Escritor y periodista Julio Dornel
Eran tantas las nacionalidades que se fueron afincando en este mosaico fronterizo en las primeras décadas del siglo pasado, que si no eras nativo te calificaban de turco, que sin ser peyorativo te encasillaban en el grupo de los extranjeros. De esta manera fueron llegando a la línea divisoria, representantes de distintas colectividades que sin conocer Turquía se convirtieron en los primeros “turcos” que fueron poblando la frontera. Allá por el 60 y tanto don Miguel Smaisik estacionaba su Ford T modelo 48 frente al Hotel Chuy, para instalar su tienda de vendedor ambulante junto a su familia. Entre ellos, su hijo Simón, que nacido en Treinta y Tres el 29 de junio de 1942, por razones económicas abandonaba sus estudios de medicina para dedicarse al comercio, convirtiéndose en un importante eslabón de la cadena migratoria que había comenzado con sus padres (Reina y Miguel).”El Bebe” fue uno más, encontrando en este enclave fronterizo la “tierra prometida” que le dio la oportunidad de de comenzar una dinámica comercial, que fue de alguna manera un valioso aporte para el desarrollo zonal. Pese a su juventud el “Turco Bebe” se fue integrando a todas las actividades que apuntaban a mejorar el bienestar de la población. Al margen de su permanente colaboración con los centros educativos y asistenciales, fue fundador de la Cámara Internacional de Comercio, de la Comisión Binacional de Integración Fronteriza, impulsando permanentemente las políticas de frontera que apuntaban a incentivar la verdadera integración para que esta tierra de promisión fuera también el lugar hospitalario y generoso donde pudieran convivir todos aquellos que sin haber nacido sobre la línea divisoria buscaran un lugar para trabajar en paz por encima de las ideologías. Era consciente que muy poco se podría lograr si no se contaba con el apoyo de los vecinos que son en definitiva los verdaderos involucrados. En este marco debemos reconocer su voluntad de integran a los representantes de otras comunidades para trabajar juntos en diversas comisiones, logrando que el OLIVO DE LA PAZ fuera plantado en forma conjunta por árabes, judíos y cristianos el 27 de setiembre del año 2001 en el centro de las avenidas Brasil y Uruguay. Por este motivo pensamos que el “Turco Bebe” ha sido el continuador y principal referente de la integración que disfruta esta ciudad, merced al impulso de las buenas relaciones existentes en la sociedad civil. Para culminar esta evocación sobre la personalidad de Simón “Bebe” Smaisik, y la presencia de su familia en Chuy, nada mejor que ofrecer a nuestros lectores, las reflexiones de la periodista Graciela Vera:”En aquellos años resultaba fácil emigrar. Tenemos la imagen de aquel Montevideo que veía descender de los barcos, riadas de gente en busca de pan. A la gran mayoría se les dio mucho más que pan. Pero no se lo regalamos, eran emigrantes que llegaban a una tierra de promisión donde había mucho por hacer”. Cuánta razón, eran emigrantes que abandonaban sus casas, sus familias, y sus amigos en busca de pan, tranquilidad y trabajo. Muchos lo lograron, a costa de su propia vida. Algunos vecinos han iniciado un movimiento popular para que la pequeña calle Guaiba donde residió durante su estadía en Chuy, recoja su nombre: SIMON SMAISIK. En las notas gráficas lo podemos observar en la Comisión Binacional de Integración Fronteriza con Fatti Hawuard, Samuel Priliac, el padre Napoleón Bueno, Luis Etchartea, Alvaro Melendrez y el autor de la nota.(1984). Plantación del OLIVO DE LA PAZ, acompañado por representantes de la colectividad árabe y la iglesia católica.(setiembre 2001). En el viejo Ford T modelo 48, hace el último viaje del vendedor ambulante, que abandona la calle para inaugurar “EL BARATILLO”.
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