Que lindos que son mis pagos, si supieran los de acá Jonathan Gamenthaler Pereira

Somos por lejos y sin agrandarnos, un país enormemente privilegiado, ya lo dije antes y no me cansaré de decirlo, pero él depende irreversiblemente de lo que nosotros hagamos por preservarlo y potenciarlo a la vez, buscando un desarrollo sincero y sin ocultismos, que sea bueno para con todos los actores que intervienen en dicha acción.

Nuestro país cuenta con la mayor cantidad de hectáreas productivas por habitante, costas que con lo acotado de las temporadas, aún sabemos sacarles buen provecho. 

La hidrografía nacional, desde los ríos arroyos y bañados, las termas acuíferos e ainda mais, somos y así debemos de sentirnos, privilegiados.

Las Sierras en Cerro Largo y Lavalleja, Maldonado y sigue, las praderas con altos índices de productividad, la cuenca lechera y su desarrollo.

La actividad del turismo, la ganadería y la agricultura y la pesca, son y no tengan la menor duda, el motor del desarrollo nacional. No nos asusta la supuesta ``diversificación de la matriz productiva´´, lo que sí nos asusta, es que se afecten las cuentas de aguas, el acuífero Guaraní, los campos, y la salud de la gente.

Si diversificar la matriz productiva en base a materias primas, porque al fin de cuentas es lo que es, supone la destrucción de forma irreversible de miles de hectáreas para las explotaciones mineras a cielo abierto y en gran escala, yo paso.