27 de junio, la conmemoración de "una desastrosa derrota"
“¿Hay alguna relación entre la 
preferencia por el 27 de junio y la cultura de la izquierda uruguaya 
hegemónica hace décadas y gobernante hace un poco menos? Me parece que 
la pregunta vale la pena planteársela”, dijo en No toquen nada el 
historiador José Rilla, quien señaló que esa fecha, que fue elegida para
 ser el "Día de la Resistencia y Defensa de la Democracia", refiere a 
una "desastrosa derrota".
Publicado el: 27 de junio de 2013 a las 17:22Por: Redacción 180
“La memoria de la izquierda, sobre todo 
la memoria de algunos partidos de la izquierda, es muy institucional. 
Los comunistas, por ejemplo, siempre han preferido al 27 de junio, la 
gran huelga general que hirió de muerte a la dictadura”, señaló. 
La elección del 27 de junio como el 'Día de la Resistencia y Defensa de la Democracia'
 se da “en parte porque fue una heroica huelga que terminó aplastada 
pero por la que de algún modo nadie pudo decir que la dictadura tuvo el 
camino fácil, pero que permite ocultar que el golpe de estado en el 
Uruguay mereció de parte de miles de personas, cientos de miles de 
personas, y cientos de miles de instituciones, un suspiro de alivio”, 
sostuvo Rilla.
“Eso duele decirlo. Es horrible decirlo. 
No estoy hablando de suspiros de alivio militantes ni fervorosos, 
estamos en Uruguay, pero eso existió en Uruguay. Y el 27 de junio y la 
gran huelga general de algún modo permiten disimular esto u ocultarlo o 
mostrar nuestra mejor historia, nuestra mejor versión”, agregó. 
“¿Y qué pasa con el 80, el 83, el 84? Que
 allí aparecen otros actores. Allí vuelven a aparecer por ejemplo los 
demás partidos políticos. El 80 es una fecha que se construye de otra 
manera, con otros actores, con otros relatos. Acá no hay ingenuidad. No 
digo mala intención, es contingencia, necesidad de ir construyendo estas
 cosas”, indicó. 
“Me parece que (el 27 de junio) es la 
fecha estrella. Y yo siempre he hecho una protesta: ¿por qué la fecha 
estrella no es el 30 de noviembre de 1980? ¿Por qué conmemoramos una 
desastrosa derrota como fue el 27 de junio? Yo lo siento como una 
derrota. ¿Tenemos una preferencia por lo luctuoso, por lo negro?”, se 
preguntó el historiador.
Esto refiere a una “interpretación casi 
de Tabárez, de ‘si tenemos que elegir una forma de perder’. No, el 
Uruguay tiene una historia enaltecedora que contar y que celebrar que 
podría tener un mojón el 30 de noviembre del 80. Podría tener otro hito 
el 1° de mayo del 83. O el 27 de noviembre del 83, cuando toda la 
oposición y todos los partidos y todas las fuerzas sociales se sentaron 
al lado del Obelisco 'por un Uruguay democrático sin exclusiones'”, dijo
 Rilla.
“No nos creamos que el 27 de junio está 
allí como una cosa natural que la podemos ir a buscar al cajón y la 
mostramos ahora. Es algo que hemos construido además de haber padecido”,
 dijo.
Construcción de las fechas
“Las fechas cuando las construimos como 
hito son opciones, son elecciones que hacemos, que vamos haciendo, a 
veces no muy conscientemente”, señaló Rilla. Son fechas “que condensan 
significado” y “quieren resumir mucha cosa en un solo episodio y tienen 
generalmente una pretensión, una ambición pedagógica”, agregó. 
Elegir fechas “es un esfuerzo muchas 
veces de simplificación, de síntesis, de estilización, de simplificación
 en el peor sentido, de ocultamiento de algunas cosas para realzar 
otras, de contrastes a veces mal armados, pero que tienen una intención 
eminentemente pedagógica”, dijo el historiador.
“¿Por qué estamos en esto hoy? ¿Por qué 
los 40 años del golpe de estado son aparentemente el episodio más 
importante de trabajo y memoria referido a la dictadura en Uruguay? ¿Es 
la única vía posible? ¿Estamos eligiendo? Si estamos eligiendo, ¿estamos
 descartando? Evidentemente que sí. Estamos diciendo sí a esto, no a 
esto otro”, dijo. 
En el proyecto de ley “hay un giro de 
significación que no debería pasar inadvertido, porque el 27 de junio, 
¿qué fue? ¿Fue un día de victoria o de derrota? ¿Fue un fracaso o fue un
 éxito? ¿Ganamos o perdimos?”, se preguntó Rilla.
El historiador advirtió que esto no es 
“original”: “los alemanes tienen el 9 de noviembre como fecha muy 
importante. Si es del 38 es la Noche de los Cristales Rotos (cuando 
entre 20.000 y 30.000 judíos fueron arrestados por los nazis y enviados a
 campos de concentración); si es el 89 es la caída del Muro (de Berlín, 
que dio lugar a la reunificación alemana)”, explicó.
La democracia no era un tema
“¿Qué momentos preferimos y cuáles 
descartamos? El 9 de febrero (cuando el Ejército y la Fuerza Aérea 
"desconocieron" al nuevo ministro de Defensa) podría haber sido un hito 
fundamental pero es un poco vergonzante, es como festejar el 4 de 
octubre de 1828, el Día de la Independencia (cuando los gobiernos 
argentino y brasilero suscribieron la Convención Preliminar de Paz que 
puso fin a la guerra entre ambos y reconoció la independencia de 
Uruguay). Pero el 9 de febrero es un día de absoluta confusión, 
perplejidad, errores políticos descomunales, vacilaciones, errores de 
interpretación de lo que estaba pasando”, dijo Rilla. 
Era un momento del Uruguay “en el que –y 
ahora lo decimos con la ventaja de los años- la democracia no era un 
tema. Hay que hacer un esfuerzo de comprensión: aquellos dirigentes, 
hace 40 años, ¿tenían a la democracia como un eje de sus discusiones, 
preocupaciones, de su agenda? No”, agregó. 
“La democracia no era el tema del Uruguay
 de los 60 y principios de los 70. En todo caso era el cambio, era la 
revolución, a la derecha o a la izquierda, pero no era la democracia. A 
veces tenemos la tentación anacrónica de someter a aquellos actores, que
 por supuesto son susceptibles de ser juzgados -no es la tarea del 
historiador- con los parámetros que tenemos ahora. Entonces le pasamos 
la vara, a ver, ¿cuán democrático aquel discurso de los 60? No, no les 
importaba. Era muy excepcional”, dijo.
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