Maduro dice que esa es la cifra correspondiente "a la economía parasitaria, especulativa"
Es la tasa más alta del hemisferio occidental y la mayor registrada en el país desde el año 1996
El País de Madrid
El Banco Central de Venezuela (BCV) ha revelado este lunes, después de un silencio de casi un mes, la tasa de inflación registrada durante el mes de noviembre -mantenida hasta la fecha como un secreto de Estado- y su cifra anual para 2013. De acuerdo a sus mediciones, los precios aumentaron desde enero un 56,2% en el país (4,8% solo en noviembre).
Estos datos suponen la tasa de inflación más alta del hemisferio occidental y la mayor registrada en Venezuela desde el año 1996. A la vez podría interpretarse como un fracaso de la gestión económica del gobierno revolucionario, una percepción que el presidente Nicolás Maduro se apresuró a refutar ante la prensa internacional: "Esa es la cifra correspondiente a la economía parasitaria, especulativa. De no haber sido por la especulación, que empezamos apenas a combatir en noviembre, tendríamos una inflación de un solo dígito", quiso matizar.
Maduro se refería a su denominada "ofensiva económica" por la que, desde el pasado 6 de noviembre, su Gobierno ocupa cientos de comercios -sobre todo de electrodomésticos y textiles-, y confisca sus mercancías para venderlas con descuentos masivos hasta agotar las existencias. Al fragor de esas ocupaciones, que el presidente prefirió llamar "inspecciones", Maduro exigió a las autoridades del BCV que su registro de la tasa de inflación se hiciera eco de las rebajas conseguidas por el Gobierno y, en general, que se acogiera a un método de composición del índice de precios al consumidor que discrimine entre la inflación "real, que obedece a las leyes de la economía", y la inflación "inducida", que sería producto de una conspiración contra el régimen más que de la codicia capitalista, según las palabras de Maduro.
Por ello, el instituto emisor no se resignó este jueves a difundir únicamente los alarmantes números, sino que además hizo algunas precisiones metodológicas con las que buscaba amortiguar su impacto.
El documento, en el que el banco ratifica su disposición para "la construcción protagónica del socialismo como nuevo orden económico nacional", establece que de no haber ocurrido la intervención del Gobierno, la inflación del mes de noviembre habría alcanzado 6%, una cifra mayor que el 4,8% y todavía más alejada del 2,2 promedio que, según las tendencias históricas acumuladas en el BCV, caracteriza a ese mes.
A pesar de que el banco se retrasó casi 30 días en informar acerca de la inflación de noviembre, en su reporte sí se permitió adelantar el dato para diciembre: 2,2%, resultado de una ralentización del incremento de precios que atribuye a la lucha contra la especulación iniciada por el Gobierno. Advierte, sin embargo, que la intervención estatal se ha concentrado hasta ahora en sectores comerciales que pesan poco en la ponderación del índice de precios. En cambio, dijo el BCV, la canasta de alimentos, en la que se registró un incremento de precios de 7,5% durante el mes de noviembre, tiene un impacto más significativo.
El presidente Maduro tomó nota de ello. Durante su rueda de prensa, en la que aceptó cinco preguntas y a la que quiso dar carácter de salutación de fin de año para los medios que cubren el palacio presidencial de Miradores, anunció que en enero reanudará la ofensiva "con todo". Como adelanto de la atención especial que brindará al expendio de alimentos, el sucesor de Hugo Chávez en la presidencia de Venezuela aludió al caso, denunciado en su propia cuenta de Twiitter, de un establecimiento de comida casual criolla -las populares areperas- que estaba comprando insumos subsidiados por el Gobierno para su venta directa a compradores de bajo poder adquisitivo. "Nuestra lucha contra la corrupción y la especulación es de todos los días", concluyó
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