La Junta Departamental de Rocha se reunió el pasado 11 de setiembre en sesión extraordinaria.En esa oportunidad el edil Cosme Molina,de la lista 71 del Partido Nacional realizó un homenaje al caudillo blanco.
El blog publica el texto completo de la alocución del edil Molina.
SR: MOLINA: Gracias
señor Presidente, gracias señores ediles por acompañarnos en este
homenaje que le realizamos en el día de hoy al máximo caudillo del
Partido Nacional, el General Aparicio Saravia.-
Aparicio Saravia cae
herido en Masoller un 1º de setiembre de 1904 y fallece a los nueve
días del otro lado de la línea divisoria, tres kilómetros adentro
de Brasil. Manifestamos nosotros en una forma muy personal, que el 10
de setiembre debería ser una fecha muy importante para los
uruguayos. No solamente para el pueblo nacionalista, digo para todos,
viendo las razones por las que el General Aparicio Saravia peleó. El
General no peleó para hacerse del poder, el General Saravia se fue a
las armas para defender los derechos cívicos, para que se terminaran
los fraudes electorales, para que las minorías tuvieran su
representación, para que existieran, lo que hoy es un departamento
con un Gobierno de un Partido y un Gobierno Nacional de otro Partido.
Las famosas jefaturas que pedía el General Saravia, en aquellos
departamentos que eran mayorías, por esas razones y por muchas más
derramó sangre el país, sangre entre hermanos, no solamente de
“Blancos”, sino también de “Colorados”.-
Al General Saravia
describirlo, hablar de Saravia es muy difícil y además muy lindo
decía siempre,- recordando a Silvio Cardoso,- es difícil porque de
Saravia se habló todo. Yo voy a recurrir e indudablemente no tengo
la capacidad de un historiador para hacer un homenaje, simplemente
voy a recurrir a personas, a poetas, a historiadores, que escribieron
sobre la vida de Saravia. Y no solamente fueron “Blancos” los que
escribieron sobre Saravia, sino que también lo hizo gente del
Partido Colorado, gente de “Izquierda”, escribió sobre Saravia y
todos coincidían en lo mismo, un hombre al cual el país le debe
mucho. Por eso decía lo del principio, el 10 de setiembre tendría
que ser conmemorado de una forma diferente, que el país reconociera
que lo que hoy estamos usufructuando, en cuanto a las libertades
cívicas, Saravia peleó por eso, dio su vida junto a muchísimos
otros por eso.-
Decía que es muy
difícil hablar de Saravia y voy a recurrir por ejemplo a algunos
historiadores, a algunos poetas. Javier de Viana manifestaba sobre la
vida del General y decía que el relato del gran caudillo es empresa
temeraria, no hay marco que le venga bien, ni pluma. Se reconoce
torpe e impotente para trazar los rasgos de esta figura extraña. A
través de la larga historia que han escrito distintos escritores
sobre la vida de Saravia, decía; “han ido viendo el excepcional
caudillo pintado en sus hechos y en sus dichos, lo que yo voy a decir
en mis últimas páginas de mi relato poco agregará a la imagen a
pesar de cuando digan sus detractores, los que le insultan por
pasión, por ignorancia o por consignas subordinando el espíritu de
verdad y de justicia a estrechas necesidades”.-
Aparicio Saravia es un
hombre superior, quizás la figura más grande el Uruguay
contemporáneo; para juzgarle es necesario estar lejos de él. De
cerca intimida o deslumbra, es uno de esos hombres a los cuales no es
les pude contemplar indiferente, es preciso amarlo u odiarlo. Esto es
lo que en algunos de los pasajes que escribía Javier de Viana.
Tenemos por ejemplo
también algunas letras del Libro Caudillos de Lincoln Maiztegui,
sobre la vida de Saravia dice; “¿Qué puede decirse del mayor
caudillo épico de la historia del Partido Nacional que no se haya
dicho ya?”. Su nieto Nepomuceno Saravia García escribió un libro
sobre su turbulenta epopeya, basada en los recuerdos de Nepomuceno
Saravia Díaz, hijo del legendario guerrillero y padre del biógrafo,
que resulta, más allá de una objetividad que no se propuso, de
extraordinario interés. El argentino Manuel Galvez convirtió a
Aparicio en un trabajo espléndidamente escrito pero que tiene más
de novela que de historia, en arquetipo de nobleza, idealismo y
coraje. Wáshington Reyes Abadie lo colocó en un pedestal
inmarcesible y el inolvidable Celiar Enrique Mena Segarra glosó sus
dos revoluciones y dibujó su perfil humano con trazos de
incomparable graficismo.-
Para iniciar este
modesto pero sincero homenaje del Partido Nacional, debemos de decir
que: Aparicio Saravia da Rosa nació en Pablo Páez, departamento de
Cerro Largo, el 16 de agosto de 1856. Fue el cuarto hijo de los trece
habidos en el matrimonio, cuyo apellido fue más tarde castellanizado
en Saravia. Hay que recordar que se llamaba Francisco Saraiva,
(Chico) y Propicia da Rosa, que sería conocida como doña Pulpicia.
Los otros fueron Gumersindo, nacido en 1851, Basilisio (1853),
Antonio Floricio (apodado "Chiquito", 1854), José (1858),
Camila (1860), Francisco (1862), Juana (1864), Amalia (1866), Mariano
(1868), Timoteo (1870), Teresa (1874) y Sensata (1877). Eran 13 los
hermanos del General Saravia, importante decir, que había una de los
hermanos de Saravia que ya es conocido por todos, que era
“Colorado”.-
Pasando a otra parte
sobre el Caudillo y su causa, en 1896, Antonio Floricio Saravia
("Chiquito") y su hermano Aparicio fundaron, en Puntas de
Pablo Páez, el Club Blanco "Gumersindo Saravia " y en
agosto de ese mismo año promovieron una recolección de fondos para
iniciar la lucha armada ("Chiquito tendió su poncho y vació
sobre él su cinturón lleno de monedas, lo que fue de inmediato
imitado por los otros concurrentes. En septiembre, Aparicio,
acompañado por el joven Basilio Muñoz, viajó a Montevideo y
conversó con el entonces Presidente del Directorio del Partido
Nacional, a quien comunicó su proyecto revolucionario. Cuando el
Presidente se enteró, puso objeciones por falta de recursos, su
interlocutor tuvo un gesto de esos que definen a un gran caudillo:
colocó sobre la mesa, Aparicio Saravia, los títulos de sus
propiedades y las de "Chiquito", al tiempo que decía:
"prefiero dejar a mis hijos pobres y con patria y no ricos y sin
ella". El Partido Nacional logró organizar un ejército
paralelo, con sus grados y divisiones, que se mostró altamente
efectivo. Nada que ver con las clásicas "montoneras" de
tiempos pretéritos. La composición fue poli-clasista, intelectuales
como Luis Alberto de Herrera, Florencio Sánchez, Carlos Roxlo,
Eduardo Acevedo Díaz, Javier de Viana, fueron hombres que lucharon
junto a Aparicio. Y para ingresar en lo que fue su lucha armada
digamos, muy en titulares porque no tenemos un material tan amplio
como fue todas las batallas que el Partido Nacional al Frente de
Saravia y sus huestes mantuvieron a lo largo de todo el país.-
Hay un documento de la
Revolución de 1896, dice:” Nuestras ideas no son otras que ver la
patria feliz”, decía Saravia y se manifestó en estas palabras a
sus correligionarios. “Compañeros del Partido Nacional, víctima
de la usurpación y del fraude electoral que hace treinta y un años
viene sufriendo, por gobiernos deshonestos, que se suceden sin
interrupción uno tras otro, abandona su actitud pacífica para
activar su acción en la justa demanda de sus derechos civiles y
políticos.
El honor partidario,
las reparaciones patrias y el prestigio de nuestra bandera nos
imponen esta resolución. A la sombra de la bicolor caben todos los
que sin vacilaciones ni temores, aplaudan y sostengan sin
restricciones el triunfo de nuestras ideas, que no son otras sino ver
a la Patria feliz, regenerada y floreciente.
Ciudadanos: ha llegado
pues el momento imprescindible de combatir con las armas en la mano
el oprobioso gobierno que rige los destinos del país; ha llegado la
hora de levantar la bandera de la reacción armada para combatir con
denuedo, en nombre de la libertad institucional. Esta es la misión
que la fuerza de las circunstancias presentes le reservan al Partido
Nacional, el mismo que tiene que cumplir, sean cuales fueren los
obstáculos con que luche y sean cuales fueran las fuerzas de los
dilapidadores de la fortuna pública que salgan a nuestro encuentro.
La victoria ha de ser
nuestra y nuestra también la sangre que ha de sellar el heroísmo
con que hemos de combatir a los impíos que sostienen el afrentoso
gobierno de Juan Iriarte Borda que nos degrada ante propios y
extraños.-
“Correligionarios no
lo dudéis, el fiel elemento militar del Partido Nacional sabrá
sostener con honor los principios sacrosantos que nos guían y no
desmentirá jamás sus gloriosos antecedentes. Yo os prometo que la
espada de vuestro general y amigo estará en todos los momentos al
servicio de nuestro Partido que es la causa de la justicia y de la
libertad, que reclama con voz herida el sacrificio de los buenos, que
felizmente corren presurosos a secar sus lágrimas con el riego de su
sangre generosa.
Vuestro General y Amigo
Aparicio Saravia.”-
Y aquí comienza un
poco lo que es la vida del guerrero, la revolución del 97, el
objetivo es narrar con detalle las dos campañas saravistas. Sí
conviene señalar, que la del 1897 fue definida por Luis Alberto de
Herrera, quien lo acompañaba a Saravia como la más importante de la
historia nacional desde las luchas por la independencia. Por fin, el
gran Partido Nacional había encontrado una alta razón para combatir
(logro de garantías electorales, ampliación del derecho al
sufragio, representación de las minorías, voto secreto) y una
conducción militar como la que no había desde tiempos de Oribe.-
Recordamos, cuando
decimos el voto secreto, antes el voto era cantado, indudablemente a
mi me lo contaba mi abuelo por parte paterna que era colorado. Él
estuvo haciendo lo que se decía la guardia en ciertos puentes y al
que venía con divisa blanca no se le dejaba votar. De ahí la lucha
de Saravia, por las libertades cívicas y por el voto secreto.-
Más adelante pasando a
otra etapa de la vida de Saravia conviene también decir, yo lo dije
al principio que tenía un hermano que era colorado, ustedes quizás
muchos han leído, las cartas de Saravia a su hermano colorado. En un
trozo de ellas hay un frase que se destaca mucho y que todos la
conocemos, cuando Saravia le contesta a su hermano dice; “tu crees
servir a la patria en el puesto que ocupas?. Pues no sirves. Sirves
tan sólo a un círculo. La patria es algo más de lo que tú
supones, la patria es el poder que se hace respetar por el prestigio
de sus honradeces y por la religión de sus instituciones no
mancilladas; la patria es la de todos los partidos en el amplio y
pleno uso de sus derechos; la Patria es dignidad arriba y regocijo
abajo; la Patria no es el grupo de mercaderes y de histriones
políticos que han hecho de las prerrogativas del ciudadano nubes que
el viento lleva”.-
Cuenta Ponce de León,
uno de sus secretarios, de que aparte de Saravia ser un hombre de
campo, con un arraigo muy popular dentro del gauchaje, tenía esa
pluma, esa idea fina y los textos y las cartas que realmente escribía
Saravia y que todavía se encuentran, en el Museo del Cordobés, son
de letra y pluma realmente del General.-
Luego del 97 viene el
Pacto de la Cruz, al cual el Partido Nacional presenta 7 puntos.-
1. Renuncia por el
Partido Nacional a la lucha armada y licenciamiento del ejército
revolucionario a partir del nombramiento de los nuevos Jefes
Políticos. Lo que yo decía hoy por lo que tanto peleaba Aparicio.-
2. Compromiso del Poder
Ejecutivo de sostener ante el Legislativo "la reforma electoral
a cuya sanción se ha comprometido ante el país la mayoría de dicho
poder", basada en la representación de las minorías y la
adopción de garantías satisfactorias para todas. "Esta
cláusula se establecía es la base fundamental y esencial de esta
negociación".
3. Compromiso del Poder
Ejecutivo de nombrar Jefes Políticos que "ofrezcan a todos las
más serias y eficaces garantías".
4. Amnistía general y
vigencia total de los derechos civiles y políticos para todos los
orientales, "ordenándose que nadie pueda ser procesado ni
perseguido por actos y opiniones políticas anteriores al día de la
pacificación".
5. Reincorporación al
Ejército de los jefes y oficiales dados de baja por haberse sumado a
la revolución, con restitución de los grados y cobro de los haberes
devengados.
6. Establecimiento de
una partida de 200.000 pesos como "gastos de pacificación",
a disposición Aparicio Saravia y Diego Lamas.
7. Compromiso del Poder
Ejecutivo de adoptar, además de las medidas ya señaladas, todas
aquellas necesarias para "garantir con perfecta igualdad a todos
los orientales, sin excepción alguna, en el libre ejercicio práctico
de todos sus derechos políticos".
El pacto de la Cruz, se
firmó y después del 97, hubo varios problemas con distintos
gobiernos, que por lo tanto no se respetó y esa fue una de las
razones por la que Aparicio saca nuevamente su pueblo nacionalista a
la guerra civil de 1904. Una guerra que algunos la describen, como
una guerra que estaba ganada por Saravia y que hubo algunas fallas en
cuanto al desplazamiento y de ahí que existieron algunos problemas.
Pero que en Masoller cuando Saravia se enfrenta a las fuerzas
gubernistas, lo hacía con un pueblo que lo describe muy bien Carlos
Roxlo, cuando dice a usted General; “Solamente Artigas se puso un
pueblo a cuestas.” Porque al General Saravia lo acompañaron de
todo el país a ese encuentro y a esa batalla de Masoller. Quiso el
destino, porque Saravia, era una persona que no solamente, él decía
cuando mandaba que no se expusiera tanto a las balas, le gustaba
pasearse por el frente de batalla y los que lo acompañaban le decían
General no se exponga tanto a las balas y el decía, si yo mando a
los blancos a pelear y a que se expongan a las balas, qué tengo yo
que no pueda hacerlo. Y ahí viene un poco lo de esa famosa batalla
de Masoller, cuando Saravia se paseaba por el frente de batalla,
gritando algarabías y encendiendo la pasión, indudablemente que
despertaba el caudillo por su gran carisma, a todo ese gauchaje y a
esa gente que lo seguía. Y ahí quiso que una bala, una sola bala,
cambiara en parte la historia de este país, una sola bala y
brevemente voy a describir cómo fueron los últimos momentos de
Saravia el 1º de setiembre en esa Batalla de Masoller.-
Luego de ser herido y
trasladado en una forma que el General pedía, de que no se dijera
mucho que había sido herido, porque indudablemente la gente de
Saravia, si sentía que el Caudillo había caído era un bajón
tremendo y se iban a dispersar que fue lo que sucedió más tarde. En
ese momento critico del combate, Aparicio Saravia cumpliendo con su
rol de líder carismático, se pasea frente a sus tropas, enardecidas
a los combatientes “Blancos”, manteniendo el prestigio del
caudillo que no se huía a las balas. Varias detonaciones se
sintieron cerca del líder blanco, incluso alcanzaron a su caballo,
hasta que una, lo impactó de lleno. El carácter eminentemente
caudillesco del comando Revolucionario personificado en la figura del
general Saravia y el magnetismo personal que irradiaba, determinó
que al ser éste herido de muerte en plena acción, su capacidad de
mando, gobierno y administración se derrumbara. Esto trajo aparejado
una desmoralización enorme, que disgregó al Ejército y lo
transformó en un rebaño humano que sólo buscaba huir y refugiarse
en Brasil.
Saravia tenía
conocimiento de los problemas que sufría el ejército del Gobierno
en cuanto al estado de la munición, una batalla que durara más de
un día como había sucedido en Tupambaé, traería aparejado un muy
buen resultado para los revolucionarios. Quiso el destino que una
causa cayera por el efecto de un solo tiro.-
Yo en la noche de hoy,
no solamente quiero homenajear al General Saravia sino a una cantidad
de rochenses que cayeron también al lado del General. Según los
datos del historiador Jesús Perdomo, entre ellos dos Castillenses,
muy conocidos sus apellidos por muchísima gente, Gabino Ubal Olivera
y Manuel Olivera Ubal, dos primos hermanos muy jóvenes que cayeron
en Masoller, uno el mismo día: Gabino el mismo día que cae Saravia
y el otro muere a los tres o cuatro días.-
Hace muy pocos días,
en el monumento al General Saravia en la ciudad de Castillos, que
fuera una idea tiempo atrás de Estacio Sena, quien en algún momento
estuvo sentado acá como edil y la muy buena disposición del señor
Alcalde de la ciudad de Castillos, el Dr. Raúl Serveto, se concretó
ese monumento que se había comenzado alrededor de hace 10 años y no
se había terminado.-
Decía que el pasado
domingo se puso una placa allí recordando a los 16 rochenses que
cayeron en Masoller, junto al General Saravia. Y destacar
indudablemente el valor que tenía para los Castillenses y para la
gente del Rincón y de Valizas, Manuel Olivera y Gabino Ubal.-
Pero también hay otro
hecho muy importante digamos para los Castillenses y es que hubo una
mujer, que acompañó en las dos revoluciones, tanto en la del 97,
como en la del 1904 y se llamaba la lancera de Aparicio. Ésta
también peleó en la Batalla de Maturrango en mayo de 1897, que
también en la pasada Administración se logró poner una placa allí
al pie del Cerro de la Lechiguana donde se realizó parte de esa
batalla.-
Decía que Castillos
estuvo presente en los acontecimientos de la guerra civil de 1897 y
1904, vecinos de la divisa blanca participaron activamente en las
huestes de Aparicio Saravia o con acontecimientos bélicos de la
revolución civil como la batalla de Maturrango - La Lechiguana, un
24 de mayo de 1897.
Dentro de este contexto
de la rebelión blanca hubo una activa protagonista castillense de
nombre Isidora Altez, también conocida como Isabel, fue de las
primeras parteras y curanderas que tuvo Castillos, descendiente de
indígenas y madre de numerosos hijos.
Isidora o Isabel Altez
fue una criolla de temple y llevada por el idealismo de Aparicio
Saravia lanza en mano se sumó a las huestes revolucionarias del
caudillo nacionalista, junto con sus seis hijos varones, recordándose
el nombre de cinco de ellos: Bautista, Robustiano, Benito, Juan y
Serafín, todos menores de edad. Este trabajo lo recoge otro
historiador rochense, Néstor Rocha, conjuntamente con el Profesor
Perdomo. Dicen que en el peregrinar de Isadora por la pasión de la
guerra civil, cumplió la tarea de ser una de las enfermeras que
atendían y curaban a los heridos en los campos de batalla afirman
que utilizaba la riñonada (grasa) de oveja bien sobada que junto con
retazos de tela hacía las mechas para lograr sanar las heridas. Con
sus seis hijos dormían debajo de una carpa de cueros secos de
vacunos y Serafín, el menor, era uno de los encargados de cuidar los
1os caballos de las tropas revolucionarias. Isidora era una mujer de
armas tomar, poseía una lanza y un rémington que llegó a sus manos
1897 y además participó activamente en las contiendas de la guerra
civil.-
Llegó 1903, otra vez
Isidora o Isabel se suma a las filas revolucionarias de Aparicio
Saravia hasta septiembre de 1904, mes en que cae mortalmente herido
el jefe, revolucionario, una vez enterada del fallecimiento de su
General vuelve a sus pagos de Castillos.-
Martina Ojeda, una
vecina de edad centenaria en la oportunidad de la entrevista que le
realizara el periodista y Profesor Jesús Perdomo en el año 1990,
afirmó: “yo la conocí siendo muy chica y recuerdo que vino a una
reunión en lo de Avelino Olivera donde estaba presente el Coronel
Miguel Pereyra que había luchado bajo las órdenes de Aparicio
Saravia. Mi padre era muy blanco y no quería que yo viniera, pero
fui y recuerdo que vi a Isabel Altez que venía en un charré campero
vestida toda de celeste, hasta el pañuelo de la cabeza. Esto escribe
Néstor Rocha.-
Pero miren qué
importante y rescatando cosas cómo aparecen. Hay décimas a doña
Isidora Altez y saben quién las hizo a las décimas? el profesor
Gonzalo Abella. Parte de la décima es muy corta, dice;
Hace un siglo,
montonera de Aparicio
De Aparicio; era Isabel
La Isidora Altéz de
aquel
Sueño sin fin, sin
tranquera
Fue partera y curandera
Yuyos y ungüentos
tenía
Su familia la seguía
En la patriada inmortal
Por gaucha y por
oriental
¡era brava y se sabía!
Un Rémington capturado
A las fuerzas coloradas
La acompañó en las
patriadas
(Sus cinco hijos al
lado)
¡Fue la lanza en su
costado
¡Inseparable señal!
Vincha blanca federal
Le coronaba la frente
Era y es hoy,
simplemente
Tierra del suelo natal.
Esto escribía Gonzalo
Abella sobre esta lancera de Aparicio, que fue un orgullo para los
castillenses por la forma en que se expresaba junto a sus hijos. Ya
finalmente sacando algo de lo que escribe Osiris Rodríguez Castillos
sobre el luna roja dice que no debemos dudar que nuestro
revolucionario tiene a su favor suficientes credenciales como para
justificar su presencia entre nuestros héroes. No sé -decía
Osiris,- no sé ni cómo explicarlo, nunca fuimos tantos ni tan
fuertes en referencia a la Batalla de Masoller; tal vez ahí está la
clave de esta historia. La Batalla estaba ganada, nunca han sido
tantos ni tan bien armados, sin embargo una sola bala, pudo lo que no
había podido el ejército de línea todo, la caída de Saravia pone
fin a la Batalla y la revolución cierra un capítulo de nuestra
historia patria. Aparicio muere un 10 de setiembre de 1904 tras una
larga agonía, sin sus jefes, sin su figura armada hasta los mayores
extremos del heroísmo, sus hombres no son nada, nada pueden sus
oficiales hacer para levantar el ánimo de los guerreros y terminar
una batalla que estaba ganada .
Sin duda, que Saravia
fue un héroe romántico, los que nos sentimos Blancos, siempre lo
hemos considerado así, ninguna novedad ha sido dicha al respecto,
nadie deja la comodidad de su hogar para arriesgar la vida si no hay
por delante una causa a la cual destinar todo el esfuerzo.
Así fue Aparicio, así
fue para quienes dieron la vida con él, por él y por la divisa por
la patria.-
“Las huestes
nacionalistas perdieron la guerra indudablemente, no pudieron superar
la pérdida del caudillo, sin embargo a la larga su causa resultó
triunfante, su sacrificio no fue en vano. Las conquistas que
sobrevinieron son para nosotros los uruguayos de hoy, naturales y
cotidianas, pero las tenemos merced al sacrificio de quien fuera
llamado, Águila Blanca y sus seguidores.
Saravia nunca buscó el
poder, hacerse del poder, por eso la suya fue una revolución
diferente, no es lo habitual que alguien se levante en armas sin
pretender instalarse los supremos puestos de gobierno. Aparicio sólo
quería que las cosas se hicieran con justicia, que hubiera igualdad
y participación, que hubiera cristalinidad y honradez en la gestión
de gobierno quien quiera fuera que lo ejerciera.-“
Parte de lo escribía
entonces Osiris Rodríguez Castillos.-
Y me voy a tomar el
atrevimiento Presidente y señores ediles, de decir una parte de un
poema que lo escribe un Colorado, Pedro Montero López, poeta
duraznense y que además fuera Concejal antes, cuando las
Intendencias antes se regían, no por un Intendente, sino por
Concejales. Pedro Montero López, poeta del Partido Colorado y
Concejal por dicho Partido en el departamento de Durazno, es uno de
los temas más lindos que se han escrito sobre la vida o un poema de
los más lindos que se han escrito sobre la vida de Aparicio. Yo lo
voy a leer simplemente,- no soy un recitador, -pero trataré de que
más o menos lo interpreten, decía:
Qué gran señor de
horizontes,
qué buen paladín del
alba,
con su poncho enamorado
de la luz, dándole
alas!
Heroico pastor de vivas
en las rústicas
gargantas;
en un suelo de protesta
sembrador de siembra
rauda.
Que andaba como el
lucero
cuarteando el día,
¡malhaya!,
un día feliz de
gauchos
y doctores sin igual,..
El campo qué bien
lucía,
la ciudad cómo rezaba,
cuando iba espumando el
pago
de caballeros de plata.
Cuando embriagaba sus
labios
el jazmín de una
proclama,
subiéndosele al
sombrero
aquel claro: “Por la
patria”.
Cuando volaban de a
miles
de su primavera brava,
a los mástiles sañudos
las palomas
partidarias.
Y traían los clarines
las bocas llenas de
dianas
por fácil aire de
mozos
ensortijados de
hazañas.
Y venían viejos viejos
—guerreros de
porcelana—
alardeando las lujosas
virolas de sus
tacuaras.
Y chinas con sus
vestidos
albos, chinas de
plegaria,
chinas de sal
crepitando
en las militares
llamas.
Y negros de fe sonora
con grandes golillas
blancas,
y gurises agridulces,
cachorros de alegre
rabia
Que gran señor de
horizontes
qué buen paladín del
alba,
con su Poncho enamorado
¡ de la luz, dándole
alas!
Padrino del siglo
veinte
Siglo de niñez amarga.
de Fray Marcos,
Tupambay
Illescas Mansavillagra
Padrino de los paisanos
y su ángel de la
guarda;
padrino en Melo de
estrellas
Por ser padrino de
Juana
Qué honor el de Cerro
Largo
al sentir la augusta
garra
del tigre del Cordobés
signando toda su
infancia!
No hubo revolución
que no tuviera de
ahijada.
fue más que padrino en
paz,
Soberbio Padrino en
armas.
Que diga Montevideo,
que diga cómo temblaba
al ver el país Crecido
Con su chaparrón de
lanzas!
En mil novecientos
cuatro,
cuando Setiembre
emplumaba
y el verde hacía
pininos
prendido a la crin del
abra,
quedaron fríos los
cerros
el llano quedó sin
habla
con esta enorme
noticia:
¡muere Aparicio
Saravia!
En Masoller está
inmóvil
la bruñida cabalgata
que con su manea de
asombro:
¡muere Aparicio
Saravia
Y los chasques van
abriendo
sudarios en la
distancia
y el telégrafo entra
al pueblo
tiritando las palabras
Y no sé, no se si no
lamentan
las divisas coloradas
aquella enorme noticia:
¡muere Aparicio
Saravia!
Los fogones se han
quedado
con la victoria en voz
baja;
en aire lacio de pena
los banderines son
lágrimas.
Por qué le crece en la
albura
tan firme rosa
adversaria?
De un caudillo de
rocío,
¡ay! qué general de
escarcha!
En la noche resplandece
el poncho que lo
amortaja,
qué jefe pierden los
tiempos,
sí, qué jefe flor y
nata!
Y se muere con orgullo
él, de su muerte tan
blanca,
volcado en el norte, al
raso,
con la luna cara a
cara.
En la ciudad tiene
Batlle
bandera nueva de
fábricas
y su ceño gris de
asfalto
ardiendo en otra
esperanza.
Por un camino de
espigas
presiente a la
democracia,
con el cadáver de un
sable
en hombros de la mañana
Y el gran señor de
horizontes,
el buen paladín del
alba,
qué padrino de azúcar
en el gusto de la
fama!—,
se muere con blanco
orgullo,
allá, de muerte muy
blanca,
volcado en el norte, al
raso,
con la luna cara a
cara.
Y un grito nace suspiro
del pecho de la campaña
y un suspiro nace
grito:
¡viva Aparicio
Saravia!
(Aplausos)
Gracias, muchas
gracias, a todos los ediles del Partido de Gobierno a los ediles del
Partido Colorado, a todos muchas gracias por poder en nombre del
Partido Nacional, en nombre de todos los blancos realizar este
pequeño, pero como siempre digo, yo no soy historiador, pero siento
una pasión tan grande por mi Partido que me lleva a veces a salirme
un poco y emplear un poco la nostalgia y todo lo demás, así que por
todo muchas gracias.-
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