Los politólogos Daniel Chasquetti y
Rafael Piñeiro repasaron en No toquen nada cómo ha sido la regulación
de la financiación de los partidos políticos en el Uruguay. Coincidieron
en que el tema no es de los que más preocupe a la sociedad uruguaya
debido a la cercanía que tienen los partidos con la gente.
Por: Redacción 180
Chasquetti señaló que la principal
debilidad que tiene el sistema uruguayo es el control que se le hace a
los partidos políticos. “Sabemos que el dinero les ingresa, los partidos
rinden cuentas pero no demuestran lo que gastaron. El problema es que
todos los partidos le están mintiendo a la ciudadanía. Es lamentable.
Hay un juego no cooperativo entre ellos”, comentó.
Recordó el caso ocurrido en 2009, cuando
la empresa del Casino Conrad le dio dinero a los tres partidos
principales (Frente Amplio, Partido Colorado y Partido Nacional) y en
las planillas en las que aparecen los montos que declara cada partido se
vieron cifras distintas. Conrad tuvo que aclarar que le había dado lo
mismo a todos.
Hizo una comparación con lo que pasaría
si fueran empresas. “La empresa tiene que pagar impuestos. Normalmente,
hacen una declaración y la DGI la acepta. Además, hace inspecciones. No
tenemos algo parecido en la política. No sabemos qué están haciendo.
Necesitamos alguien que abra las cuentas y muestre todo”, apuntó.
Rafael Piñeiro dijo que en otros países
se fija un monto máximo de gasto para la campaña, así como topes para
cada rubro. Además, dijo que, a su entender, “el gran problema de la ley
que regula esto es que los mayores donantes a los partidos no entran en
ningún registro y son los medios de comunicación. A través de
descuentos y cobros diferenciales de los minutos, terminan haciendo
donaciones mucho más voluminosas que las permitidas por la ley”.
Indicó que hay formas más fáciles de
regular. Por ejemplo, planteó que se tarife el minuto de publicidad y se
le compre a la Corte Electoral, en lugar de al medio de comunicación.
Comentó que, de esta forma, “se elimina la posibilidad de generar
beneficios que son donaciones enormes”.
Acerca de la importancia que la sociedad
uruguaya le da a la transparencia del financiamiento de los partidos,
Chasquetti dijo que esto tiene que ver con la legitimidad del sistema
político. Señaló que, si bien mucha gente se pregunta de dónde sale el
dinero, “no da el paso de desconfiar porque los partidos están
movilizados y cerca de la gente”.
Piñeiro señaló que el control surge entre
los propios partidos, mientras existe competencia entre ellos. Sin
embargo, indicó que pueden decidir dejar de competir y acordar que esos
temas no se tratan y todos beneficiarse de la misma manera de dinero mal
habido”. Añadió que “la regulación no puede quedar librada a eso”.
Chasquetti recordó que en 2009 “apareció
un candidato que tenía muchísima publicidad, Julio César Talamás, quien
sorprendió a todos”. Repasó que “los medios empezaron a averiguar quién
era el individuo y de dónde salía el dinero. El control social funciona
pero no podemos quedar en manos de eso: necesitamos leyes que controlen
más allá de la buena intención de los ciudadanos”.
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