En los últimos años ha venido
creciendo la preocupación por los palmares de Rocha debido a la
disminución del área en que se desarrolla este ecosistema único, ya que
solamente en esa zona del Este de Uruguay la especie de palmera "Butia
odorata" forma esos extensos bosques. En Perspectiva conversó con la
ingeniera agrónoma Mercedes Rivas, quien para su tesis de
doctorado desarrolló una investigación sobre alternativas para preservar
este paisaje. El problema, según explicó, radica en que determinado
manejo de la ganadería y la agricultura en esa zona está evitando la
proliferación de nuevas palmeras, lo cual se suma a que la normativa
nacional e internacional protege a los ejemplares adultos pero "no
asegura la regeneración". Para Rivas una forma alternativa del manejo de
la ganadería que podría realizarse "en áreas rotativas dentro del
predio de un productor" y que no implicaría grandes costos haría posible
la convivencia entre producción económica y conservación de los
palmares.
(emitido a las 8.45 Hs.)
EMILIANO COTELO:
Quien haya recorrido el departamento de Rocha, por turismo o por trabajo, seguramente conoce y admira un paisaje muy particular de esa zona. Me refiero a los palmares de Rocha, un bosque de palmeras tan particular que, según dicen, es único en el mundo.
Son miles de ejemplares de una especie de palmeras, el butiá, con cuyos frutos se elaboran algunos productos muy característicos, como la caña con butiá o el licor de butiá. Pero según informaba esta semana el matutino La Diaria, en los últimos años ha venido creciendo la preocupación en torno a estos palmares ya que está disminuyendo el área en que se desarrolla este ecosistema.
¿Por qué está ocurriendo esto? ¿Cómo puede enfrentarse ese problema? Pero también, ¿cuál es el origen de estos palmares?
Sobre estas preguntas vamos a conversar con Mercedes Rivas, ingeniera agrónoma, doctora en Agronomía por la Universidad de Pelotas, en Brasil. La tesis de su doctorado fue: “Conservación y utilización sostenible de los palmares de butiá de Rocha, Uruguay”. Por otra parte, es profesora agregada en Recursos Fitogenéticos y Mejoramiento Genético de la Facultad de Agronomía de la Universidad de la República, y cumple la mayor parte de sus horas en el Centro Universitario Regional Este (CURE), sede Rocha.
En primer lugar, ¿se conoce con certeza el origen de estos palmares?
MERCEDES RIVAS:
Hay muchas fantasías acerca del origen. Debiéramos verla como una especie más de nuestra flora en tiempos evolutivos, ya que el palmar de Rocha estuvo siempre, desde que surgió la especie en el mundo.
EC - Hay todo tipo de teorías. Por ejemplo se mencionan indios que peregrinaban y en su camino iban dejando semillas o carozos de butiá, yatay y otras plantas de ese tipo.
MR - Puede ser que algún sector del palmar tenga origen en esas actividades antrópicas de distribución de los frutos del butiá, pero es casi impensable que toda el área de distribución de esta especie, tanto en el sur de Brasil como en Uruguay, tenga ese origen.
EC - Otra teoría asocia este ecosistema a las migraciones de pájaros que traían las semillas y las iban regando en distintas zonas.
MR - Eso debe ser bastante más difícil, porque trasladar un coquito de butiá… Sabemos que otro tipo de animales los dispersan, como los zorros, por ejemplo, a través de su tracto digestivo, pero esto de los pájaros no había escuchado en particular; tampoco parece muy probable.
EC - ¿Se conoce la antigüedad de estos palmares?
MR - No, las palmeras fueron de las primeras especies con flor que aparecieron en la tierra, por lo que uno podría presuponer que ya tienen tiempos geológicos sobre la tierra, pero como nuestro país tan joven lo único que tenemos es algún registro de los primeros viajeros que cuando tocaron tierras de Rocha hablan del palmeral que existía.
EC - Usted habla de los primeros viajeros, o sea ¿de qué siglo?
MR - Siglos XVI, XVII.
EC - Y además de Rocha, ¿qué otras partes del territorio tienen palmares como este?
MR - Los palmares están en Rocha, en dos áreas, alrededor de la ciudad de Castillos, laguna Negra, y en el norte de Rocha en el entorno del pueblo San Luis. De la especie en sí se encuentran ejemplares también en Treinta y Tres, Maldonado, Cerro Largo, pero no formando comunidades de palmares.
EC - ¿Qué es lo “único” de este ecosistema? ¿Por qué se le llama “único”?
MR - Por un lado, porque nosotros no somos ni una isla ni somos trópico, y la butiá es de las pocas especies de palmeras que ocurren en climas más fríos, es la especie más austral de palmera que existe en el mundo. Uno asocia siempre el trópico y las palmeras, entonces tener este tipo de ambiente en un país como Uruguay y en el sur es algo muy particular.
EC - Esa es una de las características propias de este “fenómeno”. ¿También el volumen, la cantidad?
MR - Sí, porque ocupa un área, si uno los mide en fotos aéreas ocupan unas 70.000 hectáreas entre los dos palmares, el de San Luis y el de Castillos.
EC - Esta mañana cuando anunciamos este tema dimos pie a una enorme cantidad de mensajes de los oyentes.
MR - Me alegro.
EC - Interesó mucho. Y tengo aquí varios de ellos para ir repasando. Por ejemplo, uno de los oyentes, Marcelo, dice: “Lo primero que me llama la atención es que se diga que los palmares de Rocha son únicos, ya que, a menos que se trate de otra variedad de palmeras, yo conozco otros palmares en una línea más o menos definida hacia Paraguay, yendo de Rocha hacia Salto y Paysandú, atravesando las provincias de Entre Ríos, Corrientes, siguen su camino hacia el norte”.
MR - Esa es otra especie de palmera, es la “Butia yatay”, la que llamamos yatay, que en Uruguay se distribuye en Paysandú, sobre todo en el entorno de Quebracho.
EC - Son las que uno ve al costado de la ruta 3.
MR - Ahí está, y en Río Negro hay también, pero la mayoría de esta especie está para el lado de Entre Ríos, Corrientes y llega a Paraguay. Lo que no existe es la famosa diagonal –sobre la que tenemos canciones muy bonitas– desde Rocha hasta Paysandú, eso es parte de la leyenda, son dos especies diferentes.
EC - Son dos especies diferentes… Pero también llama la atención la casualidad. ¿O no?
MR - Lo que pasa es que el género butiá es un género exclusivamente sudamericano del cual hay como 14 especies distintas y en Uruguay tenemos cuatro de ellas. Pero la de Rocha es la “Butia odorata”, nombre científico, la de Paysandú es “Butia yatay” y las otras dos son “Butia paraguayensis”, de la que solo tenemos una población muy pequeñita en el cerro Miriñaque, es una palmita enana, y la “Butia lallemantii”, que está también en Rivera y Tacuarembó.
EC - Podríamos seguir un rato hablando de los orígenes y de las distintas versiones al respecto. Como usted mencionaba, hay canciones, hay poesías, hay un orgullo rochense por los palmares.
MR - Sí, claro, eso está representado en toda la iconografía, desde el escudo de Rocha, el himno, la pintura, la poesía… Hay un tema de identidad con el palmar muy fuerte.
EC - Y diría que hasta hay orgullos más locales todavía, uno de los mensajes que llegaban hace un rato, el de Hugo, decía: “Le voy a aclarar una cosa: los palmares son de Castillos”.
MR - Ah, sí, ellos se autodenominan los “butiaceros”.
EC - ¿Qué quiere decir “butiaceros”? ¿Solamente que están en una zona de butiás, o que además están muy involucrados con esa vegetación y con su producción derivada?
MR - Están muy involucrados, mucha gente ha nacido dentro del palmar, está todos los días el vínculo con el palmar, y eso da origen desde a aquel que solo tiene ese aprecio por ese paisaje, por su terruño, hasta los que también viven del palmar.
EC - ¿Se llega a vivir del palmar? ¿Da para tanto? ¿O es una producción complementaria?
MR - En general es complementaria para pequeños productores, que son en el entorno de 10 o 12, que en forma individual hacen productos que venden en la ruta, los puestitos. Eso es una actividad claramente complementaria, que hemos relevado y andaría en el entorno de un 10, 20% como mucho, de los ingresos de la familia. Y después tenemos tres microempresas que se dedican de forma un poco más desarrollada a elaborar productos de butiá, y ahí significa un poco más, hay alguna empresa familiar cuyo sustento o gran parte de él proviene de estos productos.
EC - Cuando hablamos de productos derivados del butiá, yo mencioné un par de ejemplos, la caña con butiá y el licor de butiá, pero hay más.
MR - Hay muchos más. El LATU [Laboratorio Tecnológico del Uruguay] ha trabajado en este proyecto y hay productos destacados, yo recomiendo a todo el mundo que compre por ejemplo bombones rellenos de butiá.
EC - Esa sí que no la tenía.
MR - Son ricos. También se producen a partir del butiá salsas agridulces para acompañar; en vez de usar una salsa de ciruelas o de naranja, salsa agridulce de butiá. Hay vinagre, hay mermelada, dulce de corte. En cuanto a los bombones no solo están los rellenos de pulpa de butiá, sino también los que se hacen con chocolate blanco y lo que la gente llama la “almendra”, que son las semillas que están dentro del coquito, se usan como las almendras o las nueces.
EC - Podríamos agregar también –creo que es de los más nuevos de los productos derivados del butiá– el helado.
MR - Sí, también.
EC - Es una vedette en La Paloma, por ejemplo, en La Pedrera.
***
EC - Seguimos conversando con la ingeniera agrónoma Mercedes Rivas. El tema: los palmares de Rocha.
¿Puede decirse que están en peligro de extinción?
MR - Pienso que sí. La especie no, pero la comunidad del palmar sí, porque los ejemplares son antiquísimos. Es difícil en una especie como las palmeras determinar la edad, no se puede hacer como en los árboles comunes, por los anillos de crecimiento, porque no los tienen, pero la mayoría de los ejemplares mínimamente tienen 300 años, o más. Y solo vemos jóvenes en lugares como los bordes de la carretera, donde no hay pastoreo, o en algún lugar que queda aislado en un campo. Entonces tenemos individuos que se empiezan a morir, no sabemos cuándo, pero de a poco muere uno por aquí, otro por allá, y no están dejando descendencia. Es un proceso que no sabemos cuánto puede llegar a durar, pero si no logramos que haya regeneración, que haya individuos nuevos, indudablemente se va a terminar el palmar.
EC - ¿Por qué hay que intervenir? ¿No puede estar uno ante un proceso simplemente natural? ¿Ustedes tienen explicaciones sólidas a propósito de que hay fenómenos de algún modo generados por el hombre que son los responsables de esto que está ocurriendo?
MR - Sí, eso es claro, porque cuando uno controla que no haya agricultura o cuando se cierra un palmar a la ganadería, o sea se saca el ganado, o se tiene un manejo diferente de la ganadería, los individuos jóvenes aparecen. No hay ningún problema con la germinación, hay plantitas, uno va al campo y encuentra miles de ellas que nacieron, y es en ese proceso que esos bebés mueren por acción del hombre.
EC - La conclusión comprobada entonces es que este peligro de extinción en que se encuentran los palmares de Rocha se debe a la actividad agropecuaria.
MR - Sí, a la forma en que se realiza, diría. Este es un fenómeno que desde hace más de 50 años se plantea reiteradamente, y cada año que pasa la situación es más grave. Cuando yo empecé a trabajar en esto el único planteo existente era “hay que sacar la ganadería y a los productores”. Eso es inviable, aparte de ocasionar otro tipo de problemas ambientales si ocurriera, en el imaginario.
EC - Una anotación al pasar: estos palmares están implantados 100% en terrenos privados.
MR - Sí. Entonces, primero, la exclusión permanente de ganado se podría hacer en áreas relativamente mínimas, tratando de ser realista en la situación del país. Por otro lado, ahí va a ocurrir regeneración de palmeras, pero va a ocurrir en el primer año, en el segundo que cerramos ese potrero, después por el propio crecimiento arbustivo que va a ocurrir ahí –vamos a perder el campo natural, que es otra de nuestras riquezas, lo vamos a llevar a ser un “campo sucio”, un arbustal–, no va a haber nuevas generaciones de palmas.
EC - Antes de seguir con alternativas, con mecanismos que podrían implementarse para preservar los palmares, me gustaría profundizar en las causas. Usted decía que el problema está en la forma como se desarrollan determinadas actividades agropecuarias ahí. Concretamente, yendo a la ganadería, ¿qué es lo que pasa con la ganadería?
MR - Los animales están todo el año pastoreando, quizás alguna gente no se imagine lo que es una palmerita pequeña, pero es como un pastito más, entonces los animales con el bocado defolian las palmitas nuevas, los renuevos, que pueden llegar a rebrotar en ciertas condiciones una vez, dos veces, pero finalmente van muriendo, sobre todo en ese sistema común de pastoreo en el país en que los animales no salen del potrero, el potrero no descansa, lo cual sería muy bueno no solo por la palma sino por el propio campo natural.
EC - Eso es lo que ocurre con la ganadería. ¿Y con la agricultura?
MR - Ahí la situación es mucho más grave, es más complicado, porque ya no tenemos los hijitos, no están los renuevos en el campo, porque los coquitos difícilmente logren instalarse en medio de un cultivo. Caen los frutos de la palmera, la pulpa se consume, se pudre, y queda el coquito, que es el que tiene adentro entre una y tres semillas. Ese coquito requiere encontrar un lugar en el campo donde instalarse, entrar en la tierra y quedar en un ambiente que le permita germinar. Eso en el campo natural normalmente ocurre sin problema, pero en un cultivo ya no ocurre, los coquitos no terminan germinando, y en un sistema como el del arroz, que es el predominante en el norte de Rocha, en San Luis, con la inundación del campo la mayoría de los coquitos se van con la corriente.
EC - ¿Esta zona, los palmares de Rocha, constituye un área protegida?
MR - No. Tenemos por un lado la ley forestal, que dice que está prohibida la corta o el daño a las palmas existentes; eso por suerte lo tenemos en Uruguay desde la primera ley forestal, la del 39, porque por ejemplo en Brasil palmares de este tipo no estaban protegidos de ese modo y quedan muy pocos ejemplares adultos, sobre todo en el área de Santa Vitoria do Palmar. Entonces esa es una de las protecciones, pero no asegura la regeneración del palmar, protege los adultos.
Luego hay un decreto general para el área Laguna Negra, pero en los hechos no es bajado a tierra con ninguna práctica concreta.
EC - ¿Tampoco hay protección internacional, por ejemplo de la Unesco?
MR - Los palmares están en la Reserva de Biosfera Bañados del Este, pero también protegen a los ejemplares adultos, no han llevado a una práctica concreta para que haya regeneración del palmar.
EC - Un oyente dice con su mensaje, aludiendo a lo que usted acaba de mencionar de la ley forestal: “A las empresas forestales les exigen conservar las palmeras. ¿Por qué no se les exige lo mismo a los ganaderos o a los agricultores?”.
Vamos a detenernos allí, enseguida, cuando retomemos la entrevista. ¿Qué medidas podrían tomarse para cortar ese riesgo? Esas medidas seguramente van a tener un costo, ¿quién pagaría ese costo? Lo charlamos.
***
EC - ¿Ustedes conocen los palmares de Rocha, los visitaron, los disfrutaron?
***
EC - Sobre los palmares de Rocha, este lugar único en el mundo, que corre peligro, estamos conversando con la ingeniera agrónoma Mercedes Rivas.
Nos siguen llegando mensajes de todo tipo de los oyentes, algunos a propósito de las particularidades de la zona. Por ejemplo, sobre los corrales de palmas, que son característicos dentro de los palmares. ¿Qué se sabe? ¿Qué son?
MR - Además de todo el tema de los productos del butiá y de toda la literatura, poesía, música, también tenemos un patrimonio cultural que son los corrales de palmas, que fueron construidos para controlar el ganado en la época colonial. Usaron el material que tenían disponible en la zona, así como en otros lugares fueron de piedra, en la zona de Rocha se hicieron mediante transplante de palmas butiá, armaron los corrales de forma circular normalmente para encerrar el ganado. De esos corrales existen una veintena –no tengo el número exacto, hay otros colegas que están trabajando en ese tema–, y forman parte de todo el patrimonio del territorio del palmar, como me gusta decir, que no es solo la palma butiá. Algunos de estos corrales están más o menos conservados, pero en muchos se han ido muriendo palmas, entonces es un registro histórico que podría estarse perdiendo y que también hay que conservar. Además da valor si uno piensa en un territorio multifuncional, en el cual también se pueden desarrollar el ecoturismo, el turismo histórico, cultural.
EC - Estamos interesados en saber qué es lo que pasa, por qué no se están reproduciendo. Usted señalaba claramente que la responsabilidad viene de determinada forma de hacer ganadería y determinada forma de hacer agricultura, allí están las causas. Por lo tanto, a partir de ese diagnóstico, ¿cuáles son las soluciones?, ¿qué es lo que puede hacer el Estado, por ejemplo?
MR - En primer lugar, soy de las que creen que es posible producir y conservar, que el antagonismo no nos conduce a ningún lado. Entonces la propuesta se basa en que siga habiendo productores que vivan de esa producción y que a la vez podamos conservar la palma butiá y de paso nuestros campos naturales.
La propuesta principal tiene que ver con un manejo de ganadería diferente, que obviamente no puede –para que nadie malentienda esto– desarrollarse en todo un predio, tiene ser en áreas rotativas dentro del predio de un productor. Como la propuesta implica excluir el ganado en el invierno, el resto del predio tiene que lograr mantener esos animales en esa temporada. Imaginemos que alguien tiene 100 hectáreas de palmar; la idea es pedirle que ingrese 5 hectáreas de ese palmar a un sistema de regeneración; esas 5 hectáreas deberían estar excluidas de ganado en el invierno, y el resto del año sí introducir ganado. En el palmar no se puede pensar en tener ovejas, porque la oveja come a ras del suelo, pero perfectamente puede hacerse ganadería con vacunos con una carga media de octubre a mayo.
EC - ¿Por qué la exclusión se propone para el invierno? ¿Qué ocurre en esa época del año?
MR - Por un lado en estos campos, y en general en el país, es cuando hay más déficit de forraje, es la temporada más complicada para alimentar los animales, entonces obviamente el animal va a estar más propenso a consumir los renuevos de butiá. Pero creo que lo principal es que son campos bajos, que ahora por ejemplo que llovió todos estos días se encharcan mucho, se genera mucho barro, los animales arman con su pisoteo un gran barrial que destruye todo el tapiz natural, incluidos los renuevos de butiá, que terminan destrozados y en medio del barro. Y un tercer elemento es que en invierno los renuevos de butiá no rebrotan; en primavera y verano aceptan un mordiscón y tienen capacidad de sobrevivir.
EC - Eso que usted propone es una forma alternativa de manejo en el caso de la ganadería.
MR - Sí.
EC - ¿Y en el caso de la agricultura qué es lo que habría que corregir?
MR - En el área de Castillo no era una preocupación importante hasta estos últimos años, no se estaba haciendo prácticamente agricultura, o se hacía en muy pequeña escala, pero con el bum agrícola también estos suelos, que no son los más aptos para hacer agricultura, han ingresado la soja, maíz, sorgo. En los planes de manejo que ahora se exigen para realizar agricultura hay que revisar si realmente es un área para esta práctica. Y después hay otro tipo de medidas que tienen que ver con los planes de ordenamiento territorial del departamento de Rocha, las directrices departamentales.
EC - ¿En qué sentido?
MR - Se ha trabajado mucho en la costa, ahora se está trabajando en el área más agropecuaria, y esas directrices plantean el uso sostenible del palmar. Se espera o se supone que cada departamento –que es donde tiene que ponerse en práctica la Ley de Ordenamiento Territorial– pudiera eventualmente establecer áreas en las que no se haga agricultura. Pero es un tema más político de definiciones de ese tipo.
EC - En este preciso momento llega un mensaje, no es el primero que plantea lo que le voy a comentar, pero Gonzalo de Pocitos dice: “Todas las medidas conservacionistas son posibles, pero alguien debe hacerse cargo del lucro cesante de los productores”. ¿Cómo observa este aspecto?
MR - Estoy de acuerdo. En la propuesta que yo estoy realizando, sea la creación de un área protegida, sea la creación de lo que aquí en Rocha está teniendo bastante interés, un parque departamental, y todas las medidas que se puedan poner en práctica, debería hacerse cargo la sociedad, porque si somos los uruguayos que queremos conservar el palmar, no le podemos exigir a cada productor individual que tenga ese costo. De todas maneras, los costos de realizar esta práctica no son para nada extraordinarios.
EC - ¿Ha hecho estimaciones?
MR - Pocas. Pero digamos que si alguien tiene un predio de 1.000 hectáreas que tiene 100 de palmar, y ponemos un 5% en este sistema, 50 hectáreas de las 1.000, si ese productor está haciendo cría, que es lo que predomina en esta zona, implicaría que el resto del campo pudiera sostener 50 vaquillonas con alimento durante unos meses para sacarlas de allí. Eso no es tan costoso, sumado a que luego, cuando vuelven a entrar al campo en la primavera, hay muchísimo pasto, entonces en realidad es un tema de trasladar el forraje desde ese crecimiento hacia la primavera. Esto se puede suplir con praderas artificiales, con heno, con silos, con raciones, y no serían números espectaculares los que el país podría afrontar para hacer esto.
EC - ¿Dónde se está discutiendo este tema y sobre todo las alternativas, las soluciones?
MR - Se está discutiendo todavía poco –esta entrevista viene muy bien por la audiencia que tiene el programa–, se están haciendo talleres y seminarios en Rocha, más dirigidos a los actores locales. La propuesta va para la Intendencia de Rocha, que la considere en el marco del Plan de Ordenamiento Territorial. También se va a presentar en la Mesa Departamental de Rocha, que reúne a todas las instituciones del agro, y en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas. Pero evidentemente se requiere que los actores que tienen capacidad de decisión se pongan en campaña con este tema y logremos llegar a una propuesta. Nosotros podemos colaborar en la comprensión del tema, en el ajuste, en tratar de que los productores no sientan que esto es una propuesta para molestarlos o para que no produzcan, pero obviamente se requiere la intervención de actores del Estado con capacidad de decisión.
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Transcripción: María Lila Ltaif
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