El 31 de enero de 2013 este querido personaje rochense dejó este mundo. A fines de julio de 2012 tuve una larga charla con Carita, la que se emitió, primero en el programa Cuarto Poder de radio Fortaleza y pocos días después fue publicada por El Este.
Como un muy humilde homenaje a un hombre íntegro que literalmente dio su vida por los demás,reitero hoy aquel reportaje.
HUMBERTO “CARITA” SILVERA
“MI
MAYOR FELICIDAD ES AYUDAR, TODOS NECESITAMOS DE TODOS.”
Escribe
Juan José Pereyra
Nació en
Lascano, hijo de un millonario que nunca lo reconoció ni le dio
nada. Ha dedicado su vida a ayudar a los demás y siente que aquel
rechazo lo motivó a luchar para demostrar que él existe y es mejor
que aquel señor.
Una noche
de febrero de 1956, en la legendaria Fragata, en medio de una gresca
incentivada por el alcohol de la que no participó, (casi), alguien
le dijo Carita. Y así le quedó hasta hoy. Jugó al fútbol en el
Nacional de Lascano y en Rocha en Rampla y Lavalleja. Fue una figura
importante del carnaval, del que se retiró luego de sufrir lo que
siente fue una gran traición. Un día se transformó en el Rey del
Pop.
El Este
publica parte de una extensa entrevista a este querido personaje
rochense cuya obsesión es dar, ayudar. Siempre.
Nos
criamos en un ranchito de paja y barro. Juntaba bosta de vaca seca
para hacer fuego. Iba con un papelito y un pañuelito atado con unos
vintenes a la carnicería y en una carretilla me ponían una cabeza
de vaca en una bolsa. Con una parte se hacía charque y con lo demás
puchero. Con eso nos alimentábamos.
Mi madre
ganaba 25 reales y pagaba 15 por el alquiler de ese ranchito donde
vivíamos en la máxima pobreza.
Desde muy
chico trabajé para ayudar a mi mamá. Fui peón rural, muchas veces
anduve colgado de una maroma para cruzar un arroyuelo para ir a un
comercio que quedaba a cinco leguas por adentro del campo a caballo a
buscar galleta y algunas otras cosas para la estancia. Antes de ese
trabajo fui a la escuela.
MI
AMIGO EL INTENDENTE CHUECO BARRIOS
La finada
Tota de los Santos fue mi maestra .Fui compañero de banco con el
intendente Chueco Barrios, una buena persona, un obrero como yo,
somos amigos hasta ahora. Yo no pertenezco a su partido, la política
no me va ni me viene. No confío tampoco mucho en los políticos
porque la mayoría son como los caballos, relinchan cuando hay pasto
verde. Somos muy amigos y también lo fui con el finado Adauto,
también compañero de escuela y de clase.
La maestra
le pidió a mamá llevarme a Montevideo porque a mí me gustaba mucho
hacer caricaturas, escribir. Sabía mucho en la escuela porque me
pasaron a segundo a mitad de año.
LOS
TALLERES DE DON BOSCO Y EL POP ACARAMELADO
Me
llevaron a estudiar unos meses a los talleres de Don Bosco a los que
iba de mañana y de tarde empecé en la fábrica de pororó Wimpi y
ahí aprendí el oficio.
Me volví
a Rocha en 1956 con la plata para el pasaje. Trabajé en el hotel de
Juan Paciello y en la farmacia del Hospital.
He
trabajado en mil cosas, vendí maníes en la calle. He vendido
helados en la playa siempre con la imagen de ayudar a los demás.
Después
empecé a hacer el pop para mí. Arranqué vendiendo medio kilo de
maíz cuando faltó mi madre hace 32 años.
“TODOS
NECESITAMOS DE TODOS.”
Hoy
tengo tres casas y me siento cómodo, bien, gracias a Dios. Pero eso
sí, más cómodo me siento por ayudar.
He
ayudado a la Peluffo Guigens, a las
escuelas, a Aidro, a jinetes que han tenido accidentes en las
criollas, a personas que han entrado en silla de ruedas y meses
postrados y hoy los veo caminando por la calle y ¡qué felicidad
siento!
A niños
con cáncer, he ayudado mucho al Hogar de Ancianos. Todos necesitamos
de todos, no sabemos cuando pero los necesitamos. Regalé un
microondas industrial para los viejitos. Siempre ayudando a las
escuelas y a todos, siempre la mente dispuesta a ayudar. Por eso
pienso que Dios me ayudó.
“SE
OLVIDAN QUE UNA MUJER LOS TRAJO AL MUNDO.”
Lo que
hizo mi padre lo siguen haciendo hoy muchos hombres. Hay quienes
nunca se pusieron a pensar quién los aguantó durante nueve meses en
su vientre, quién los amamantó, quién los crió .Se olvidaron que
fue una mujer. Entonces agarran a la mujer como a una burra. Lo de la
plata no me dolió mucho. Me dolió no tener una persona a quien
decirle papá. Él nunca me dio nada, bueno, que Dios lo ayude.
Con
los años la finada mi madre tuvo un compañero, una persona que
trabajaba en los hornos de ladrillo, una persona espectacular que hoy
puedo decir que fue para mi diez mil veces mejor que mi padre. Me dio
el cariño, el apoyo que yo necesitaba.
“SIEMPRE
PENSÉ: CUANDO SEA GRANDE VOY A SER MEJOR QUE ÉL”.
Nunca fui
interesero por nada. El interés mío es tener salud, trabajar y
ayudar a los demás como ha sido mi norma siempre.
La
ausencia de mi padre fue el motor para decir yo soy y valgo y tú no
me quisiste pero acá estoy. Siempre pensé: cuando sea grande voy a
ser mejor que él, le voy a demostrar que la plata no es la vida, que
la plata ayuda, pero no es la vida y me dije voy a ser más que él y
que muchos ricos.
Siempre
quise demostrar que yo podía, porque querer es poder. Y acá me ve,
con 77 años arriba, con tres hijos, cinco nietos, una familia por
delante. Quedé viudo, me casé nuevamente.
NO
HAY QUE METERSE CON LA GENTE, HAY QUE QUERERLA.
Formamos
una familia cariñosa, con respeto, con amor, pero siempre
demostrando que se puede y que somos más que ellos y podemos llegar
lejos pero con honestidad, con vergüenza, con talento.
No hay
motivo para no respetar a nadie, para querer a la gente siempre hay
motivo, siempre se lo enseñé a mis hijos. Nunca les pegué, siempre
les dije que nunca agarren nada ajeno .Si un día encuentran algo,
devuélvanlo .Nunca se metan con nadie porque no hay motivos para
meterse con la gente, para querer a la gente sí.
EL
CAJONCITO DEL VECINO
Era
conciente del sufrimiento de mi madre. Muchas veces salí llorando y
una vez le pedí a un vecino que me hiciera un cajoncito para salir a
lustrar botas y zapatos. Me paraba en un café frente a la Plaza a
lustrar para ayudarla, para que pudiéramos comer todos los días,
aunque fuera un pedazo de pan. Son cosas que me llenaron de orgullo.
Uno de mis
tíos decía: el negro (como me decían ellos), es un ejemplo de vida
porque nunca molestó a la familia y trató de ayudarlos siempre. Y
es lo que yo sigo haciendo y quiero hacer.
LE DOY
UN BESO CUANDO ME ACUESTO Y CUANDO ME LEVANTO
Y yo me he
puesto hoy en día a pensar esas cosas de mi vida y se me han caído
las lágrimas. Mientras yo viva nunca me va a faltar en la mesa de
luz la foto de mi madre. Le doy un beso cuando me acuesto y cuando me
levanto. Siempre tiene sus florcitas, siempre tiene cariño. Siempre
extrañé y quise muchísimo a mi madre .Yo le pido a los hombres que
son violentos que recapaciten, que piensen como yo. Que una mujer nos
trajo al mundo, que la madre es lo más sagrado que hay en esta vida.
EL
CARNAVAL
En Lascano
me decían Gardel porque cantaba en carnaval para hacer algún
pesito. Me disfrazaba…me gustaba mucho el carnaval. Ya en Rocha
empecé a sacar murgas: La Reina de la Estiva, Los Chicos Crecen, La
Nueva Reina, carros alegóricos, personajes como La Madre de la Nueva
Ola.
En el
tiempo del gobierno cívico militar había murgas que no querían
salir, el intendente fue a verme a mi casa para que hiciera carnaval
y hubo por mí porque saqué dos murgas, dos cabezudos, un carro
alegórico y una avioneta que las alas iban de lado a lado de la
vereda. Y todo para divertir al pueblo. Pero cuesta mucho. Hoy me
gustaría sacar una murga pero sale muchísima plata.
El Pop lo
hago con lo mejor, con bromatología, con todo. Y en Rocha soy por
lejos el que vendo más. Empecé con una bolsa de cinco kilos de maíz
y ahora es una bolsa de 25 kilos por semana.
ARGENTINO
LUNA
Tengo
grandes amigos, lo que es un gran orgullo para mí y para la gente de
Rocha que escuchó a Argentino Luna cuando dijo por televisión en
Argentina: “a través de la distancia quiero saludar a un gran
amigo, a un gran hombre de pueblo, al hombre del pochoclo de Rocha,
el popular Carita Silvera”. Eso es un orgullo muy grande para mí...
La gente me quiere por mi sacrificio de trabajador de persona honesta
y respetuosa.
A
Argentino Luna lo conocí en la playa. Yo me recorría toda la costa
desde La Pedrera hasta el Puerto de los Botes a pie y me hice amistad
con él.
Hay mucha
gente envidiosa. Vivimos mal por el egoísmo y la envidia que hay
entre nosotros mismos. Vamos a conversar mirándonos a los ojos y
ponernos la mano en el corazón y a pensar que todos necesitamos de
todos, no se sabe en qué momento.
NACE
“EL CARITA”.
El gallego
Modesto Rodríguez me puso Carita. Fue en un baile en La Fragata
Estaba Lía, la famosa negra Lía, que salía con los tamboriles en
carnaval. Ahí se tomaban unos tragos y peleaban y se armó una pelea
de las mujeres con la policía y voló una botella que pegó cerca de
una columna donde estábamos parados nosotros tomando un whiskycito
suave y agarré una botellita que había y la tiré contra la
montonera y el gallego dijo: che mozo, sírvele al carita este. Y
empezaron a decirme Carita y ahí quedó. Y hasta a mis hijos les
dicen los Carita.
EL
CARNAVAL Y “LA GRAN TRAICIÓN”.
La
frustración más grande que tuve en carnaval fue en 1983. Ahí lo
dejé definitivamente. Había un bar que se llamaba El Lugar frente a
la plaza y un día a las dos de la tarde se hizo una reunión
secreta con algunos murguistas y la directiva de esa época. Esa
noche se entregaron los premios.
Me
dieron una copita que era una lata para que quedara tranquilo. No sé
de dónde saqué fuerzas pero se las rompí y se las tiré por la
cabeza y les dije latas de estas consigo en cualquier basurero.
Ganaba
lejos pero me dieron el tercer premio. Para mí fue una frustración
tremenda. Todo estuvo arreglado, yo descubrí que esa reunión
secreta fue para cocinarme. Es la gran traición que sentí en mi
vida.
Que Dios
los ayude. Así está el carnaval de Rocha: cuatro tamboriles en la
calle y nada más, tienen que venir de otros lados porque acá no hay
nada. Si un día hacen las cosas bien sacaría una murga, pero no le
pondría La Nueva Reina sino Lenguas Picantes.
EL
CORAZÓN Y LAS PUERTAS SIEMPRE ABIERTAS
Tengo
cinco gatitos del finado Juan Carlos Bonilla, no había quién los
cuidara.
Les hice
una casita mejor que la mía.
Le doy de
comer a cien palomas de mañana todos los días.
Esta es
mi vida, todavía pienso durar muchos años más y ayudar a muchas
instituciones y a muchas personas más.
Dios
quiera que nadie necesite pero siempre digo si alguien necesita, el
corazón y las puertas de Carita están siempre abiertas.
Ayudo a
todos. Yo quiero demostrar que me importan los demás. Es por ese
dolor que yo tuve de criarme sin padre, de poderle demostrar a los
grandes que los chicos podemos y a veces más que ellos.
Cuando
alguien necesita yo aporto el 20 por ciento de mis ventas para ellos.
Tengo para
muchos años más. Es la mente la que lo lleva a uno a ser viejo o
joven o a pensar mal o a pensar bien.
HUMBERTO
“CARITA” SILVERA
“LA
AUSENCIA DE MI PADRE FUE EL MOTOR PARA DECIR YO SOY Y VALGO Y TÚ NO
ME QUISISTE PERO ACÁ ESTOY”.
“Vamos
a conversar mirándonos a los ojos y ponernos la mano en el corazón
y a pensar que todos necesitamos de todos, no se sabe en qué
momento”.
“Siempre
pensé: cuando sea grande voy a ser mejor que él, le voy a demostrar
que la plata no es la vida, que la plata ayuda, pero no es la vida y
me dije voy a ser más que él y que muchos ricos.”
“Mientras
yo viva nunca me va a faltar en la mesa de luz la foto de mi madre.
Le doy un beso cuando me acuesto y cuando me levanto.”
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