Con dos semanas de ocupación en la salud, solo lograron $ 110 pesos
El gobierno se encamina a ganarle la pulseada al sindicato de funcionarios no médicos de ASSE
El Observador
El gobierno se perfila para anotarse una nueva victoria frente a las presiones de los sindicatos públicos luego de que los trabajadores de la Federación de Funcionarios de Salud Pública comenzaran a “pensar en destrabar el conflicto”. Una asamblea de los funcionarios que desde hace dos semanas ocupan el hospital Vilardebó decidió anoche que se levante la medida de lucha para los turnos que van de 12 a 18 y de 18 a 24. En la madrugada decidían si también levantar la ocupación los otros dos turnos.Luego se sumarán los votos de los cuatro turnos, pero según dijeron a El Observador fuentes del gremio todo indica que la ocupación finalizará hoy.
El sindicato le había pedido al gobierno que esperara un poco antes de enviar los cedulones que obligan a desalojar los lugares de trabajo para que las sanciones no corrieran desde ayer.
El sábado, un plenario de delegados tomará una decisión definitiva. “Comenzamos a pensar en destrabar el conflicto y en levantar las ocupaciones”, dijo ayer de noche el dirigente de la salud Pablo Cabrera.
A las ocupaciones de los centros de salud y la amenaza de una huelga general, el Poder Ejecutivo respondió con la esencialidad y la aplicación de duras sanciones que podrían dejar sin trabajo a quienes no la acataran. La propuesta del gobierno está muy lejos de ser lo que los sindicalistas de la salud aspiraban y ni siquiera incluye aumento salarial.
Lo que el gobierno ofreció fue redistribuir el dinero de un fondo de suplencias creado en la ley de Rendición de Cuentas del ejercicio 2010. Se trata de unos $ 30 millones anuales que “prácticamente no se usaban” por ser de difícil aplicación. La propuesta, ideada por la presidenta de ASSE, Beatriz Silva, y el vicepresidente, Enrique Soto, consiste en pagar ese dinero a quienes cumplan con una meta de presentismo.
En el gobierno saben que la suma es prácticamente simbólica. Los sindicalistas piden doblar su salario base, de $ 13.000 a casi $ 26.000 por 30 horas semanales. Si el dinero del fondo de suplencias se dividiera en partes iguales entre los 22.000 funcionarios no médicos que trabajan en ASSE, quedarían apenas $ 110 mensuales de aumento.
A pesar de estar muy lejos de sus reclamos, la FFSP no tiene otra opción que cesar las ocupaciones porque el gobierno se apresta a aplicar sanciones por incumplimiento de la esencialidad. A quienes falten más de cuatro días se les instruiría un sumario que habilitará la destitución. “Esto no se arregla acorralando al gobierno”, dijo el presidente José Mujica durante su audición radial. Advirtió que el gobierno “no puede jugar con la estabilidad” y que debe ser “prudente”. Afirmó, en tanto, que “en el fondo” eso está “muy ligado a los trabajadores más pospuestos y los sectores mas debilitados”. En ese sentido, aseguró: “Si más no da, es porque no puede”. Pero además de haberse dado de frente contra un gobierno decidido a no agregar un peso más a la Rendición de Cuentas, los funcionarios de la salud encontraron otro escollo que los obligó a ceder: el PIT-CNT no les dio el respaldo necesario para arremeter.
Según informó ayer el semanario Búsqueda, en la cúpula del PIT-CNT hay malestar con la Federación por la intransigencia que ha demostrado. Como la central intercedió en el conflicto para evitar la aplicación de sanciones, esperaban un “gesto” del sindicato luego del “esfuerzo” realizado.
Un miembro del Secretariado aseguró no recordar un “nivel de conflictividad” similar en los últimos 15 años.
Como reflejo de esa postura, el dirigente del PIT-CNT, Fernando Pereira, se mostró conforme ayer con la propuesta presentada por autoridades de ASSE, Economía y Trabajo. Consideró que había habido “avances” y afirmó: “Estamos tratando de construir un ámbito que supone la posibilidad de negociar en serio”.
Ayer ese tema fue objeteo de análisis de la Mesa representativa de la central sindical, que se mostró muy dividida respecto al gobierno (ver recuadro).
Pereira, se mostró conforme ayer con la propuesta presentada por autoridades de ASSE, Economía y Trabajo. Consideró que había habido “avances” y afirmó: “Estamos tratando de construir un ámbito que supone la posibilidad de negociar en serio”.
Mientras, los funcionarios de la salud seguían advirtiendo que no abandonarían las ocupaciones y que continuarían con las medidas gremiales a pesar de las sanciones.
Carneros
“El carnero es el único animal capaz de atentar contra su propia clase, cobarde y servil con el enemigo, mortal y traidor contra sus hermanos”. Esa oración, atribuida al personaje Mafalda, fue pintada en el muro del Hospital Vilardebó durante los primeros días de ocupación. Los sindicalistas de la FFSP que tomaron el centro de salud manifestaron, así, su rechazo a unos 140 funcionarios que están en desacuerdo con la medida y plantearon a ASSE su deseo de trabajar.
La presidenta de la FFSP, Beatriz Fajián, afirmó ayer que esos funcionarios, al contrario de lo que parece, “no quieren trabajar”. “Como sabían que se tenían que quedar en la ocupación y tenían que trabajar más que nunca, se fueron a alcahuetear al Edificio Libertad”. Y yo lamento mucho que mis palabras no sean muy bonitas, pero tengo que decir que los que se fueron a ASSE son carneros”, consideró.
El Observador publicó el sábado pasado que muchos de esos funcionarios pudieron ser redistribuidos y están cumpliendo funciones en otros centros de salud.
PIT-CNT partido al medio respecto al gobierno
La Mesa Representativa del PIT-CNT fue escenario este jueves de disputa entre dos mitades de la central sindical.Por un lado estaban los que resisten al gobierno y por el otro los que ven en el Poder Ejecutivo un aliado. Con el debate de fondo por los conflictos actuales (educación y salud), los dirigentes discutieron la realización un paro para setiembre.
Según dijo a El Observador el dirigente Ismael Fuentes, el debate se prolongó por más de dos horas. El gremio se encontraba dividido entre quienes querían un paro total y quienes preferían un paro parcial. Finalmente, 29 agremiados votaron a favor del paro parcial, y 19 se abstuvieron. Fuentes aseguró que “no hubo acuerdo” en una primera votación, porque 22 trabajadores pedían el paro total y 24 preferían un paro parcial.
En cuanto a la división que se generó en la asamblea, el dirigente sindical aseguró que se debe a dos posturas marcadas dentro del gremio. “Algunos compañeros sostienen que este gobierno es neoliberal y que es más de lo mismo, lo mismo que los blancos y los colorados; y los que votamos la jornada parcial entendemos que no, que este gobierno es distinto, que hemos avanzado muchísimo en estos ocho años y creemos que lo que hay que hacer es presionar desde el punto de vista de la movilización en la calle contraponiendo a los intereses de las cámaras empresariales”, aseveró Fuentes.
El paro, que se realizará después de la segunda semana de setiembre será parcial. El paro se realizará a partir de las 11 de la mañana, hasta la finalización de la jornada. Los reclamos refieren a “más recursos para la educación, más recursos para la salud, más recursos para la vivienda, y mejor distribución de la riqueza”.
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