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viernes, 26 de septiembre de 2014

AREAS PROTEGIDAS. “LA CORONILLA ESTA POR ENCIMA DE TODO”. Por Julio Dornel.

                                             Escritor y periodista Julio Dornel

                                                             Ruben Pereira

El interés demostrado por los vecinos de La Coronilla por la conservación y desarrollo de las zonas ambientales y su ingreso al Sistema de Áreas Protegidas, ha generado algunas discrepancias entre los vecinos del balneario  sobre el manejo de las mismas. Para Ruben Pereira, integrante del grupo de vecinos, “es evidente que en algunas oportunidades las cosas se han resuelto por gente que no conoce el problema, maquillando costos y ocultando información. Los reportes que se han ofrecido no son completos y los sistemas   informáticos no están ofreciendo la información requerida”. En diálogo con esta corresponsalía Pereira analizó diversos aspectos del sistema, reclamando las herramientas, la locomoción y el personal necesario para ejercer un control efectivo. “Pretendemos además que las áreas que están dentro o en la periferia de las áreas protegidas  tengan la  participación directa de sus habitantes, en el manejo, cuidado y actividades económicas que se pudiera dar dentro de las mismas. En el 2006 surge un protocolo de aspiraciones, realizándose una audiencia pública para hacer la propuesta de que el área que va desde el Parque de Santa Teresa hasta el extremo sur de La Coronilla, sea incluida dentro del Sistema de Áreas Protegidas. En la audiencia mencionada se rechaza el planeamiento aduciendo los vecinos que no querían que nadie se metiera en el Cerro Verde, porque en La Coronilla como en otros lados tenemos la triste experiencia de haber sido testigos del funcionamiento de varias áreas que pertenecían al gobierno y que fueron los antecesores de las áreas protegidas, como sucediera con  El Potrerillo y las Sierras de San Miguel, manejados por una organización bastante borrosa en sus inicios y que estaba integrada por la Intendencia Departamental, la Universidad de la República, y el Ministerio de Medio Ambiente y que se denominó Programa, Biodiversidad y Desarrollo Sustentable. De esta manera comenzaron a desarrollar programas para justificar ante quienes estaban mandando la plata  desde Europa, que estaban haciendo cosas, sin importarse de los resultados prácticos, ni de los lugares donde se aplicaban. Se hacían muchos papeles, muchos documentos y muchos informes técnicos para justificar que se estaban haciendo cosas. Lo último que hicieron fue engañar a la gente con inversiones que no sirvieron para nada. Ante esta situación un grupo de vecinos fue informando a la gente que el ejemplo del Potrerillo no le sirve a nadie. Sin embargo un área protegida como la que se hace en el primer mundo, resulta muy favorable para reflotar lugares deprimidos turísticamente como sucede con La Coronilla. Por ese motivo sostuvimos una discusión fraterna con los vecinos, levantándose más de 600 firmas en contra de que se incluya el área dentro del plan y tras tempestuosas audiencias públicas, llegamos a un acuerdo con el director de DINAMA, persona muy sensata,  competente  y con sentido común. Los vecinos nos preocupamos mucho cuando nos tocan el tema del Canal de Andreoni, del Potrerillo, de San Miguel y de Probide, quedándonos como un erizo en forma justificada, porque La Coronilla es una población castigada y golpeada  por la adversidad. Ante esta situación elaboramos un proyecto con dos temas urticantes: 1) Bajo ningún concepto se modificará el uso tradicional de la playa  por parte de los habitantes de la región o visitantes, ya sea para ir a pescar, hacer surf, picnic, pasear, caminar, ir en bicicleta, cuadriciclo o a caballo. El otro punto está relacionado con los entretelones existentes, solicitando información clara y transparente de cómo se invierten los dineros que vienen del exterior o que el Estado suministra para el manejo de esta área protegida.   El 13 de abril del año 2012, se firmó un acuerdo mediante el cual DINAMA se comprometía a mantener las exigencias de los vecinos, quienes accedían a regañadientes a que el manejo del área fuera realizado por un director asesorado por una comisión específica y conformada  por delegados de los vecinos y de aquellas autoridades que tengan pertenencias en el tema. Se trata de un tema de La Coronilla y debemos tomar decisiones aún en la discrepancia, y manteniendo ciertas diferencias para llegar a los mismos objetivos”. 

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