Carta de Bordaberry a Vamos Uruguay
Ni una cosa ni la otra
Montevideo Portal 
El líder colorado Pedro Bordaberry marcó distancia del 
reconocimiento que hizo el senador Ope Pasquet sobre la responsabilidad 
de su partido en el golpe de Estado de 1973 y al mismo tiempo rechazó 
los insultos que le dirigió el expresidente Jorge Batlle.
En una carta dirigida a todos los integrantes de Vamos Uruguay, 
el líder colorado Pedro Bordaberry dijo que "en gran parte" no comparte 
el discurso del senador Ope Pasquet en la sesión de la Asamblea General 
de este jueves, en que reconoció la responsabilidad de su partido por la
 decisión de Juan María Bordaberry de disolver las Cámaras el 27 de 
junio de 1973.
"No quiero dictadura en mi país como tampoco quiero iluminados que se
 alcen en armas contra gobiernos democráticos", afirmó el senador en la 
carta y aseguró que Pasquet "expresó su opinión".
Pero al mismo tiempo, salió al cruce de los calificativos de 
"imbécil" e "idiota" que le propinó este viernes el expresidente Jorge 
Batlle a Pasquet.
"Tampoco estoy de acuerdo con las descalificaciones y los insultos 
con aquel que discrepa. Por más distinguido y por más credenciales que 
tenga quien las profiere. No es con el improperio que se logra expresar 
una idea o una diferencia. Es con respeto. El ocupar o haber ocupado una
 posición de privilegio no da patente para insultar al otro sino que 
obliga a ser mas respetuoso y tolerante. Amigos, quiero ser bien claro 
con Ustedes. No estoy dispuesto a trabajar para discutir sobre el 
pasado, pelear o insultar", escribió.
A continuación, el texto completo de la carta de Pedro Bordaberry a Vamos Uruguay.
Estimados compañeros de Vamos Uruguay; 
Les envío esta nota en la imposibilidad de comunicarme 
personalmente con cada uno de Uds., preocupado por lo que está 
sucediendo estos últimos días.
Nos hemos enfrascado en discusiones sobre el pasado y creo que así no podemos seguir.
Recordarán que cuando, hace 6 años, me propusieron formar Vamos 
Uruguay les plantee llevar a cabo una nueva forma de hacer política. 
Con entusiasmo (y no poca ilusión) hablamos del Nuevo Partido 
Colorado. Uno que mirara hacia delante, estuviera cerca de los problemas
 de la gente, llevara soluciones y fuera de propuesta, no de protesta. 
También les expresé que no creía en esos liderazgos que imponían, que exigían unanimidades o confundían estas con la unidad.
Creo en la libertad, en el intercambio de opiniones, y en la 
necesidad de convencer y no de imponer.  A mi juicio se lidera más con 
el ejemplo y la acción que con el grito o la imposición. 
En estos tres años y medio que llevo en el Senado de la República
 he tratado de cumplir con todo esto. En la acción, por ejemplo, de no 
faltar a las sesiones o de no realizar viajes a costa del Estado. 
Pero sobre todo en el ejemplo de trabajar duro en las comisiones y
 en el Plenario en los temas que hacen a la vida diaria de los 
uruguayos. 
Recordarán que hace un tiempo interpelé al Ministro de Economía 
adelantándole los problemas que se venían y que afectarían al país y a 
los uruguayos: el valor del dólar que afecta nuestra competitividad y el
 empleo; la inflación que hace cada día más gravosas las compras de los 
elementos básicos para la vida de los uruguayos como alquileres, 
alimentos, servicios públicos, etc; el déficit fiscal del año pasado que
 condicionaría esta rendición de cuentas (de lo que da prueba los paros 
que hoy existen). 
Hace mas tiempo interpelé al Ministro de Educación y Cultura, 
advirtiéndole de los problemas de infraestructura en las escuelas y 
liceos públicos, el poco egreso de maestros y profesores, y los 
problemas de ausentismo y falta de clases. 
Presenté varios proyectos de ley por ello, para asegurar 200 días
 de clase por año, la creación de la Universidad de la Educación o 
lograr más liceos en las zonas de contexto crítico. 
También me ocupé muy especialmente del principal flagelo que nos 
azota como sociedad, entregando 50 medidas para mejorar la Seguridad 
Pública, liderando la recolección de firmas para encarar el problema de 
la minoridad delincuente, y apoyando proyectos de ley en materia 
carcelaria, de actuación del Ministerio Público y la Justicia. 
Entre otras materias también trabajé sobre el país que dejaremos a
 nuestros hijos y nietos, con tres proyectos de ley sobre Medio Ambiente
 e intervine en los proyectos vinculados con la Vivienda, en especial la
 de interés social. 
También traté de alentar el ingreso de los jóvenes a la política y
 el partido, recorriendo todo el país muchas veces para que ello 
ocurriera. Especialmente traté de darle el espacio a las mujeres, tan 
postergadas aún en su integración a los cargos políticos. 
Creo que la forma de liderar es esa: con el ejemplo y la acción, 
mirando hacia delante, construyendo entre todos un mejor Uruguay. 
En reiteradas ocasiones he señalado que los políticos nos debemos
 considerar empleados de los uruguayos. Ellos nos pagan sueldos 
importantes para que mejoremos su vida. 
Lamentablemente en los últimos días nos hemos enfrascados en discusiones sobre el pasado, concentrado en él y no en el futuro. 
Como ustedes saben, nunca le he pedido a legislador u orador alguno que me muestre o dé su discurso antes de hablar. 
Si alguna acción se decide en Vamos Uruguay, se decide con el voto de todos y no con la opinión de uno. 
El día de ayer, concurrí a la Asamblea General, como 
establece mi obligación como legislador. El compañero que hizo uso de la
 palabra expresó lo que era su opinión sobre un tema. 
Opinión que es la de él y como tal se podrá compartir o 
no. Yo en gran parte no la comparto. Como expresé no quiero dictadura en
 mi país como tampoco quiero iluminados que se alcen en armas contra 
gobiernos democráticos. 
Pero más allá de su contenido creo que se debió hablar 
del futuro, de la construcción. Me resisto a seguir discutiendo hacia 
atrás y creo que hay que hablar del mañana. 
Hacerlo desde la perspectiva de una generación posterior a
 la de los enfrentamientos entre uruguayos, que quiere rescatar el 
espíritu del Cambio en Paz, de la Comisión para la Paz o del Nunca Más. 
Una generación, que es la mía, que no participó en esos 
hechos y que mira como todavía ese pasado atrapa una y otra vez a los 
uruguayos. 
Yo quiero que nos atrape el futuro. 
En lugar de seguir discutiendo responsabilidades y hechos
 de hace 50 o 40 años quiero concentrarme en construir el Uruguay 
democrático de los próximos 40 o 50. 
No es que no haya que hablar del pasado. Debe ser la 
plataforma para construir el mañana. Desde los aciertos, para repetirlos
 y de los errores para no hacerlo. 
Tampoco estoy de acuerdo con las descalificaciones y los 
insultos con aquel que discrepa. Por más distinguido y por más 
credenciales que tenga quien las profiere. No es con el improperio que 
se logra expresar una idea o una diferencia. Es con respeto.
El ocupar o haber ocupado una posición de privilegio no 
da patente para insultar al otro sino que obliga a ser mas respetuoso y 
tolerante. 
Amigos, quiero ser bien claro con Ustedes. No estoy dispuesto a trabajar para discutir sobre el pasado, pelear o insultar. 
Mientras se hace eso, hoy, miles de niños y jóvenes no tienen 
clases, exámenes, merienda o almuerzo por el paro en la enseñanza. 
Mientras se hace eso cada día matan a un uruguayo por la 
inseguridad, como sucedió hace unos días con un trabajador en una feria,
 y tenemos decenas de miles de rapiñas por año. 
Mientras se hace eso hay uruguayos que ven peligrar su fuente de 
trabajo por el déficit fiscal, la baja de la competitividad y el valor 
del dólar, mientras muchos otros ven encarecidos los productos básicos 
de la canasta familiar.
Mientras se hace eso miles de compatriotas siguen viviendo en 
asentamientos sin los servicios mínimos a que tiene derecho todo ser 
humano. 
La gente no entiende que se prioricen esas peleas y discusiones sobre el pasado antes que los problemas que estamos viviendo. 
Amigos de Vamos Uruguay, si el camino que van a seguir es ese de 
discutir el pasado, la pelea o el insulto, están yendo contra el pacto 
original de creación de nuestro grupo y la nueva forma de hacer 
política. 
En ese camino no hay lugar para mí. Por lo que si la mayoría de ustedes decide ir por él no cuenten conmigo. 
Yo seguiré, mientras me den las fuerzas, en la senda de la 
construcción y la propuesta mirando al futuro. Sólo o acompañado, pero 
convencido que ese es el camino. 
Parafraseando a Macedonio, el maestro de Jorge Luís Borges, 
unámonos o dispersémonos, no nos hemos juntado para contemplar el vivir 
de la burocracia, escuchar el falsete de la vocingleria electoralista, 
asistir al teatro o al sorteo del 5 de Oro. 
Nos juntamos para construir los próximos 40 años de Democracia, oportunidades, educación, paz y progreso. 
Si me quieren acompañar, los espero. Si no quieren sigan su 
camino. Respetaré su opinión y seguiré sólo o acompañado por los que 
compartan su visión con la mía,  pero convencido que el rumbo es de 
construcción y propuesta. 
Con el aprecio de siempre,
Pedro
 
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