Opinión
Diario el Este
En este mes que transcurre, la educación secundaria decae mes a mes, año tras año. Como alumna de educación terciaria es ineludible sacar a relucir que cuando ingresé a la primera clase de la facultad vislumbré un gran vacío de conocimientos que hace brecha en el pasaje de secundaria a un instituto terciario. Dejando la subjetividad de los profesores a la hora de dictar la clase, podemos dilucidar claramente que hay carencias cuando hay que dotar a los alumnos de amplios conocimientos lingüísticos, ya que nuestra lengua materna nos brinda un abanico infinito de palabras, sinónimos que los adolescentes e incluso jóvenes tildan como “palabras raras”, que a su especular nunca servirían y son obsoletas.
Del pasaje a la educación terciaria existe un
claro abismo que se atisba y que no “amortigua la caída” a la hora de
llegar a dicho nivel facultativo. Entonces me pregunto lo siguiente:
¿Estaremos realmente preparados para que los educadores terciarios nos
brinden y vuelquen todo ese conocimiento en nosotros o deberíamos
mejorar y primar que es lo que los facultativos de educación media
están brindándole a los adolescentes?
¿Qué podríamos hacer para que la “caída” sea
menos lesiva y se erradique ese temor por los libros y por aspirar
siempre a algo más? Alentar a los estudiantes a capacitarse y a lograr
sus metas mediante una creación de hábitos de lectura crea diferentes
repercusiones en el mismo, como por ejemplo la capacidad de crítica,
razonamiento propio, de un buen discernimiento y uso lingüístico,
sintáctico adecuado para su edad. A un joven no se le puede ofrecer
solo una computadora para que haga todo, hay que alentarlo a que use
los medios que se le brindan como herramientas útiles para su
formación.
Estadísticamente la educación media superior está
atravesando un amplio desliz a nivel profesional y edilicio. Estas
problemáticas recaen en los estudiantes, ya que al no poder asistir a
las clases se atrasan en su comienzo de cursos. Hace ya reiterados años
cada marzo a la hora del comienzo de dichas actividades educativas
surgen estas nebulosas.
El enseñado debe formarse para su futuro, estos problemas nos llevan a medir el nivel de capacitación de los docentes de cualquier materia, tanto sea aritmética, literatura o historia. Los planes no son finalizados a su debido tiempo y con este problema desembocamos en que los alumnos ascienden de niveles sin saber determinados módulos del grado anterior que cursaron.
El enseñado debe formarse para su futuro, estos problemas nos llevan a medir el nivel de capacitación de los docentes de cualquier materia, tanto sea aritmética, literatura o historia. Los planes no son finalizados a su debido tiempo y con este problema desembocamos en que los alumnos ascienden de niveles sin saber determinados módulos del grado anterior que cursaron.
No es aceptable que cada vez la enseñanza se
encuentre en decadencia y nunca aumente en buenos y para demostrarlo me
remito a las pruebas PISA 2009 Uruguay quedó en el lugar 47º entre 65
países participantes. Aunque fuimos el segundo mejor país en
Latinoamérica es una cifra bastante baja para la educación.
“Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo.” Benjamín Franklin.
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