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lunes, 4 de noviembre de 2013

NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES. UNA IMAGEN EN LA OTRA ORILLA DEL PLATA Escribe Noé Zenón Suarez Casielles

Escritor,poeta,historiador y periodista argentino. Sus trabajos han obtenido varios premios nacionales e internacionales. Vive en Dolores Argentina.
El blog agradece sus importantes aportes


La advocación, a la Virgen María, en la Virgen de los Dolores, que también pude nombrársela como de la Piedad, Amargura, Soledad, Angustias, Caridad, o simplemente la Dolorosa, cuya conmemoración se hace los 15 de septiembre de cada año.
Se la reconoce en todo el mundo católico, allí están los Siete Dolores de María, que acompaña a su hijo, es la Madre del Perdón y la Misericordia, que debemos cultivar todos nosotros. Ella se aparece en distintas partes y generalmente se la nombra por el lugar donde se hace presente, es la Santísima Virgen María, un día se quedó en Luján, Patrona de Argentina.


En mi peregrinar, siempre sé llevar la imagen de Nuestra Señora de los Dolores, esa imagen que la tradición cuenta que es la primitiva, y junto a ella la Oda que yo dediqué en 1998 a la traída de España en ese momento.
Es mi costumbre, visitar los templos de las distintas localidades, en este caso, no fue en una ciudad o pueblo, fue cuando me llegué hasta la antigua Fortaleza de Santa Teresa, en el Departamento de Rocha, Uruguay. Es una monumental reliquia de 1762, a orillas de la ruta nº 9, cerca de la ciudad de Castillos, que une la costa Este, del país y va desde Montevideo al Chuy, frontera con Brasil. Al visitar dicha Fortaleza, de una hectárea aproximadamente, hoy museo, un cuartel, para que se entienda, con todas sus reparticiones, comandancia, polvorín, templo, enfermería, cocina, cuadra de los soldados, etc., toda rodeada de gruesas paredes, la exterior cerca de los cuatro metros de espesor y cerca de los dos la interior. Su altura supera los once metros. Está rodeada de cañones de esa época, con 41 troneras para los mismos y cinco miradores o garitas hechas de piedras labradas, situado sobre una espectacular loma montañosa. En sus alrededores pude visitar el monumento al Coronel Leonardo Olivera, que participó en las luchas de la independencia de su país. También abundantes plantas de Bruscas, esas que alguna vez tuvimos en el lugar donde estuvo enclavado el presidio de prisioneros durante nuestra lucha, también por la independencia, Santa Elena, a escasa legua de nuestra ciudad de Dolores, aquí en Argentina. En la zona, ha esa planta, se la conoce como de la Cruz.
Pero el momento de mayor impacto en mí, fue al recorrer la capilla, sencilla, pero, majestuosa, encontrar la imagen de Nuestra Señora de los Dolores entre sus reliquias. Recordando, en el auto llevaba las estampas que conté anteriormente, bajé hasta el mismo y entregué una para poner donde otros han dejado en su paso por allí, y otras dos en manos de quienes me atendieron. Así, la imagen que nos acompaña a la entrada del templo de Dolores, con su rica historia, que fue cuidada por la familia Molina, según relatos, hoy es reliquia en este pueblo, que pronto tendrá 200 años. Es bueno elevar nuestras plegarias, pero, agradecer cada día, perdonar y reconocer a nuestro Próximo, es ganar el cielo en la tierra, lugar de evangelización y oración. Somos hermanos desde siempre.

Noé Zenón Suarez Casielles- 2013.

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