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lunes, 2 de septiembre de 2013

Hallan una carta de amor oculta durante casi un siglo


Epectador.com

Los trabajos de documentación del Museo de la Alhambra sacaron a la luz, en el hueco de un artesanado mudéjar de una desaparecida iglesia de Granada (España), la carta de amor que un tal Pepe escribió a su amada Emilia en 1921.
 
Hallan una carta de amor oculta durante casi un siglo

Los jardines y rincones de la Alhambra, el monumento más visitado de España, esconden en cada esquina leyendas, secretos, amoríos y traiciones, muchos enterrados para siempre y otros descubiertos por la labor de conservación del personal del monumento.

Los trabajos de documentación y catalogación que afronta el Museo de la Alhambra permitieron descubrir, casi un siglo después, las palabras de amor que Pepe, un vecino de la localidad granadina de Sorvilán, mandó a su querida Emilia en 1921.

La misiva, de una pobre ortografía y en un papel sin importancia, envejeció escondida en un borde de madera hasta que el museo rescató esas palabras de amor.

Su valor no puede competir con el de otras piezas alhambreñas utilizadas por sultanes y princesas, pero sí dejan un reguero de misterios, anécdotas y las historias que la imaginación de cada uno pueda diseñar.

El equipo de arqueólogos que descubrió la carta explicó a Efe que el trocito de papel que enmarca las palabras de amor vio la luz en uno de los paños de madera que componían el artesonado de la extinta iglesia de San Matías de Granada, almacenados en el museo alhambreño y de talla mudéjar.

En la carta, que se aborda con guantes como si de una joya más se tratase, fue escrita un lunes hace hoy 92 años por Pepe, que le contaba a su amada Emilia que le mandaría con un emisario otra misiva junto a un racimo de uvas dirigido a un tal don Antonio.

"Si el miércoles no las llevara, no hables el jueves al otro que va con uvas (...) Me dirás si recibiste las uvas y que mandarás las cartas con el que lleve las uvas (...) Sin otra cosa por hoy, besos del que te quiere", reza la carta.

Entre Sorvilán y la iglesia granadina que refugió las letras de amor y uvas, entre Pepe y Emilia, distaban más de 92 kilómetros, quizá demasiados para declarar un amor que hoy habría llegado a golpe de clic.

Fuente y fotos: EFE.

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