Escritor y periodista Julio Dornel
Allá por el 2.000, en las páginas de ZONA CHUY, evocábamos la trayectoria deportiva de “Pelé”, señalando que en el álbum deportivo del fútbol fronterizo, estaban faltando algunas figuritas selladas, que por distintos motivos no habían tenido el reconocimiento popular que permitiría reconstruir la trayectoria talentosa de algunos jugadores del fútbol fronterizo. Recurriendo a la memoria de algunos lectores con varias primaveras, fuimos sacando de la galera imaginaria los nombres de Edegar Pérez, Paulino Gamón, Armando Fosatti, Rubí Vidal, Wilson Selayarán, Norberto Casal, los hermanos Mello y muchos otros que se han escapado de la evocación por culpa de la memoria. Y es precisamente en “esos otros” que se nos ha quedado el “Pelotilla”, un apodo cuya sola mención es capaz de convocar nuevamente la admiración de quienes tuvimos la suerte de verlo jugar. Defendió durante muchos años al Nacional de Samuel, junto a Orlando Alvez, Juan María González, José Pedro Silva, Juan Maurente, Alberto Viojo, Hugo Lima, Wilson Priliac, Luis Fernandez, Julio Rodriguez y José Castillos. En la mejor selección de Rocha de todos los tiempos, estuvieron a su lado Fernando Alemán, Justo Aguirre, Servando González, “Pochocho” Fernandez, el “Rata” Muñoz, el “Bebe” Lombardi, Marcelino Acosta, el “Bina” Longeau y Larrea. Eran los tiempos del fútbol romántico, con pocas indicaciones tácticas pero con mucho amor por la camiseta. Por aquellos años la belleza del fútbol no dependía de los recursos económicos, las primas ni los contratos, sino del talento y las condiciones del jugador. Para “Pelé” no existían canchas desparejas ni maltratadas. Era un exquisito del fútbol, que hacía delirar a los vecinos que se daban cita en el SAMUEL PRILIAC, en una época de auténtico fútbol amateur, sin contratos ni primas y hasta diríamos sin pases, porque los buenos se quedaban para siempre al servicio de la misma institución.
EL VECINO QUE SE FUE.
En la cooperativa de viviendas COVICHUY, los vecinos pueden atestiguar la existencia fraterna y generosa de Provisión Pelé”, de puertas abiertas a las dificultades del barrio. Muchas cosas podríamos agregar sobre el hijo de Doña Marieta; que se destacó por su buen fútbol, , por la dinámica, por la habilidad, por el desborde y por los goles convertidos. Sin embargo el juicio no estaría completo si no mencionáramos al hombre generoso, bonachón y alegre, que extendiendo su mano, se ganó la consideración popular fuera de la cancha. Por lo expuesto y muchas cosas que se quedan en el teclado, hacemos llegar a Edgardo y demás familiares el abrazo sincero, de una población que lo quiso mucho y quizás no supo expresarlo. Se fue un domingo, día de futbol, quien te dice que el partido está por comenzar y el “Negro” Rubí, el “Pato” Casal y el “Bibe” Selayaran lo están esperando….Chau “Pelotilla”.
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