Padre
Jorge Godoy
“Hay
un mundo subterráneo donde se mata al obrero, al
estudiante, donde se mata el futuro”.
Nació
hace cuarenta y seis años en una familia entrerriana de clase media.
Fue el menor de diez hermanos. A los dieciséis empezó a “sentir
el llamado de Dios”. Recuerda fecha y hora de cada momento
importante en su vida. El 24 de diciembre de 1984 a las 19 y 30
planteó ingresar al seminario. En 1993 a las 19 horas era ordenado
sacerdote.
Un
día le dijo a su Obispo que quería estar donde más fuera
necesario. En ese momento llegaba un pedido por escrito del Obispo de
Maldonado Rocha y hacia aquí partió. La primera impresión que le
había provocado Rocha, años antes, de paso, fue la de nunca querer
ser cura en un lugar donde sólo se veía todo gris.
El
25 de febrero de 2001, recuerda, asumió como párroco de Fátima “en
la misa de las 19 y 30”, con la presencia del Obispo y los fieles.
Siente
que no ha podido lograr que Rocha sienta como suyo el Festival del
Mate y se entusiasme.
No
está de acuerdo con que se baje la edad de imputabilidad. “Los
responsables son los padres y la sociedad, no los gurises”,
asegura.
Pide
a la gente de Rocha que mire a los ojos de los niños. “Son muy
tristes, y detrás de un niño triste hay un grave problema en la
casa”, afirma.
“El
rochense no se quiere, no sé por qué”, agrega.
¿Qué
desafíos encontró al llegar a Rocha?
Al
principio me vino mucho miedo porque fue un re encantarme pero tuve
que meterme a descubrir la idiosincrasia, la modalidad que tiene de
pensar la gente, el modo de vivir de la iglesia en el Uruguay y el
modo de vivir de la iglesia en Rocha. Y me tuve que adaptar. No hay
gran disparidad cultural entre Argentina y Uruguay, pero diferencias
en las costumbres lógicamente hay. Llegar aquí fue encontrarme con
esta iglesia tan viva, que camina quizás de manera distinta a la de
Argentina, pero se abrían muchas puertas. Allá hay más niños y
más jóvenes, gente un poco más creativa, más dinámica, y aquí
tienen muchísimas cosas sumamente positivas pero a otro ritmo. Pocos
niños, pocos jóvenes y muchos veteranos.
Debe
haber sido un choque grande…
No
me fue para nada fácil. Ya hace diez años y estoy muy feliz. Lo
primero que me llamó la atención fue precisamente la cantidad de
gente mayor que había en la asamblea. Ahí dije vengo a caminar
junto a ustedes y crecer juntos en la fe. Esa es la misión del cura:
que crezcamos en la fe, en el conocimiento de Cristo y que seamos
hermanos. Es el camino que tengo permanente. Me disgusta ver pelear,
ver a un niño triste, ver alguien sin sus necesidades básicas
satisfechas: esas son las cosas que me duelen. Asumía una comunidad
por la cual tenia que rezar, por la cual tenía que trabajar,
acompañar, por eso me tuve que enganchar en ese andar, en esa
experiencia de vida.
¿Es
cierto que en Nochebuena por ejemplo, en lugar de pasar con amigos,
usted va al hospital para acompañar a los enfermos?
Sí,
me gusta mucho hacerlo. Yo se lo debo a la gente. Gracias a la
disposición de la gente es que uno puede llegar a hacer eso. Hemos
nacido para servir. Entonces, donde hay un espacio, un lugar, un
momento, mientras el cuero me de yo lo quiero hacer. Estoy
queriéndome comprometer cada día más .Mientras pueda mantenerme
en pie, mientras pueda caminar es para irme donde está el otro,
mientras pueda extender la mano, extendérsela al otro, siempre así
porque en eso me voy recreando y me voy rejuveneciendo
¿Cómo
ve la forma de ser de la gente de Rocha que es calificada como
demasiado lenta? ¿Cómo ve la situación social de los rochenses?
No
he encontrado respuesta a eso, me he hecho la pregunta muchas veces.
Me cuesta responder porque no es tan fácil que a uno lo comprendan
cuando responde porque puede caer como un juicio y no soy quien para
enjuiciar a una sociedad. Pero, me animo a afirmar que yo creo que el
rochense no se quiere. No sé por qué. Rocha tiene como lugar
geográfico una riqueza extraordinaria en todo lo que es recurso
natural y en esto no estoy diciendo nada nuevo. Rocha tiene hoy la
necesidad de que el rochense sea un artífice de su destino para que
también sea artífice del destino de su departamento. Yo pongo el
ejemplo del artista con la piedra. Dentro de la piedra puede haber
una escultura preciosa pero tengo que sacar lo que sobra y así iré
descubriendo mi escultura. Cada uno de los rochenses debemos hacer lo
mismo: despojarnos de aquellos cascotes, de aquellas piedras, de
aquellas toscas que nos presentan al otro como una persona que está
afligida y desesperanzada. Que está con el ceño fruncido .Se nos
frunce el ceño cuando hay mucha aflicción. Aflicciones y problemas
hay en todas partes del mundo. Pero tengo que hacer el esfuerzo de
sacar de mi interior, que la tengo, esa fuerza vital capaz de
transformar la realidad de uno y transformar la realidad del otro .Si
soy hombre y mujer de fe pues con más razón me la juego a gritar
que el amor está vivo y que el amor de Cristo es capaz de ayudarme
a sacar de mi interior lo mejor que tengo para dárselo al otro y
juntos ya estamos haciendo una sociedad nueva y distinta. Una
sociedad en la cual el vecino sea mi vecino, que recuperemos la
cultura de la vecindad .El vecindario se perdió. Qué pasa, mi
vecino ya es alguien de quien yo estoy desconfiando .Los cristianos
hemos aprendido del evangelio que hay que ser buen samaritano, tengo
que ponerme al lado del otro para cargarlo si es necesario en mí y
ayudarlo a superar sus dificultades. Y no venir a hablar de los males
que nos aquejan. El rochense ha perdido el concepto de fiesta. No es
festivo, no es festivalero. Por eso es que inventé el Festival del
Mate con tanta ilusión y todavía no logro que la sociedad despierte
a un evento que no quiere ser para recaudar fondos, por eso lo que
se recauda en el festival es para la sociedad necesitada , pero qué
lindo si cada rochense dice mira hay un emprendimiento, hay un
proyecto que es para todos en el que nos tenemos que involucrar todos
porque a la larga nos vamos a beneficiar todos porque eso es ser
social, eso es ser comunitario y eso por lo tanto es ser solidario.
Pero no nos damos tiempo para las cosas porque la energía la
gastamos mal .La gastamos en pensar en el pasado. Uno se sienta a
hablar con un rochense y a los cinco minutos dice “pero mire que
antes no era así”.Saquemos lo que antes no era así, no vivamos de
la reminiscencia. La experiencia me enseña a no volver a cometer el
mismo error pero qué hago hoy, en mi historia personal, en el aquí
y ahora de mi vida para poder revertir esta situación .Arreglaron
las calles y muchísima gente se quejó porque les rompieron las
veredas .Eso pinta un poco, ¿no? El perro de la vecina ladra un
ratito: el perro de la vecina ladra todo el día. A fulano de tal le
pasó algo, y…quién sabe en que andaba…toda la habladuría
barrial. Estamos enquistados en una sociedad gris porque es lo que
hace el rochense.
La
gente dice “los de Rocha somos así”. Ahí es donde están
indicando que no se quieren porque yo no puedo ser conformista .Yo no
puedo decir “che, encontraste mi casa sucia pero yo soy así”
.No, no esta bien, lo que no esta bien no esta bien, llamemos las
cosas por su nombre. También afecta la ausencia del valor del
compromiso .Debo ser un ciudadano comprometido con mi ser ciudadano,
comprometido con mi identidad y mi cultura. El compromiso hace que la
cosa avance.
Un
mundo subterráneo
Siempre
critiqué y sigo criticando la falta de trabajo. Rocha es uno de los
departamentos con más falta de trabajo y donde menos trabajo se
busca según una encuesta que leí hace poco. Hace unos días, lo
hago siempre, charlé con algunos jóvenes que trabajaron en la
temporada. Y con lágrimas en los ojos un chico me dice:”Padre
trabajé doce horas y gané seis mil pesos porque tenía que
pagarme el pasaje y la comida, porque nos hacían laburar de tal hora
a tal hora”. Entonces yo descubrí esto y debo decirlo: en la
temporada se quema el trabajo. En la temporada el valor del trabajo
se hace como un castigo. Y el trabajo no es castigo, es un valor que
me construye como persona, me realiza como ser, pero si no me da eso
no estamos trabajando bien. Se escucha la evaluación que hace el
Ministerio de Turismo. Claro, hemos visto mucha gente, llegó mucha
gente, pero qué es lo que había debajo de ese mundo Hay un mundo
subterráneo donde se está matando al obrero, al estudiante, donde
se está matando el futuro. Entonces hay que hacer una política de
trabajo más seria y más fina. El rochense acaba por ser un hombre
que ha sufrido el trabajo, una persona que está sufrida del trabajo,
con la jubilación que no alcanza, viven pagando cosas porque están
inmersos también en el tema del consumismo .No todo lo que hay en la
vidriera es para mí. Uno pregunta a los chicos por qué trabajan y
dicen “porque tengo que comprarme la moto, o el celular o la ropa y
porque quiero salir”.
Hay
una concepción que parece estar muy arraigada: se vale por lo que se
tiene y no por lo que se es…
Volvemos
al tema de siempre. El vértice fundamental de la sociedad que es la
familia se desmembró: la persona se fragmenta, se desmiembra. Una
persona fragmentada se fragmenta en todo, entonces vienen las
desproporciones. Me olvido de ser por tener. Por eso en la iglesia
en la predicación del evangelio lo que intentamos es que la persona
sea. La persona es hija de Dios, creada a su imagen y semejanza, la
persona humana es querida por Dios, es persona, es inteligente, es
libre, tiene capacidad de amar. Desde esa realidad lo que tengo que
lograr es que la persona sea. Para que la persona sea tengo que
suministrarle amor y educación. Si tiene amor va a gustar y a gozar
de la vida porque se siente seguro y firme, es como un árbol bien
plantado al borde de una acequia .La persona cuando tiene amor está
siendo permanentemente regada para crecer erguida, para crecer con
valentía, para crecer con esperanza, para buscar su realización.
Cuando le faltó eso porque sus padres se separaron o porque su madre
no lo amó o por equis motivo entra a encontrarse con una sociedad
que lo único que le brinda es el que tenga. Entonces lo comienza a
fragmentar, a liquidar, entra como en una trilladora porque lo que
quiere es tener. Quiere llenar un vacío…teniendo. Y su sueldo no
le alcanza y entonces viene la calesita pidiendo un crédito para
pagar otro .El fenómeno del préstamo en Rocha es impresionante. Se
vive de prestado. ¿Y qué tiene la persona? Un gran vacío y una
gran insatisfacción porque ni lo que tengo me llena. Entonces tengo
que volver adentro, volver a hacer esa introspección y para eso es
fundamental la educación de casa pero si no la hay en casa la
sociedad la tiene que aportar .Pero para eso la sociedad tiene que
estar estructuralmente armada para ser una sociedad que construya
personas y no que las mate, que no las esclavice sino que las haga
libres.
Los
ojos tristes de los niños
Porque
si no se mete en esa trilladora .Entonces todo lo que el chico no
aprendió en casa lo está aprendiendo en la sociedad. Y hoy sabemos
como está la cuestión. Entonces… ¿por qué tenemos tanta
delincuencia tantos robos, tanta droga, tanto alcohol, tanto placer
desenfrenado?, porque es lo que la sociedad está dando y porque la
persona no recibe en la casa el amor y seguridad que necesita.
Porque papá y mamá pusieron como prioridad otras cosas .El drama
que se da en Rocha con la familia yo no lo he visto en otro lugar, y
he recorrido varios. Por ejemplo, los rostros de los niños tristes.
Invito a la gente a que mire a los niños. Mírenlos a los ojitos qué
tristes que están. Y detrás de un niño triste hay un problema y el
problema está en la casa. Yo siempre digo a las mamás cuando están
embarazadas que comiencen a poner la manito en su vientre y le
hablen a su bebé. Que cuando nazcan los amen. Digo estas cosas que
son tan obvias pero en Rocha hay que decirlas, en el mundo quizás
hoy día hay que decirlas: amen a sus hijos. Cuando salgan a caminar
con sus niñitos recuerden que ustedes tienen 20 o 30 o 14 o 15 años,
y el nene camina con pasitos de un año. Muchas veces se ve que las
madres caminan a pasos acelerados y no llevan al niño acompañándolo.
Están cinchándolo, lo van tironeando y eso es muy común. Estamos
parados en una sociedad que a veces nos deja perplejos porque uno
dice a dónde vamos a ir a parar con todo esto. Hay esperanza. En la
medida en que logremos amar a un niño se está construyendo el
futuro. En la medida que se le enseñe a estudiar y a trabajar a un
joven estamos construyendo futuro. En la medida en que quienes nos
gobiernan sean ejemplo, estamos construyendo futuro. Ahora, si quiero
ser político porque me van a dar un techo, un auto o una casa, por
favor, ese de política no entendió nada, no sabe nada. Por qué
digo del político, porque bien educado es un hombre que va a servir
y el político es un servidor. Es alguien que tiene autoridad y como
dice la iglesia quien más autoridad tiene es el que más sirve al
otro. Para eso necesito una vida formada.
Cómo
se encara todo esto: el tema es la educación.
La
educación papá mamá primero de todo. El estado proporciona una
ayuda a la educación Ahora bien, necesitamos maestros y profesores
con vocación .El maestro es alguien que está dando y se está
dando permanentemente en el aula, lo mismo el profesor. Pero pasa por
ejemplo que los chicos están con un montón de horas libres en la
calle del liceo y dónde están los profesores, dónde esta la
autoridad liceal a quien los padres han confiado esas horas al hijo
para que lo ayuden a crecer. Entonces el profesor viene desganado, la
maestra viene desganada, no estamos sembrando nada, estamos tirando
semillas al boleo y las palomas las van a comer.
Hay
un problema que los docentes denuncian, el de la baja remuneración y
el pluriempleo. ¿Esto puede tener que ver en lo que usted señala?
Puede
tener que ver. Pero nunca debo medir una vocación por el lado
económico. Porque si usted como periodista cree que le están
pagando bien, lo están engañando, el oficio de cada uno es
impagable. Si yo digo le voy a pagar al maestro, le voy a pagar al
periodista me hago indigno. Porque nunca voy a pagar la nobleza de
quien trasmite una verdad, como nunca voy a pagarle al docente
trasmitir la cultura.
¿Hay
que bajar la edad de imputabilidad?
Yo
creo que hay que ajustar la situación de los padres .La edad dejarla
como está y ver a los padres. Porque si no seguimos pateando la
pelota para adelante y estamos jugando como a las escondidas. Tenemos
que ser muy francos todos. Sabemos en la sociedad cómo esta la
familia y que es la familia la primera que desamparó a los gurises.
Pues busquemos el amparo a quien corresponda amparar. Entonces vamos
al padre, deje el niño. Vamos al papá o a la mamá, ¿quién es el
tutor o el encargado? Él es menor, ¿quien es su responsable? Yo
papá porque te amo soy el que debo exigir tu comportamiento y tu
conducta. Yo te voy a dar mi autoridad…porque también esta esa
otra crisis de la autoridad, ¿no? No debo ser un represor, pero sí
tengo que tener autoridad. Y tener autoridad es muy bueno, es un
camino.
Como
hombre de iglesia uno siempre tiene una mirada que quiere ser como la
mirada de Cristo. Jesús nunca pasó indiferente frente a las
distintas estaciones humanas. Tampoco nosotros los cristianos podemos
pasar con indiferencia por este mundo sin que nos toquen todas estas
cuestiones: familia desintegrada, drogas, violencia doméstica. Lo
que está profundamente atacada, profundamente empobrecida, es la
institución familiar, célula fundamental de la sociedad. Cuando esa
célula se ha puesto raquítica por cientos de razones, lo primero
es que se ha descuidado el valor de la vida. Descuidando el valor de
la vida, porque no se ama, porque no se siente amado comienzan a
concatenarse muchas situaciones que van haciendo que esta vida que
vale la pena ser vivida, gozada en todas sus expresiones está tan
angustiada, tan bajoneada y tan sin energías para poder custodiarse.
La familia pasa a ser tan vulnerable que cualquier situación la
voltea. Porque no hay capacidad de lucha para defender la institución
de la familia .Frente a la más mínima dificultad matrimonial viene
la separación. Hemos quedado incapacitados para iniciar un diálogo
y junto con el otro, este yo y tú que tenía que formar un nosotros,
se fragmentó. Esto no es tan grave cuando la situación ha sido
insoportable. Cuando ya no hay caminos posibles de regenerar una
relación es lógico que tengan que separase. Cada caso es muy
particular. Esta separación genera un golpe sicológico afectivo muy
grande en el hijo que vive eso como que le han robado a papá o a
mamá, porque mi papá tiene otra que le dice te amo, mi mamá tiene
otro que le dice te amo. En el más grave de los casos, como el niño
está rebasado y no puede hablar el lenguaje que hablan los adultos
queda callado y los padres interpretan: él no ha dicho nada El
silencio del niño se interpreta como que está asumida y aceptada la
separación. Y lo que han hecho es clavarle una espada en el corazón
al gurí porque le han robado el amor de su papá y a casa viene un
intruso o una intrusa. Mi papá me exige que ahora el lugar de mamá
lo ocupe otra y al revés. Hay intrusos en casa .Hay una exigencia y
un peso tan grande al chico y ahí comienza a golpearse mucho más su
dignidad porque su vida afectiva fue dañada. Esto va generando esa
cadena de que se perdió la autoridad, se perdió el diálogo, se
perdió la capacidad de relación. Viene también el caso de la
violencia doméstica donde se sufre tremendamente y no sólo las
mujeres sino fundamentalmente los niños. Decíamos los niños
tristes…Se hace que el niño no tenga esperanza, que el joven esté
dañado y por eso hay tantos suicidios .El suicidio es alarmante en
Rocha. Cada vez que una persona se suicida me pregunto qué hice por
ella. Qué hicimos. Y entonces empezamos a escarbar hondo en la
sociedad y hay un no te metas muy grande y yo diría que es un mal
social .Está como enquistado en el corazón de la gente el no te
metas .Siempre fue así .Extirpar eso es nuestra tarea y nuestra
labor como aporte .Al menos ponerlo en el tapete porque las cosas que
no se hablan se enquistan en la sociedad como un mal y el mal en la
conciencia de las personas después empieza a ser asumido como bien.
Eso es grave. Nunca puedo permitir esa desvalorización de la
realidad humana. Cuando se ha dañado la dignidad de la persona, la
persona queda dañada hasta para vivir plenamente su capacidad humana
.En todo este deterioro que tenemos, los niños tristes, una persona
que no se puede descubrir, que no puede abrir su corazón no puede
abrir la intimidad de su ser,¿para qué? Si se va a encontrar con
dolor. ¿Qué se le sembró a ese niño? Dolor. Y lo que el niño
vive en la casa lo vive en la calle. Y por eso hay tanta violencia en
la calle. Entonces… ¡por qué le vamos a bajar la edad de
imputabilidad a los niños! Pero por favor, ¡es un escándalo!, ¡si
el problema está adentro!, el problema esta en mamá y en papá
.Cuando el problema se arregle allí se va a arreglar en el hijo.
Entonces la familia va a aportar a la sociedad una vida que goza de
vivir y por el hecho de encontrarse con otro semejante va a hacer que
la sociedad vaya creciendo en dignidad, en libertad, en amor a la
verdad, el amor a la justicia, a la amistad, en todos esos valores
que se perdieron y se van a ir ubicando en la línea que corresponde
para que la persona pueda vivir su realización. Junto a esto viene
el tema de la droga. El que se droga está queriendo tapar una
angustia que se le hace insoportable y es lógico que se le va a
hacer insoportable si no cuenta con los dotes humanos .No fue
humanamente preparado para enfrentar la adversidad. Es como la
hormiguita, si se le pone en la cabeza un palito más grande del que
puede llevar, no llega al nido. Muere en el camino. Pierde el
caminito inclusive. Y así nos pasa a las personas. No le tengas
miedo al que anda con el arma en el bolsillo por la calle que no mató
a nadie, tenle miedo al que no es amado y al que odia porque
pobrecito en su corazón le metieron odio y ese sí va a matar, a ese
tenemos que tenerle miedo y a ese tenemos que quererlo porque ahí
está uno de los grandes remedios de la humanidad que es amarnos.
Uno
lo ve de afuera y lo interpreta por medio de la catequesis, por medio
de la evangelización. Por medio de nuestra pastoral estamos haciendo
un aporte. La iglesia, tiene como compromiso revertir todas aquellas
situaciones en las cuales no hay síntomas de la presencia de Dios.
No hay signos del reino. En la familia tiene que haber signos del
reino, en las amistades, en el noviazgo, en el trabajo, en la
empresa, en cualquier ámbito. Es decir, un sólido compromiso para
transformar la humanidad, eso es un signo del reino porque es lo que
hizo Jesús. Transformar la humanidad, extirpar la injusticia,
erradicar el egoísmo, erradicar la desesperanza. Todas esas
realidades pero con tareas concretas.
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