La guerra o genocidio que está
sufriendo Gaza y sus palestinos ha tomado un giro que, evidentemente,
inclina la balanza humanitaria y política a favor de los árabes. Ya
no se puede argumentar como se hacía hasta hace unos meses en
defensa de los imperios y la deshumanización de la lucha palestina y
del Islam en general. En las últimas horas empiezan a llegar
noticias de aborrecibles ataques entre los que se destaca el
bombardeo a una escuela de la ONU Unrwa (Agencia para refugiados
palestinos de la ONU), donde había más de 150 familias refugiadas
integradas por civiles y la mayoría de ellos niños. Por supuesto
los yanquis, suena hasta con ironía, pidieron protección (no
misericordia) para los civiles, pero después del insuceso. Pero la
cosa no termina ahí, por supuesto a esta altura no hay duda de que
el ejército que hizo esta ofensiva criminal, según declaraciones
propias de la prensa yanqui, se identifica con los bombardeos del
ejército israelí. Cosa lógica si se tiene en cuenta que los
bombardeos indiscriminados con el poderío de fuego que tienen las
partes, es obvio, que la contundencia sobre las víctimas no puede
ser árabe. Cierto es que se está buscando particularmente por los
egipcios, según su diario Al-Ahram, que la diplomacia pueda
atemperar en las próximas horas, para lograr un cese humanitario del
fuego, pero aun cuando felizmente puedan llegar a la interrupción de
hostilidades, ya hay 760 muertos más 4.200 heridos, todos palestinos
y afines. Es un hecho humanitario descalificable y deleznable por la
ferocidad de sus resultados. También es cierto que del lado de Hamás
se contesta con profusa cohetería, se habla de 2.100 cohetes, pero
es obvio, ya lo hemos dicho, la notoria desproporción de fuerzas.
Obsérvese que los soldados israelíes caídos son apenas 32. Nos
cuentan en prensa occidental que esos 2.100 cohetes han llovido
particularmente en Tel Aviv. Lo que no dicen es qué cantidad de
víctimas hubo en los hechos en la población israelí. O sea el
genocidio es notorio y producido por los judíos. A esta altura no
hay intencionalidad, al menos aparente, de pacificación visto
objetivamente desde nuestra óptica, leíamos, según versiones de
prensa árabe e iraní que se ha aprobado por parte del ejército de
Israel el uso de Fósforo Blanco contra la población civil de Gaza.
Como se sabe, el Fósforo Blanco es un arma prohibida en las guerras
convencionales, son bombas explosivas que destrozan el cuerpo humano,
tenemos en nuestro poder, internet mediante, fotos donde se muestran
cadáveres mutilados sin cabeza, sin brazos y sin piernas, producto
de esos bombardeos. O sea, la devastación y crueldad sigue tomando
cuerpo. Es muy heroica la resistencia palestina, teniendo en cuenta
la desproporcionalidad de fuerzas y el respaldo que siempre han
tenido todas estas luchas de parte del imperio yanqui. Hoy día en la
ONU desde su secretario general Ban Ki Moon hasta los países más
exentos del proceso se han volcado a favor de los palestinos y su
gente, salvo los yanquis. Han quedado de vuelta solos juntos con su
principal asociado, Israel, según versiones periodísticas y de
agencias internacionales es la defensa de los medios usados y las
consecuencias que arrastran. Todos los últimos intentos logrados con
la más humana y piadosa intensión desde la Iglesia Católica y su
Papa Francisco, hasta incluso algún intento por parte de la propia
U.S.A., fracasaron y reconocieron su ferocidad de parte de los
israelitas, cuando ellos consideraron cuasi inmediatamente las
necesidad del arrase bélico, sólo queda la esperanza ante la
presión internacional, de un entendimiento que pensamos y Dios
quiera que nos equivoquemos, cada vez más lejano. Da la impresión
que hasta que no se puedan quedar con todo el petróleo de la zona no
va a haber paz ni misericordia para los pueblos árabes e islámicos.
Las consecuencias de aquí en más tienden a agravarse. Nos dicen
también que los Ayatolás iraníes están llamando a celebrar el día
de Al-Quds, que es el verdadero y más viejo nombre impuesto por los
islámicos de Jerusalem para todo el mundo, ese día, el último
viernes del mes de Ramadán, se le designa por resolución de Jomeini
desde 1979. Hoy en solidaridad con el pueblo palestino vuelven a
hacerlo, repudiando las masacres y persecuciones sufridas. Esta
realidad agravaría los hechos y sus consecuencias porque falta
entrar Irán, que es una potencia con más de 85 millones de
habitantes. Si se sigue jugando con fuego, subestimando el pueblo
árabe e Irán en aras de la posesión del petróleo se puede llegar
a situaciones impredecibles de una gravedad inusitada.
Leopoldo
Amondarain
C.I.
950.556-0
Tel:
099 626 573
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