara un tratamiento médico para una seria enfermedad.

El fallo del juez Gandini

El juez penal de Cerro Largo, Javier Gandini procesó con prisión a El Cata y a otro sujeto oriundos de Melo por reiterados delitos de retribución a menores para que ejecuten actos sexuales. Un empresario de Punta del Este, de 75 años, también fue remitido por cometer un delito de retribución a menores de edad para obtener a cambio favores sexuales.
También dispuso que todas las declaraciones de los indagados y de las menores fueran derivadas al Juzgado de Familia donde se analizará si sus familiares incurrieron en omisión a los deberes inherentes a la patria potestad.
El juez dispuso que técnicos del Instituto Técnico Forense u otra entidad estatal practiquen pericias psicológicas y psiquiátricas a los tres procesados.
Dos individuos, que habían sido acusados de ser clientes de la red de proxenetas, fueron liberados. Otros dos individuos mantuvieron la calidad de emplazados.
El magistrado ordenó que se formara un pieza presumarial para proseguir las investigaciones sobre más clientes de la banda oriundos de la ciudad de Melo como de Maldonado. En una oportunidad, el jefe de la banda llevó a cuatro menores a prostituirse en Punta del Este

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