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lunes, 15 de agosto de 2016
MERECIDO RECONOCIMIENTO. LICEO Nº 2 “JORGE CALVETTE AYESTARAN”. Por Julio Dornel.
Escritor y periodista Julio Dornel
“La sociedad civil organizada entendió que el liceo Nº 2 de esta ciudad debería llevar el nombre del Prof. Jorge Calvette Ayestaran y se abocó a juntar firmas y argumentar esta posibilidad.
En lo personal, desde el lugar que ocupo, solo di trámite a un pedido de quienes nos ponen ahí, la ciudadanía. Es una gran alegría concretar esta denominación, ya que se había intentado hacerlo en el anterior período legislativo a través del hoy intendente Aníbal Pereyra, pero bueno, muchas veces los tiempos parlamentarios no son lo rápido que uno quisiera”. Con estas palabras el diputado Herman Alsina (MPP) informaba a la prensa sobre la designación del Liceo Nº 2 con el nombre del Prof. Jorge Calvette, en reconocimiento a su destacada trayectoria en el ámbito de la enseñanza. Se trata de una sentida aspiración que hace justicia con un educador moderno que supo acompañar los cambios que iba experimentado la enseñanza por aquellos años. Disfrutó en su momento del reconocimiento mundial, al transitar por una carrera que había iniciado en la secretaría del liceo de Chuy y culminó en México como Director del Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa. En 1964 fue el único representante Latinoamericano que asistió al Congreso de Enseñanza Artística realizado en el Centro Internacional de Estudios Pedagógicos de Francia. De regreso a esta ciudad nos señalaba que en estos momentos “en que la juventud está viviendo las consecuencias de los grandes cambios, debemos ofrecerles todas las oportunidades para que pueda desarrollarse como un hombre creativo. Un hombre creativo no solamente para que pueda pintar algunos cuadritos, si no un hombre creativo que sea capaz de crear su mundo, recreándose a sí mismo para que pueda adaptarse a este mundo tan cambiante, que de forma vertiginosa se está creando a cada momento”.
EL PROFESOR JORGE “YOYO” CALVETTE AYESTARAN.
“YOYO”, el amigo, el profesor, el hermano. “YOYO” en la música, los libros, el cine, el arte, el colorido. “YOYO” en las charlas, los enigmas, el idioma francés. También “YOYO” para las magnitudes que nadie supo entender”. Solamente un ex alumno podría pronunciar estas palabras, y fue en un homenaje que se realizara en los salones del Club Social Chuy, el 23 de junio de 1987, cuando se cumpliera el quinto aniversario de su desaparición física. Había nacido en Santa Vitoria do Palmar el 8 de febrero de 1930 y murió en México, cuando dirigía el Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa, el 23 de junio de 1982. Vivió poco pero intensamente, dejando en su “currículo” muchas credenciales, que en la actualidad lo ubicarían entre los hijos más destacados de la ciudad. Manifestó siempre una asombrosa capacidad para encontrar los caminos de la comprensión entre los jóvenes haciéndoles ver que eran mucho mejor de lo que ellos mismos creían. Valorizaba como nadie a sus alumnos. Leía permanentemente, sin que esto fuera una actividad común en el Chuy de aquellos años. Fue un auténtico autodidacta, sorteando muchos obstáculos para ir escalando posiciones en el difícil camino del arte y la enseñanza.
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Las palabras del Profesor Calvete tienen plena vigencia: ¡qué importante es darle las mayores posibilidades a los jóvenes para que se desarrollen como hombres creativos!
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