Organizaciones describen diversas prácticas de torturas
Privación de artículos de higiene, burlas,
duchas de agua fría, encierros prolongados y golpes son algunas de las
situaciones que sufren los internos en el INAU y fueron denunciadas
ante el Parlamento por organizaciones de derechos humanos.
J .P CORREA, E BARRENECHE
sáb jun 14 2014
El País
Ese fue el panorama que pintaron el miércoles
ante la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Representantes el
Servicio Paz y Justicia (Serpaj), Ielsur y el Comité de los Derechos del
Niño. Luis Pedernera, de Ielsur, señaló que "hemos recibido testimonios
creíbles de parte de funcionarios que expresan que si llegan a decir
algunas cuestiones van a ser perseguidos y en algunos casos perderán el
trabajo. Esto tiene una explicación: la mayoría de los nuevos contratos
de las personas que han ingresado al Sirpa son precarios porque son
eventuales".
El Sirpa es un servicio desconcentrado del INAU que
atiende hoy a 678 jóvenes. En noviembre del año pasado, cuando las
organizaciones visitaron los centros que ahora cuestionan , había allí
620 jóvenes internados y ya consideraban excesiva esa población.
Pedernera marcó también su preocupación por lo que
consideró rebaja en las exigencias de ingreso para los funcionarios. "En
los últimos llamados el requisito ha sido el de tener Primaria
completa, pero en las anteriores administraciones la condición era
contar con Ciclo Básico completo. Esto constituye una rebaja en los
estándares y no lo digo por desmerecer a quienes no pudieron completar
el Ciclo Básico, sino porque para el trabajo con este tipo de población y
desarrollar tareas con estos adolescentes es necesaria cierta
capacitación y especialización que, en principio, no se obtiene solo con
educación primaria", advirtió.
Pedernera sostuvo que antes los malos tratos eran
aislados, pero desde mediados de 2012 hasta ahora recrudecieron en
particular en los centros de ingreso en Montevideo, el Ceprili conocido
como centro Puertas, el Centro Desafío en Chimborazo y General Flores,
para adolescentes de entre 13 y 15 años, y el Hogar SER, de la Colonia
Berro, "que es el emblema de esta forma de violencia".
Una de las prácticas que denunció es la denominada
"paquetito". Consiste en colocar al adolescente en una posición parecida
a la de un paquete, pasándole los grilletes de los pies por las
esposas, explicó Pedernera. "Otros testimonios señalan que los
`amarrocan`. En la jerga adolescente "amarrocar" significa esposarlos y
tenerlos toda la noche colgados a una parte de la cucheta. Precisamente,
las adolescentes señalaron que el `amarrocamiento` era una práctica
utilizada en el centro de detención. También mencionaron tirones de pelo
y patadas en el piso", agregó Pedernera.
En el hogar SER de la Colonia Berro habrían ocurrido
episodios en lo que los jóvenes eran desnudados, recibían burlas y se
los obligaba a limpiar espacios comunes. "La otra cuestión que nos han
indicado, es que los adolescentes de las familias que han comenzado a
denunciar, han presenciado castigos sobre compañeros a los que se les
dice: `Te pegamos a vos porque la madre o la abuela de él está
denunciando`, dijo Pedernera en la comisión.
"Hemos acompañado la denuncia de un adolescente que
fue tirado de su cama y se le quebró un brazo. La versión oficial fue:
`Se cayó de la cama y se quebró`. Luego, los educadores de calle
entraron en contacto, lograron fotografiar al adolescente, constataron
moretones y hematomas en diferentes partes del cuerpo y el adolescente
les señaló: `Me dijeron que diga que había sido una pelea con mi otro
compañero y que me caí de la cama`. Entonces, nos pusimos en contacto
con el abogado defensor, quien planteó esto en la Justicia. Lo cierto es
que los funcionarios fueron procesados por lesiones
ultraintencionales", contó.
El Juzgado Penal de Pando indaga a una decena de
funcionarios por seis denuncias de malos tratos. Entre ellos está la
exdirectora del Hogar SER. "Si los denunciantes tuvieran garantías (para
las denuncias) otro sería el cantar", consideró.
Objetan a director
Mauro Tomasini del Serpaj denunció que el
subdirector del hogar Sarandí, pese a haber sido acusado
administrativamente de golpear a un joven y negarle medicamentos, fue
trasladado y nombrado subdirector del hogar SER. A los jóvenes les
cuesta acceder a la Justicia, sostuvo.
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