Montevideo Portal
La
capacidad de asombro de las personas realmente es inagotable. Cuando
uno cree haber escuchado todo siempre surge una afirmación, una frase,
algo, que nos sorprende. En este caso nos referimos a expresiones del
precandidato del Frente Amplio, el doctor Tabaré Vázquez quién, como ex
presidente de la República, debería ser más cuidadoso en las opiniones
que expresa públicamente.
Decimos
esto porque el doctor Vázquez ha afirmado, en televisión y en actos
partidarios que su gobierno y el actual cumplen los compromisos del
país. No vamos a poner en duda la conducta del gobierno pero no podemos
olvidarnos que fue el propio doctor Vázquez que en medio de la crisis
financiera de 2002, cuando todo el trabajo y el ahorro nacional se
derrumbaron, quien pidió que el país declarara el default para sus
compromisos internacionales. Esto significaba dejar de pagar las deudas y
dejar de honrar los compromisos asumidos por el país. Una acción de esa
magnitud nos habría dejado hundidos quién sabe por cuánto tiempo y con
escasas posibilidades de salir adelante en un corto plazo.
Sin
embargo, el esfuerzo del gobierno, del Parlamento, de la gente, logró
que el país saliera adelante, superara la crisis, pagara sus deudas y,
por supuesto, honrara sus compromisos. Mientras tanto, el doctor Vázquez
seguía reclamando, al igual que gran parte del Frente Amplio, el
default. Quizás por simple imitación de lo que por esos meses había
hecho Argentina.
Esta
afirmación del doctor Vázquez es otra de las evidencias de que tanto
él, como otros dirigentes del Frente Amplio, viven en un mundo ajeno a
la realidad. Para muestra basta un botón, y el botón de la muestra en
este caso es la inseguridad: hace unos días delincuentes robaron a mano
armada un automóvil de la Presidencia de la República. ¡Nada menos! En
el vehículo viajaba un alto funcionario de la Oficina de Planeamiento y
Presupuesto al que le hurtaron sus pertenencias. Si la falta de
seguridad, que castiga fuertemente a los trabajadores y comerciantes,
llegó hasta los funcionarios de gobierno que viajan en auto oficial, no
podemos decir “vamos bien”. No vamos bien. Para nada.
El
país ya lo sabe, Vázquez promete cinco años en los que habrá más de lo
mismo. Para él, no hay problemas graves y la culpa es de los demás.
Y eso es inadmisible. La culpa no es de otros, es de ellos que ya
llevan nueve años de gobierno con mayoría parlamentaria y no tienen nada
destacado para mostrar. Nada.
Otra
expresión del candidato frentista que no podemos dejar pasar por alto
es que muy suelto de cuerpo declaró en un programa de televisión que la
colectividad que representa es de centroizquierda, mientras englobó a
todos los demás partidos como “de derecha”. Pues bien, esta afirmación
es falaz y tan falaz es que ni siquiera cayó bien en muchos sectores de
su partido que piensan que son de izquierda lisa y llanamente, y no de
centro, como él se quiere presentar.
Eso,
debe saberlo el doctor Vázquez, lo que hizo no es otra cosa que
vestirse con ropajes ajenos, porque el centro del espectro político del
país –donde evidentemente él quiere juntar votos que le son esquivos-,
lo constituimos amplios sectores del Partido Colorado, como los
batllistas, y por qué no, del Partido Nacional.
Proceder
de esta manera significa que uno está dispuesto a todo, incluso a
mentirle a los electores, con tal de obtener su voto. En el Uruguay que
queremos, no hay espacio para estas actitudes electoreras que esconden
los verdaderos objetivos de quienes nos postulamos ante la ciudadanía.
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