Bomberos advirtió que sede de la Corte Electoral no resiste más peso
El Observador
El edificio no tiene espacio ni capacidad para albergar miles de credenciales
La sede que almacena las credenciales de todos los ciudadanos del país no da abasto. Según indicó a El Observador el director de la Oficina Nacional Electoral (ONE), Fernando Pereira, “el edificio no está en condiciones de mantener más peso”. El mayor problema surge en la sección de cancelaciones, donde se encuentran guardadas todas las actas sin vigencia de los registrados para votar desde 1824.
“Tenemos problemas de espacio. Ya está planteado. Inclusive Bomberos nos ha dicho que en algunos pisos no hay más capacidad. Es un edificio viejo. No se puede seguir metiendo peso”, explicó Pereira.
El lugar donde se guardan las partidas de los ciudadanos se divide en varios sectores. En el archivo general están todas las credenciales de los habilitados para votar. Estas se encuentran cuidadosamente ordenadas en 4.600 legajos y cada uno resguarda, a su vez, 450 credenciales.
Solo Montevideo ocupa una habitación entera. Las de inhabilitados (presos y enfermos) se ubican en una pequeña estantería apartada, en una habitación sin luz. Luego, las credenciales del interior del país entran en una habitación menor a la capitalina, aunque ahora hace eco, puesto que todavía no volvieron los legajos desde la consulta popular para impulsar el referéndum del aborto. “Acá están solo los vivos, a los muertos los llevamos para cancelaciones”, bromeó una funcionaria.
En cancelaciones es donde está el problema del espacio. Allí se albergan, en sobres de Manila, todos los registros de los fallecidos, desde 1824 hasta la actualidad. “No entra un muerto más, nos tenemos que mudar”, dijo, entre risas, otra funcionaria.
La falta de espacio es evidente. Los sobres están tan apretados que, una vez que se sacan, casi no pueden volver a meterse en las estanterías, por lo que los funcionarios optan por dejarlos salidos de su lugar. Cuántos registros alberga el sector de cancelaciones es “imposible saberlo”, confesó la funcionaria.
Cada sobre tiene 25 credenciales, que se ordenan de forma aleatoria. Los expedientes guardan el acta de inscripción, la ficha donde se imprimen todos los dedos de la mano, la foto de frente y de perfil de la persona, la ficha de nacimiento y el certificado de defunción.
Sin embargo, según explicó el director de la oficina, tienen que deshacerse de algunos papeles porque sino, no entran en la estantería. “La idea es mudar parte del registro de cancelaciones a una especie de galpón grande donde se pueda armar un archivo. Ahí vamos a tener la oportunidad de mostrárselo a todo el mundo”, agregó Pereira.
Mientras tanto, las credenciales de los famosos ocupan un lugar privilegiado. En uno de los sobres, en un papel transparentado, el dibujo de una mano con el dedo meñique torcido hacia adentro señala la identidad de un hombre morocho con el pelo engominado. El sello casi borroneado de la Corte Electoral habilitaba a votar, en 1940, a Wilson Ferreira Aldunate.
También personalidades como Luis Alberto de Herrera, Benito Nardone y Emilio Frugoni se salvan de la montonera de sobres descuidados y se resguardan, en cambio, en un pequeño armario.
“Bomberos nos ha dicho que no hay más capacidad. Es un edificio viejo, no se puede seguir metiendo peso”.
“Es complejo hurgar en el archivo. Todo esto es un montón de papeles”.
Fernando Pereira
Director de la Oficina Nacional Electoral
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