Lilly
Morgan, autora del libro “Ay mama tenés cáncer”.
“Hay
que llorar y hacer el duelo…luego hay que pegar los
pedacitos del alma y tomar fuerzas para enfrentar la cosa”.
Escribe Juan José Pereyra
Hace casi
dos años los rochenses empezaron a leer en La Nueva Gaceta cuentos y
artículos de una mujer que además de escribir muy bien, se atrevió
a enfrentar y superar un cáncer y además contarlo en un libro.
Costó que las editoriales se atrevieran al título que ella se negó
a cambiar:”Ay mama, tenés cáncer” Temían que la palabra cáncer
“corriera” al público. Lilly Morgan Vilaró es periodista.
Trabajó en prensa, radio y televisión en Argentina, EEUU, para las
Naciones Unidas y realizó reportajes por todo el mundo y a todo el
mundo. Fue también azafata y es fotógrafa profesional.
Un día
supo que tenía cáncer pese a que todos los estudios decían que no.
Ella insistió porque, dijo, “yo conozco mi cuerpo” y finalmente
nuevos análisis lo confirmaron.
Esta es su
historia, su lucha, su sufrimiento y la demostración de que se
puede.
Hoy vive
en una chacra en Rocha “lejos del mundanal ruido” como afirma. En
esta entrevista, la entrevistadora se pone del otro lado del
mostrador y cuenta su vida, desde que se levanta con las gallinas
que no tiene…
La Nueva
Gaceta publica sus cuentos y artículos, muchas veces fuertes e
irónicos, desde el primer momento. Hoy también son leídos desde
portales y diarios digitales a través de Internet en tierras
cercanas y también muy lejanas.
Esta es
parte de su historia.
¿Dónde
nació, cómo era su familia, cómo fue su infancia?
Nací en
Buenos Aires. Mi familia era una mezcla argentino-uruguaya. Tuve una
infancia económicamente sin problemas, y crecí en un campo en el
Departamento de Río Negro, a orillas del río Uruguay. En una zona
llamada el “Rincón de las Gallinas”.
¿Dónde
hizo Primaria y Secundaria?
En el
colegio de monjas del Sagrado Corazón y luego en las Esclavas del
Sagrado Corazón, también de monjas. Terminé secundaria, los
últimos dos años, en el Liceo público de Suárez, en Pocitos, por
razones de salud.
¿Cuándo
se radicó por primera vez en Uruguay?
A los
cinco días de haber nacido.
¿Por
qué EEUU, París?
Me fui a
vivir a EEUU en el 78. No soportaba más la dictadura militar
argentina. Demasiados amigos muertos y desaparecidos. Creo que fue un
instinto de supervivencia. Era un “target” muy fácil para los
milicos. Era joven y no estaba con ellos. No era necesario ser
montonero o del erp para desaparecer en esa época. Digamos que
simplemente huí despavorida. Creo que se llama miedo. Lo de París
es más bien una broma, por la publicidad de un shampoo que decía
“Buenos Aires- París-New York”…igual iba a París bastante
porque tuve una pareja que era francés.
¿Cómo
llegó a ser periodista de la ONU?
Trabajaba
de corresponsal del canal 13 argentino en Nueva York y un amigo
uruguayo periodista de la agencia ANSA me avisó que buscaban un/a
periodista para cubrir la sección latinoamericana de Inter Press
Service, en el escritorio en la ONU. Fui y me tomaron. De allí, al
tiempo, me llamaron desde la ONU para cubrir el puesto de Oficial de
Información, (vocera de prensa) del Instraw (Instituto Internacional
de la ONU para el desarrollo y avance de la mujer) en Santo Domingo.
Cuando decidí volver a New York, me tomaron como contratada
temporaria en la radio de la ONU, sección latinoamericana. Y me
fueron renovando el contrato por varios años. Luego pasé al sector
Televisión.
¿Qué
tareas recuerda como las que más la marcaron en su profesión?
Sería
imposible enumerarlas…son muchas. Destaco la oportunidad de conocer
personajes de la vida política internacional (y local) que si no
fuese por mi profesión no hubiese conocido. Tanto “buenos” como
“malos”. También conocer muy de cerca los tejes y manejes,
incluyendo hipocresías, mentiras y pactos alucinantes que la
política, y los políticos, a nivel internacional (también local)
son capaces de hacer, sin siquiera ponerse un poquito colorados. (De
cara, no de Pedro).
Por otro
lado, (y aquí me refiero a mi trabajo como periodista fuera de la
ONU) cubrí historias no tan glamorosas, pero mucho más interesantes
que involucraban a personas desconocidas, gente normal y corriente.
Gente que nunca será famosa pero que a mi modo de ver,
aportan mucho más a sus semejantes. Gente que vive en condiciones
económicas y lugares en donde uno pensaría es imposible imaginar se
pueda vivir, y a pesar de ello, no solo salen adelante, sino que
ayudan a su comunidad sacando fuerzas e iniciativas increíbles.
¿Qué
anécdotas, historias de vida o simplemente historias de ese mundo
que supongo es especial puede contar?
Igualmente:
tengo demasiadas…tal vez la vez que hice un documental para la BBC
de Londres sobre la barra brava de Boca…en donde el principal
entrevistado era justamente el jefe de la barra en esos momentos.
(2002). Y terminamos metidos con el equipo en el corazón de la barra
en un partido Boca-River…fue bastante alucinante. No nos pasó
nada. Estábamos custodiados por los integrantes de la barra. Ahí
aprendí también de la hipocresía de los políticos argentinos, que
se rasgan las vestiduras ante el accionar de la barras bravas y la
violencia dentro del fútbol, y por el otro lado los utilizan como
fuerza de choque… para que los voten para cambiar el resultado de
una elección, ya sea interna o general… les dan trabajo en
organismos oficiales, con “permisos especiales” para que puedan
faltar sin problemas cuando viajan a un mundial de fútbol…les
pagan el pasaje y las estadía etc.…Creo que se vio claramente en
el mundial de Sudáfrica…la policía por su parte, pacta con los
jefes de las barras porque dentro de las canchas son los únicos que
más o menos pueden manejar los líos. Este era el caso en particular
de la barra de Boca en ese entonces…ahora no lo sé. Pero no creo
haya cambiado mucho…
¿Formó
una familia?
Formé y
desformé. Unas cuantas veces.
¿Cómo
está compuesta o lo estuvo su familia….padres, hermanos, etc.,
etc.?
Tuve
padres… y tengo hermano/as y etc. etc.
¿
Cómo se enteró que tenía cáncer?
Luego de
insistir por cinco años en mis chequeos de mamografía y ecografía
rutinarios, que había algo raro en una de mis senos. Los médicos
insistían en que no tenía nada. Por suerte una técnica ecógrafa
me escuchó, me realizó un segundo examen y descubrió el malvado
tumor.
¿Cómo
fue el primer impacto?
Demoledor.
Por más que yo pensaba que tenía cáncer (dado mi historial
familiar) creo que tenía la esperanza que me dijesen que era un
tumor benigno! Quedé hecha bosta! Me pasé cinco días llorando
debajo de la cama y golpeándome la cabeza contra las paredes. Al
sexto día me miré en el espejo y me di cuenta de que además de
cáncer, tenía chichones y moretones por todos lados. Y me di cuenta
que con eso, aparte de no solucionar el problema, estaba hecha un
asco. Así que suspendí la golpeada contra las paredes y me fui al
médico para coordinar los siguientes pasos a seguir.
¿Cómo
fue afrontando la situación?
Mal. No
podía parar de llorar. Estaba abrumada y superada por la situación.
Estaba enojadísima con mi cuerpo por haberme traicionado. Estaba
también enojada con la gente sana que andaba por ahí de lo más
campante mientras yo enfrentaba una posible muerte. No me
enorgullezco de ese sentimiento. Era feo e inútil y muy injusto.
Pero era lo que sentía. Por suerte se me pasó.
¿Qué
la llevó a escribir el libro sobre su experiencia?
Fue una
forma de canalizar mi angustia. Me convencieron mis amigos con la
excusa de que al ser periodista era un buen vehículo para
desahogarme. Creo que en verdad estaban podridos de escuchar mi
triste historia. Porque además me había vuelto obsesiva.
Reiterativa. Un plomazo, la verdad.
¿Lo
vivió como una liberación….escribirlo….sintió que lo hacía
para ayudar a otras personas o porque necesitaba poner por escrito
todo lo que vivió?
Al
principio fue pura terapia…luego, al empezar a hablar con otras
mujeres en mi misma situación en la sala de radioterapia, me di
cuenta que teníamos una cosa en común…aparte de tener cáncer de
mama, obvio…era la falta de información sobre el tema…como si
todos los cánceres de mama fuesen iguales, que no lo son. Y también
la forma casi indiferente, de los médicos que nos trataban. ¡Como
si la teta hubiese venido sola al consultorio y no con una mujer
muerta de miedo que la había traído!... La negativa a dar
información. Y aclaro que mi médico, el que me operó era un tipo
macanudo. Me refiero a los demás médicos que una va conociendo en
las diferentes fases del tratamiento. Y todos con esa manía de no
escuchar lo que el paciente le dice. Cuando por lo general, una
persona conoce su cuerpo mucho más profundamente que el médico. Lo
llevamos puestos desde el nacimiento. Sabemos cuando hay algo
diferente. Y los médicos se resisten a aceptar eso…Y bueno, en esa
etapa mi libro empezó a transformarse y a volcarse al tema de la
investigación sobre el cáncer de mama. La periodista pasó a
suplantar o superponerse a la mujer recién operada de cáncer de
mama. Y eso también ayudó a disipar mis miedos. La falta de
información sobre algo, es lo que produce más miedo… Y, dicho sea
de paso, esto se puede aplicar a todas las circunstancias de la vida.
Lo desconocido, lo que no conocemos nos produce miedo. Si tratamos de
conocer, de investigar qué es eso que no conocemos y nos da
miedo…empezamos a superarlo…Y de ahí me puse a investigar sobre
tratamientos…los convencionales y los alternativos. Y entonces la
última parte del libro se transformó en una especie de manual, con
lenguaje no médico…es decir, con lenguaje común y corriente, con
información sobre el cáncer de mama. En ningún momento yo digo o
recomiendo…hagan esto o aquello…más bien digo: esto es lo que
hay…cada una debe de decidir que hacer y que tratamiento a seguir
elige…y hacerse responsable de su decisión. Muchas mujeres que han
pasado por lo mismo, me han dicho que el libro les resultó de gran
ayuda. Y eso que está escrito con un humor bastante negro…han
reído hasta las lágrimas…y eso es bueno, porque hay que llorar y
hacer el duelo correspondiente…luego hay que pegar los pedacitos
del alma con pegamento y tomar fuerzas para enfrentar la cosa… pero
es terrible cuando la gente que te rodea…por más que lo haga de
buena fe…porque piensa que así te ayuda…no te deje llorar…o
decir que tenés miedo a morir…o que estás aterrorizada…Bueno mi
libro habla también de todo eso, y las que lo pasaron o lo están
pasando se sienten identificadas conmigo porque a ellas les sucede
más o menos lo mismo. Saben que hablo desde un intenso dolor en el
alma. El mismo que tienen ellas.
Sé que no
fue fácil editarlo porque la palabra cáncer aterrorizaba a los
posibles editores.
Aterroriza
y sigue aterrorizando….no solo a los editoriales, también a las
librerías…salvo excepciones, como el de mi amiga Nelly de la
librería…no digo el nombre para que no piensen que es publicidad
encubierta…pero empieza con T y termina con I…acá en
Rochaland…fijate que el libro de Tabaré Vázquez se llama “Un
mal amigo”…es decir…seguimos sin nombrar la palabra cáncer en
la tapa…y de hecho en las conversaciones…se dice “murió de una
terrible enfermedad.” O “tiene la papa”…y bajan la voz como
si el decir la palabra cáncer fuese algo contagioso…
¿Por
qué una persona con una historia de vida en lo humano y lo
profesional tan rica resuelve irse a vivir sola al medio del campo?
Me crié
en el campo...adoro el campo…y siempre quise volver al campo…y
creo que los sueños hay que tratar de cumplirlos…en la medida que
uno pueda…pero al menos hacer el intento.
Si
no existiera Internet o la posibilidad del acceso a la televisión
podría ser algo así como enterrarse en vida….
Fundamental…al
menos para mí, tener Internet, TV, y todo aquello que me siga
conectando al mundanal ruido!!! A veces alternados con períodos de
extrema quietud y silencio... sobre todo provocados por los cortes
de luz de UTE, más que por necesidad propia espiritual…
¿Cómo
transcurre su día a día hoy?
Madrugo
con las gallinas...que no tengo…pero si las tuviese, se levantarían
a la misma hora que yo…tomo desayuno…miro los canales de noticias
locales, argentinos e internacionales…les doy el desayuno a mi
caballos y luego salgo a recorrer el latifundio…bueno…lo llamo
así para que no se acompleje el pobre…trabajo un poco en las
vertientes que he abierto artesanalmente…trabajo fundamental ya que
no tengo aguadas naturales tipo arroyos o cañadas…recorro los
alambrados perimetrales…vuelvo a trabajar un poco en la
quinta…trabajo un poco al santo botón, ya que por la noche viene
la zorrina que vive en el galpón y me da vuelta todos los canteros y
desparrama las semillas por cualquier lado…semillas que luego se
comen los pájaros…pero igual lo hago…me gusta la idea…que se
queda ahí…en idea nomás…de cultivar mis propios
alimentos…Luego, cercano al mediodía me siento en la computadora a
leer mis correos y mensajes y chusmear el Facebook…y una vez a la
semana escribo un artículo sobre algún tema que me haya llamado la
atención…generalmente de política internacional…a veces de
Argentina y Uruguay…depende de lo que, por equis motivo, me
inspire. Nadie me paga un mango por mis artículos…con lo cual
tengo una libertad de acción fantástica! Y ando por todos lados con
mi camarita de fotos, sacando fotos hasta a las hormigas!
¿Qué
cosas nuevas le han enseñado el contacto con la naturaleza y su
relación con los animales, por ejemplo?
Me crié
en el campo…soy bastante campusa…a pesar de que algunos vecinos
míos de la zona no lo quieran creer...o aceptar…se bastante sobre
temas campestres…ganadería…agricultura etc.…si bien en este
campito no hago nada de eso…todavía estoy tratando de
recomponerlo… ya que hubo un dueño anterior…no se cuál…que
tuvo la poca feliz idea de ararlo…¡Un campo con lomadas…con una
escasa capa de tierra de apenas unos 30 cm. a lo máximo..y arenosa y
arcillosa…!!!y lo aró el muy burro!!! Así pues, que aún que
estoy tratando de restaurar el desastre del suelo erosionado…Sí
estoy profundizando mis conocimientos en cuanto a la naturaleza…el
bicherío autóctono…los mismos caballos que ya son como perros y
los puedo estudiar muy de cerca en sus costumbres y estructura
social…
Durante
mucho tiempo sus “Cuentos de una chacra sin nombre” vienen siendo
publicados en diarios como La Nueva Gaceta, en portales de Internet,
en páginas online de diarios. ¿Esos cuentos serán un libro
también? ¿Se va camino a ello?
Mira…un
amigo mío me decía que como salían publicados mezclados con los
otros artículos, se le hacía muy difícil seguir el hilo de los
cuentos…quién era la gallina Hortensia…qué había pasado con el
gallo libidinoso…quién era mi vecino Homero etc.…y me preguntó
por qué no los juntaba todos en un libro...así que…bueno…en eso
estoy. Veremos si a las editoriales les interesa. Es un poco contar
el diario vivir en el campo, con hechos reales, pero dándole un
toque medio surrealista…tipo las conversaciones con los animales y
cosas así.
Tanta
“paz”… ¿no la hacen añorar aquella vida que supongo a veces
siente como que vivió otra persona? Gente que tiene una vida “común”
puede sentir que usted ha tenido una vida “de película” que
resolvió dejar atrás y puede preguntarse qué la llevó a dejarlo
todo para hacer tareas rurales.
Es
cierto…a veces extraño mi vida de periodista… o la anterior de
azafata… Cuando veo las cosas que pasan en Argentina o acá mismo…o
a nivel internacional…con todo este lío en el Medio Oriente (y
habrá que ver para qué lado agarra esta caja de Pandora que se ha
abierto…o han abierto intereses creados…tal vez Arabia Saudita…y
ahí sí que lo quiero ver a Obama tratando de controlar lo que él
mismo desató con sus arengas revolucionarias a los pueblos árabes…
¿qué pasa si salta para el lado de China…les mandarán la flota
de la OTAN también? O súbitamente se darán cuenta que eso sería
una injerencia interna no apropiada… ¿por qué no mandan la OTAN
a Sudán? Ahí ha muerto mucho más gente… ¿será porque no hay
petróleo?) Me dan ganas de estar ahí reportando lo que acontece…y
mostrando las dos campanas…Pero tampoco mi vida era una vida de
película…era simplemente la vida de una periodista que tuvo la
suerte de cubrir temas internacionales…y era una vida con sus cosas
buenas y con sus cosas malas…y que volvería a hacer sin duda
alguna. Hay tiempos para todo. Y si bien extraño a veces esa vida,
creo que ahora es tiempo del “Reposo del guerrero/a”…Igualmente
sigo escribiendo desde acá. La diferencia que en estos artículos
hago un periodismo con opinión propia. Trato de analizar lo que
pasa…llamo la atención sobre cosas que se dicen que están pasando
sin explicar el por qué están pasando…y para eso utilizo mi
experiencia y conocimiento adquirido a lo largo de esos años. Y al
mismo tiempo, al seguir escribiendo, no dejo que el exceso de yodo
del aire de Rochaland me herrumbre las neuronas.
buenisimo Juanjo
ResponderEliminarMuchas gracias amigo! Un abrazo!
EliminarMagnífica entrevista!!! Y qué entrevistada de lujo, caramba!!!
ResponderEliminarUn saludo cordial desde la ciudad de Múnich, Alemania.
Diego S.
Gracias Diego! Qué alegría que nos leas desde Munich! Un abrazoooo
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