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martes, 2 de julio de 2013

Soledades posmodernas Por Coral Herrera Gómez

Las soledades posmodernas y las redes de amor



Por Coral Herrera Gómez






La soledad es una invención moderna.
Nuestra sociedad se organiza en equipos de solo dos personas, mejor si es heterosexualmente. Nos juntamos para crear familias (o no), en estructuras de dependencia mutua. Dependencia sentimental y económica, dependencia social y afectiva. Cuando estamos sin pareja decimos que estamos solos, pero la soledad es una invención moderna. Antes la gente vivía en grandes estructuras familiares, en casas amplias donde convivían varias generaciones y parientes sin la misma sangre.
La soledad nació en el seno del Romanticismo trágico del XIX, cuando se impuso el individualismo y la gente se encerró en sus nidos de amor para dúos diferentes pero complementarios. Las calles y las plazas se vaciaron mientras se llenaban los centros comerciales llenos de parejas , que son en realidad dos soledades unidas. El derrumbe de las redes de solidaridad en la posmodernidad nos han dejado a todos más solos y solas, especialmente los que no tienen a alguien cerca para compartir su soledad.
El budismo con su filosofía del desapego no entiende, sin embargo, la soledad como una tragedia: nacemos solos y morimos solos, y los demás nos acompañan en determinadas etapas del camino. En Occidente, sin embargo, la soledad es la gran enfermedad de los posmodernos. Fromm hablaba de la Era de la soledad, de la época en la que necesitamos emociones intensas, necesitamos comunicarnos y compartir, y sin embargo lo hacemos solos desde casa, apretando el dedo sobre las teclas de una realidad virtual.
La soledad es signo de que algo no va bien, por eso son tan importantes los amigos de los novios en las bodas. La soledad “obligatoria” nos baja la autoestima, nos produce tristeza, desesperación, miedo, y nos margina socialmente un poco, porque vivimos en un mundo de parejas. Nuestra cultura sigue promocionando el individualismo, el miedo al otro, la desconfianza a los espacios públicos que no estén vigilados por videocámaras. La solución a la soledad que nos proponen en esta era del consumo es encontrar a nuestra media naranja.
Unos dedican todas sus energías a la búsqueda, otros se conforman enseguida, unos encuentran a la persona ideal, otros se cansan rápido y cambian de pareja. Las separaciones y los divorcios son más duros cuando nos hemos aislado del mundo con la pareja; al romper nos quedamos con grandes vacíos, nos sentimos solos “de verdad”. Las parejas de alrededor se vuelcan contigo si eres la víctima, o te alejan si te consideran culpable del divorcio. Nuestras estructuras familiares y sociales caen porque todos los círculos están llenos de parejas. Uno solo desentona y desequilibra la armonía del “dúo”.
Por eso mucha gente busca compañía a cualquier precio y se angustia. Mujeres y hombres cuya pasión absoluta es el amor, la conquista, el sentirse querido, querer al otro, pelearse, reconciliarse. Hay gente a la que se le nota a kilómetros que se encuentra sola y necesita pareja. Gente que necesita ser amada, sentirse acompañada y protegida. Gente que mendiga el amor y se victimiza para parecer más indefensa. Gente que se infantiliza para crear ternura. Gente que se disfraza y se opera el cuerpo para obtener el triunfo social de tener un hombre o una mujer a su lado. Gente que se siente cómoda en la división de roles de género, gente que se encierra en la pareja con candado y echa la llave al Sena en París.
Pese a esta necesidad de “amarrar” al otro, nos atraen de las personas su libertad, su energía, su poder. Amamos a las personas en la medida en que son libres; lo curioso es que cuando nos juntamos, tendemos a querer domesticar esa libertad, apoderarnos de ella, aferrarnos con dulzura al otro para que no escape de nuestro lado.
En este mundo unos necesitan darle un nombre al tipo de relación para fijarla, para estabilizarla, para poder ser comunicada al resto, y otros tienen verdadero terror a ser fijados, y huyen espantados cuando oyen palabras que tienen que ver con esa pretensión muy humana de definir y clasificar las cosas, las situaciones, los romances. Es una forma de acabar con el idilio y empezar el compromiso; todo a través de la palabra.
En nuestra época posmoderna, la principal contradicción es, por un lado, el miedo a la soledad y la necesidad de que alguien nos asegure que va a estar con nosotros (firmando contratos matrimoniales si es preciso), y por otro, una defensa a ultranza de la libertad personal y los espacios propios. Quizás por eso nos divorciamos tanto, y por eso mismo también firmamos hipotecas que nos atan durante más tiempo del que vamos a vivir.
En el caso de las mujeres y los hombres jóvenes, creo que estamos sumidos en la contradicción entre la necesidad de libertad y la necesidad de afecto. Tenemos miedo a la soledad total, pero no queremos atarnos de por vida. Las estructuras de nuestros padres no nos sirven, y por eso estamos probando otras formas de relacionarnos, más flexibles, más cambiantes. A veces buscamos pareja, otras veces buscamos no tenerla; a veces soñamos con príncipes azules, otras veces el principio de realidad se impone y queremos a la gente tal y como es. Nos separamos, nos juntamos, nos chocamos, nos fusionamos, y todo sucede bajo una intensidad y una velocidad que asusta a nuestros abuelos y abuelas.
A pesar de que en el imaginario colectivo la soledad es sinónimo de horror y vacío, la realidad es que a todos nos gusta estar solos de vez en cuando, especialmente si tenemos una gran pasión. Disfruta muchísimo más de la soledad la gente que se dedica a crear (escritores, escultores, bailarines, pintores, videoartistas, diseñadores, cineastas, dibujantes, poetas, cantantes, músicos, coreógrafos, escenógrafos, editoras, artesanas), o la que practica deportes, que la gente que pretende rellenar sus vacíos a través del amor.
Disfrutan más de la soledad y de la compañía los que aman la lectura, los viajes, los juegos como el ajedrez o las damas, el mundo de las setas, el mundo de los pájaros, el mundo de los videojuegos, las artes marciales, el Yoga, el Reiki, o la meditación trascendental. También los que crean comunidades o se insertan en alguna: por ejemplo los activistas que trabajan en colectividad por los derechos humanos, la ciudadanía que se integra en movimientos sociales o políticos, la gente que se une a colectivos espirituales o religiosos, a grupos literarios, a grupos de ciclismo urbano, a grupos de cooperativas agroecológicas.
Hay parejas que no toleran las pasiones del otro, hay parejas que las comparten y conservan las suyas propias. Lo que es obvio, según mi punto de vista, es que la pareja no es la solución para la soledad y que todos necesitamos espacios compartidos y espacios propios.
La soledad depende mucho de cómo nos relacionamos y tejemos redes sociales y afectivas a nuestro alrededor. Por eso si nutrimos con cariño nuestras amistades es más difícil que nos sintamos solos o solos.
Tenemos que trabajar para cambiar esta sociedad individualista, al fin y al cabo, somos animales gregarios que necesitamos compañía. Sobrevivimos como especie gracias a nuestra capacidad para trabajar en equipo y para construir relaciones bonitas basadas en la cooperación y la ayuda mutua.
Si ampliamos nuestros círculos de amistad, si trabajamos en equipo para lograr objetivos comunes y solidarizarnos con los demás, la vida es menos dura, y tiene más sentido. Todos necesitamos sentirnos útiles, sentirnos reconocidos por nuestros aportes a la comunidad. Todos necesitamos abrazos, besos, gestos de simpatía y de cariño. Todos necesitamos, en definitiva, querer y sentirnos queridos.
Para evitar las relaciones basadas en la necesidad, la dependencia o el miedo a la soledad, creo que lo importante es fortalecer y mimar nuestras redes sociales. Antes que buscar salvaciones individuales, creo que deberíamos emplear nuestro tiempo y energías en la gente que tenemos alrededor: vecinos, compañeras de trabajo, amigos, familiares… Diversificar afectos, querernos mejor, relacionarnos con ternura y empatía, ayudarnos mutuamente, trabajar por el bien común nos ayudará a construir comunidades menos individualistas y más solidarias.


“El alzhéimer amenaza con aplastar materialmente la civilización occidental”

Salud - ENTREVISTA

“El alzhéimer amenaza con aplastar materialmente la civilización occidental”

Después de décadas investigando la enfermedad, Samuel Gandy, una ‘estrella del rock de la ciencia’, ha observado que la única forma de combatirla con eficacia es predecirla con precisión y atacarla antes de que se manifieste



Samuel Gandy lleva desde mediados de los años 80 del siglo pasado luchando contra el alzhéimer, una enfermedad que, según sus propias palabras, “amenaza con aplastar la civilización occidental”. Solo en España, los cuidados a los enfermos suponen, según las asociaciones de afectados, 24.000 millones de euros, una cifra que se duplicará en 20 años. Y eso sin valorar el incalculable sufrimiento humano de un mal que va borrando a quien lo padece.

El investigador del Hospital Monte Sinaí de Nueva York descubrió en 1989 los primeros fármacos para combatir las placas de amiloide, una pegajosa proteína asociada al alzhéimer que se acumula en el cerebro y lo devora poco a poco. Hallazgos como aquellos le han convertido en uno de los grandes expertos del mundo en la enfermedad de Alzheimer y por esos triunfos ha llegado a ser incluido entre las “Estrellas del rock de la Ciencia” de la revista GQ. La semana pasada visitó Madrid para participar en unas jornadas organizadas por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) sobre enfermedades asociadas al envejecimiento, un problema que crece al mismo ritmo que la media de edad en los países desarrollados.

Samuel Gandy lleva más de 25 años estudiando la enfermedad de Alzheimer. Ya en 1989, junto a su equipo descubrió los primeros fármacos capaces de reducir la formación de amiloide en el cerebro, una proteína asociada a la aparición del alzhéimer. Ha publicado más de 150 artículos científicos sobre esta enfermedad, en la que es uno de los principales expertos del mundo.
Usted lleva investigando el alzhéimer durante unos 25 años.¿Se ha avanzado tanto como esperaba cuando comenzó?
Se progresa más despacio de lo que nos gustaría o de lo que esperábamos, pero ha habido una gran reformulación de lo que es la enfermedad en los últimos años y sobre cómo tenemos que afrontarla. Ahora está claro que la patología empieza 20 o 25 años antes de los primeros síntomas así que nos hemos dado cuenta de que estábamos empezando a probar medicamentos experimentales demasiado tarde. Tenemos que empezar a observar a la gente de mediana edad, al menos hacia los 55 años, y tratar de controlar sus factores de riesgo y utilizarlos para organizar ensayos clínicos. Porque una vez que la patología se ha acumulado es mucho más difícil eliminarla o reducirla que prevenir esa acumulación desde un principio.

¿Qué tipo de tests serían útiles para poder averiguar quién va a desarrollar esta enfermedad? ¿Test genéticos, por ejemplo?
Hay tests genéticos para algunas variedades de la enfermedad. Para el alzhéimer temprano hay unos tests genéticos muy fiables, pero ese tipo solo supone el 3% de los casos. Más o menos la mitad de los pacientes con alzhéimer tienen un gen que indica un factor de riesgo, el APOE4, pero eso no garantiza que tendrán la enfermedad. Luego hay otra tecnología que se ha desarrollado desde hace tiempo pero que hemos empezado a utilizar bien hace un año y consiste en visualizar la acumulación de la proteína beta amiloide [la que se considera la causa más probable del alzhéimer] en el cerebro con tomografía por emisión de positrones. Ahora podemos ver que hay un periodo en el que el amiloide está ahí, pero el cerebro lo tolera bien y la persona no tiene síntomas. Pero a partir de ese periodo hay una segunda parte de la patología en la que algo desencadena la formación de unos nudos en las células y es entonces cuando la demencia y los problemas de memoria aparecen.

“Se dedica poco dinero a esta enfermedad porque ni los enfermos ni sus familias pueden hacer presión”

¿Este momento en el que aparecen esos nudos sería interesante como punto de referencia para desarrollar un fármaco que detuviese ese proceso tomándolo antes de que aparezcan los síntomas?
Las medicinas que están aprobadas para tratar el alzhéimer ayudan con los síntomas en algunas personas, pero no detienen el avance de la enfermedad ni afectan a sus causas, y por eso, después de unos años, dejan de tener efecto. Esos fármacos no cambiarían el rumbo de la enfermedad incluso si se empezasen a tomar antes de la aparición de los síntomas. Hay dos formas en las que podemos intervenir si encontramos este punto en el que los nudos comienzan a aparecer. Podrías intervenir con alguna medicina que bloquee la formación de nudos. Este tipo de fármacos se han desarrollado muy lentamente, probablemente porque la principal proteína que forma los nudos es una proteína con una función importante en nuestro cerebro al mantener las neuronas en una especie de forma triangular. Es difícil bloquear la función patológica sin interferir sobre la función normal, pero hay algunos fármacos que están avanzando en esa dirección. Por otro lado, sería posible dar drogas que reduzcan el amiloide, que ya existen y vemos como funcionan en el escáner, cuando se empieza a acumular o incluso antes de que comience a acumularse.

¿Hay mecanismos comunes a distintas enfermedades relacionadas con el envejecimiento, cardiovasculares, alzhéimer y cáncer?
Los procesos comunes a estos tres grupos de enfermedades incluyen la inflamación y cambios en el metabolismo, especialmente sensibilidad a la insulina como la relacionada con la diabetes, y también tienen en común la posibilidad de paliarlas con un estilo de vida que incluya actividad física, actividad mental y reducir factores de riesgo que tradicionalmente asociábamos a factores de riesgo para enfermedades del corazón y que ahora sabemos que también lo son para el alzhéimer. Hipertensión, diabetes, obesidad, alto colesterol, todos estos problemas se pueden controlar y cuentan con drogas para tratarlos de manera efectiva. Así que es posible que utilizando esos mismos compuestos podamos reducir el riesgo de alzhéimer.

“El ejercicio o una dieta baja en grasa y azucar pueden ayudar a prevenir el alzhéimer”

La relación entre actividades de riesgo para la salud del corazón, como fumar o tomar comidas con mucho azúcar o mucha grasa, ¿está tan clara para el alzhéimer?
El vínculo epidemiológico es claro, aunque no se sabe cómo afectan esas acciones exactamente a la aparición del alzhéimer. En la enfermedad del corazón sabemos que todo está relacionado con el metabolismo del colesterol en los vasos sanguíneos. En el alzhéimer hablamos de la formación de estas placas de proteínas en el cerebro entre las neuronas. Y aunque el colesterol alto, altos niveles de azúcar o tensión elevada hacen más fácil la formación de esas placas, no sabemos exactamente cómo sucede. Uno de los objetivos de los investigadores es tratar de averiguarlo para poder diseñar fármacos específicos contra esos problemas cuando afectan al cerebro.

¿Hay algunos factores del entorno que incrementen el riesgo de tener alzhéimer, como el aluminio?
El alumnio no ha demostrado ser un problema, no creo que la gente tenga que tirar sus sartenes y sus cazuelas. Uno de los factores de riesgo más sólidos es haber tenido lesiones en la cabeza serias, que hayan hecho perder el conocimiento. Hemos mirado otros factores como la contaminación del aire y ha habido algunos registros de pérdida cognitiva en las cercanías de plantas químicas que producen mucha polución. Se ha probado a exponer a ratones a aire contaminado para ver cuál es el efecto sobre la formación de placas de amiloide y se vio que se doblaba. Es posible que esté relacionado con que la parte del cerebro donde comienza el alzhéimer está muy cerca de la región donde se localiza el sentido del olfato y la inhalación de toxinas esté relacionada con la aparición de la enfermedad.

“Ha habido registros de pérdida cognitiva cerca de plantas químicas que producen mucha polución”

Muchas veces se piensa en la cura del alzhéimer en forma de fármaco, pero ¿hay otros enfoques para tratar de acabar con la enfermedad?
Hay un par de nuevos enfoques, hay cosas que han estado ahí durante los últimos 25 años centrándose en el amiloide o en los nudos de proteínas, pero hay un nuevo interés en tratar de activar las células madre dentro del cerebro. Solíamos pensar que naces con todas las células nerviosas que vas a tener en tu vida, pero no es así. Hay células madre que están en un estado durmiente en el cerebro pero que pueden despertarse y formar nuevas células nerviosas y es posible que esas nuevas células se podrían integrar en el cerebro y reparar el daño provocado por el alzhéimer en etapas muy tempranas. No creo que eso será una cura, porque según progresa la enfermedad la devastación es tal que se pierde el 50% de las células, millones de neuronas, y no creo que las células madre puedan sustituirlas. En otras enfermedades neurodegenerativas, como el parkinson, las células que mueren están en un área mucho más restringida, y ahí sería posible tomar células madre y hacer un injerto y reparar ese daño.

Dado el impacto del alzhéimer en nuestra sociedad, ¿crees que se le dedican los recursos necesarios?
Puedo hablar por EEUU y la respuesta es no. El apoyo del Gobierno para la investigación en EEUU es a través de los Institutos Nacionales de Salud [NIH, en sus siglas en inglés] y allí el alzhéimer recibe aproximadamente 400 millones de dólares al año, que puede sonar como mucho, pero el VIH, las enfermedades cardiovasculares o el cáncer reciben miles de millones de dólares anuales, diez veces más que el alzhéimer o más. Hay inversión, pero no está a la par con el impacto de la enfermedad. El alzhéimer amenaza con aplastar materialmente a la civilización occidental. Estas otras enfermedades también son una carga improtante, pero creo que debería haber un sentido de la proporción.

“Para tener éxito contra el alzhéimer debemos intervenir 20 años antes de lo que lo estamos haciendo”


¿A qué se debe que no exista esa atención proporcional a la carga que supone la enfermedad?
Hay un par de razones. Una es que cuando miras al cáncer o la enfermedad cardiovascular, son enfermedades de gente más joven. El alzhéimer lo sufre gente mayor y hay gente que puede decir, bueno, ya tuvieron una buena vida. Y por qué no invertir en gente que aún tiene más tiempo por delante. Hay un poco de discriminación por la edad. Otro factor es que estas otras enfermedades y en particular el VIH cuentan con grupos de apoyo a la causa muy importantes, gente manifestándose en la calle para que se investigue. Los enfermos de alzhéimer no pueden hacer eso y la gente que les cuida, sus familiares, muchas veces están agotados, así que tampoco pueden hacerlo. Así que suele ser la generación más joven, los nietos, los que hacen esa labor para tener más atención, pero eso va despacio.

¿Cree que hay esperanza para encontrar una cura de la enfermedad en los próximos años?
Creo que la clave es la prevención y creo que la prevención acabará teniendo éxito. Está claro que ya podemos tener un impacto sobre la patología pero aún no hemos tenido éxito porque no estamos interviniendo en una etapa lo bastante temprana. Mi predicción es que estos escáneres cerebrales para buscar amiloide pueden ser algo así para la gente que cumpla 50 años como las mamografías ahora o las colonoscopias. Si se encuentran placas de amiloide formándose, entonces esas personas serán candidatas a tomar fármacos que reduzcan el amiloide o al menos pueden empezar a controlar los factores de riesgo como el peso, comenzar a hacer ejercicio… Creo que ese es el futuro. Prevenir e intervenir veinte años antes de lo que lo estamos haciendo ahora.

 “Los escáneres para prevenir el alzhéimer pueden ser como las mamografías con el cáncer”


¿Ya se están empezando a aplicar este tipo de políticas de prevención?
Hay experimentos para ver si este planteamiento es correcto. No podemos empezar a aplicar esas políticas hasta que sepamos que van a funcionar. Hay varios ensayos en este sentido centrados principalmente en estas formas raras de alzhéimer temprano y más predecible porque en esas formas es posible no solo predecir quién va a tener la enfermedad sino exactamente cuándo. En la misma familia, la edad de aparición es la misma en todas las generaciones así que si sabes a qué edad tuvieron los abuelos la enfermedad, sabes a qué edad van a tener los nietos la enfermedad. En estos casos tan predecibles es posible que la gente esté deseando tomar esos anticuerpos o esos fármacos que puedan prevenir la enfermedad cinco o diez años antes de la edad a la que suele aparecer el alzhéimer en sus familias. Lo que esperamos es que los participantes en estos experimentos lleguen hasta esa edad y la pasen y no tengan la enfermedad.

Fuente: Esmateria.com

El Gobierno de Mursi rechaza el ultimátum lanzado por el ejército egipcio

El Gobierno de Mursi rechaza el ultimátum lanzado por el ejército egipcio

El Mundo.es

Simpatizantes del presidente Mursi con palos y cascos en El Cairo. | AfpSimpatizantes del presidente Mursi con palos y cascos en El Cairo. | Afp
Las Fuerzas Armadas toman cartas en el asunto. Los militares dan un ultimátum de 48 horas a los políticos egipcios para cumplir con las demandas del pueblo y sacar al país del atolladero.
Si los líderes de las fuerzas islamistas y opositoras no llegan a un acuerdo en ese plazo, el Ejército anunciará una nueva hoja de ruta e impondrá ciertas medidas con la ayuda de todas las facciones en liza, con los jóvenes y sin excluir a nadie. Así lo ha anunciado este lunes la autoridad castrense en un comunicado leído por un portavoz del Ejército en la televisión estatal.
A medianoche, los islamistas han roto horas de mutismo tras el ultimátum lanzado por el ejército. En una rueda de prensa, la Coalición en apoyo de la legitimidad -un paraguas que reúne a una docena de partidos islamistas- ha censurado el paso dado por los militares y ha rechazado su participación en la arena política. "Las fuerzas armadas de Egipto pertenecen a todos los egipcios y rechazamos firmemente cualquier intento de golpe de estado en favor de unos pocos", ha subrayado el comunicado.
Por su parte, la presidencia egipcia ha emitido otro comunicado dejando claro que el presidente Mursi "no ha sido informado" del 'órdago' lanzado por el ejército y advierte que el mensaje de las fuerzas armadas "puede llevar a una confusión". Además, Mursi ha reiterado que "seguirá hacia delante en su plan para la reconciliación nacional".
A pesar de la llamada a la calma desde el gobierno egipcio, se ha producido una nueva dimisión en el gabinete de Mursi. El ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Kamel Amr, ha presentado su renuncia según ha confirmado la agencia estatal Mena. Se trata de la quinta salida del Ejecutivo desde las masivas protestas de este domingo.
Los islamistas han insistido que cualquier solución a la crisis que atraviesa el país debe realizar "dentro de la legitimidad constitucional". El bloque ha llamado además a sus seguidores a tomar las calles para proteger la legitimidad de Mursi. "El pueblo saldrá a las calles de todo el país para rechazar cualquier tentativa de golpe", ha agregado.
Tras una tarde marcada por los miles de personas que han festejado en Tahrir el regreso del ejército, violentos choques entre partidarios y detractores de Mursi han estallado en varias ciudades del país, entre ellas Suez y Fayum.

"No habrá un golpe de Estado"

Minutos después de hacerse público el ultimátum, los Hermanos Musulmanes reaccionaron al comunicado del ejército: "No habrá un golpe contra Mursi". Un político de la Hermandad ha dicho que ninguna institución del estado llevará a cabo un golpe de Estado contra el presidente electo, el islamista Mohamed Mursi, y ha advertido contra una mala interpretación de un comunicado del Ejército.
"Cuanquier acto de fuerza que vaya contra la Constitución es una llamada al sabotaje y la anarquía", aseguró a Reuters Yasir Hamsa, un líder del Partido por la Libertad y la Justicia de los Hermanos Musulmanes.
"Todo el mundo rechaza el comunicado del ejército", ha dicho a Al Jazeera Hamsa, que también miembro del comité legal de la formación. "La solución estará en el marco que establece la Constitución", ha añadido porque "la era de los golpes militares ha terminado", concluyé.

Arresto de los guardaespaldas

Minutos después las fuerzas de seguridad egipcias arrestaron a 15 guardaespaldas del 'número dos' y factotum de los Hermanos Musulmanes Jairat el Shater , después de que los escoltas abrieron fuego sobre los militares.
La familia de Shater ha llamado por teléfono a la cadena Al Jazeera para avisar de que su casa estaba siendo atacada.
Shater es reconocido como una de las mayores personalidades del movimiento islamista, pero fue barrido de la carrera presidencial el pasado año porque había sido encarcelado bajo el Gobierno de Mubarak.
El terremoto de las protestas callejeras empieza a sentirse en el Gobierno de Mohamed Mursi. Cuatro ministros egipcios, del ala tecnócrata del Gabinete, han presentado este lunes su dimisión en apoyo a los manifestantes que, por cientos de miles, tomaron ayer las calles de varias provincias del país exigiendo la renuncia de Mursi.
Los titulares de Turismo, Medio Ambiente, Telecomunicaciones y Asuntos Jurídicos y Parlamentarios han enviado sus cartas de renuncia al primer ministro Hisham Qandil. El ministro de Turismo Hisham Zaazou ya amagó con marcharse hace unas semanas tras el fallido nombramiento de un miembro de la ex organización terrorista Al Gama al Islamiya como gobernador de Luxor. El islamista terminó renunciando al cargo ante el escándalo que ocasionó su llegada a la principal ciudad turística del sur del país.
Según el ministerio de Sanidad, los choques entre partidarios y detractores de Mursi han dejado al menos 16 muertos y 781 heridos en todo el país en el primer aniversario de la investidura del presidente. En El Cairo han fallecido nueve personas. Y el resto en siete provincias del país, entre ellos, Alejandría y Beni Suef, Fayum y Asiut (sur del país). La oposición ha convocado para mañana nuevas protestas masivas exigiendo la marcha del islamista.

Documental sobre futbolista Alberto Spencer

Productores alistan documental sobre futbolista Alberto Spencer

El Universo.com

Juan Pablo de la Roche y Geovanny Pozo, dos productores audiovisuales guayaquileños, se apasionaron con la historia del mítico futbolista ecuatoriano Alberto Spencer y decidieron llevar la leyenda de Cabeza Mágica, el máximo goleador de la Copa Libertadores con 54 tantos, a la gran pantalla en un documental de 92 minutos.
Actualmente están en la etapa de posproducción, pero este proyecto independiente se inició hace dos años y medio, con grabaciones en Montevideo, donde Spencer (fallecido en el 2006) se convirtió en el ídolo del equipo de Peñarol. Incluso tres partes de adelantos las difunde la barra Amsterdam del club charrúa, en YouTube.
“Reunimos un primer material, que lo editamos y lo difundimos por Internet; luego por un contacto de un correo de una prima de los hijos de Alberto (Walter, Alberto y Jacqueline) contactamos al hijo mayor, a quien le encantó el video y de allí tuvimos comunicación directa con ellos”, cuenta Pozo, quien junto a De la Roche hicieron amistad con los Spencer y obtuvieron fotos de sus álbumes particulares.
De allí, viajaron en el 2011 y en el 2012 a la capital uruguaya y entrevistaron a los hijos, exjugadores, excompañeros de Spencer, y a gente de fútbol que resaltó la vida de Cabeza Mágica, entre ellos Óscar Tabárez, actual seleccionador de la celeste; y Julio María Sanguinetti, ex presidente uruguayo, hincha de Peñarol.
En Ecuador, De la Roche y Pozo, quienes estudiaron cine en Argentina, recopilaron testimonios de personas que conocieron a Spencer, como Moacyr Pinto, Juan Ramón Silva, Galo Roggiero, Washington Muñoz y otros.
Otras escenas fueron grabadas en Ancón, tierra natal del Cabeza de Oro, mayor artillero en la historia de la Libertadores.
Los cineastas están actualmente en negociaciones con una estación de TV como coproductora para proyectar el documental en el cine, en noviembre.

54
GOLES

Como jugador de Peñarol y Barcelona (de 1960 a 1972), Spencer marcó 54 tantos en la Libertadores: 48 con el club uruguayo –el equipo de casi toda su vida– y 6 con los toreros.

130
MIL DÓLARES

Es el presupuesto total de la producción audiovisual de la vida de Alberto Spencer. Hasta el momento los productores han invertido de su bolsillo 69 mil dólares.

lunes, 1 de julio de 2013

Sergio Ramírez: “Parte del ideal de la izquierda es que no haya corrupción; son incompatibles”

Sergio Ramírez: “Parte del ideal de la izquierda es que no haya corrupción; son incompatibles”

El escritor y ex vicepresidente nicaragüense durante la revolución sandinista habla sobre su nuevo libro "Flores oscuras" y se asume desencantado de la política. 


“Siempre vuelvo”, dice Sergio Ramírez. Se refiere, en este caso, al cuento, el primer género que exploró en su carrera de escritor, hace ya medio siglo, cuando decidió autoeditarse en Managua. Pero bien podría aludir a la política de Nicaragua o a la Argentina, adonde semanas atrás volvió para presentar su nuevo libro de relatos Flores oscuras, en el que retrata la resaca de la Revolución Sandinista, la que terminó con la dictadura de Anastasio Somoza y de la que fue vicepresidente, ni más ni menos. Los doce cuentos completan un itinerario duro a través de personajes sombríos, que sirven como la parábola de un país: un juez corrupto, un boxeador anónimo, un ex guerrillero que ha perdido todo menos la sed. Para el libro –repite Ramírez– en ésta y en otras entrevistas, se ha servido del método periodístico. Algunas historias son verídicas. “Los hechos son como se presentan, sin ninguna clase de intervención. Siempre he sabido que una regla esencial del cuento es tomar distancia. Y yo narro como un forense, que está describiendo lo que dicen los médicos, el juez, los testigos”, explica en el último piso de la editorial Alfaguara en Buenos Aires, siempre con el mismo tono cordial. Lo fascina, advierte, cómo algunos de sus personajes se desarrollan y otros, en iguales circunstancias, quedan en el camino “porque primer concertista hay uno solo”.
¿Y usted a esta altura se siente como un primer concertista de la literatura iberoamericana?
Sería muy pretencioso de mi parte decirlo. Yo he tenido una lucha muy sorda en Nicaragua para que se me reconozca como escritor y no como político. Porque yo tengo una carga muy pesada atrás en mi vida, la de alguien que estuvo en la política, en la revolución. Y esa batalla la sigo dando. Yo no puedo borrar esa parte de mi vida, ni pretendo, pero no me siento cómodo cuando alguien me busca para preguntarme algo y me hace cuatro preguntas rápidas de literatura, cuando lo que le interesa es la política.
Cuando era vicepresidente, de hecho, les pidió a las editoriales que no mencionaran su cargo.
En los 80, no quería que dijeran que yo era vicepresidente. Yo era parte de una revolución, pero el vicepresidente escritor , ¿qué quiere decir eso?
¿Y por qué cree que los medios se interesan tanto todavía en su faceta política?
Interesa por ese fenómeno que fue la Revolución y que todavía tiene secuelas en América Latina, no sé si para los más jóvenes, creo que no. No tienen memoria de eso, ni creo que les interese. Pero para una generación que todavía sobrevive de aquella época entiendo que es interesante.

(Managua, 1980. Con Fidel Castro, Daniel Ortega y Maurice Bishop).

Y ya que ahora “vuelve” al cuento: ¿cómo fue regresar a la escritura, en pleno ejercicio de la vicepresidencia?
Cuando fui a vivir esa aventura, cuando vino la Revolución, yo lo dejé todo tirado. Luego vino el triunfo de la Revolución, los primeros años en el poder, llegamos al año 85 y fui electo vicepresidente. Entonces yo volví a ver hacia atrás y vi hacia delante, dije: “Bueno, tengo 10 años sin escribir, fui electo por un período de 6 años, son 16 años, yo dejé de ser escritor para siempre”. Entonces para volver a escribir, empecé a levantarme a las 4 de la mañana. Y comencé a probar con un libro breve que escribí sobre Cortázar, se llama Estás en Nicaragua. Acababa de morir Julio y era mi memoria personal.
Pero aquel libro no era del todo ficción.
No, pero era un libro literario. Y luego vino Castigo divino, que es extraño, porque es la novela más larga que he escrito, es la más compleja. Necesitaba mucha investigación, era un caso judicial y quizás me estaba alejando de cualquier tema que tuviera que ver con la Revolución. Estaba consciente de que no tenía las manos libres para escribir sobre nada que tuviera que ver con la Revolución; yo era un agente de relaciones públicas de la Revolución, yo salía por el mundo vendiendo la idea de la Revolución. En ese momento no podía ser un novelista de la Revolución. Construí una novela judicial, política, de costumbre, social, de muchos planos: con ese libro volví a la literatura.
Y después se acabó la política. 




(En campaña. En 1995 , con el Movimiento Renovador Sandinista). 
 
Cuando dejé la política yo ya sabía que volvía a lo mío y me puse a escribir. En medio de un gran desastre, yo había salido del Frente Sandinista, habíamos fundado otro partido, fuimos a las elecciones, nos derrotaron obviamente, en medio de una gran polarización. Quedé lleno de deudas, porque a la hora en que se terminó la campaña electoral sólo teníamos deudas, a los derrotados nadie los vuelve a ver. Todos los que nos habían prometido ayuda se evaporaron, como siempre. En medio de esta pesadumbre, de no tener a donde ir y cómo pagar, me puse a escribir.
¿Y ese desencanto final con la política todavía le dura?
Yo siempre digo que no, pero en un libro como este me doy cuenta que sí, el desencanto es notorio. Quisiera que no, pero lo que tiñe la mente de un escritor no es lo que quiere, sino lo que sale aquí como resultado. Este es un libro muy pesimista, pero bueno, esa es la manera que yo tengo de ver el mundo ahora. Muestro el desamparo de los pequeños seres que en la resaca de una revolución quedan sobre la playa, ahí, como náufragos. Y hay muchos náufragos, también soy uno de ellos.
¿La izquierda y la derecha todavía significan algo?
Yo aprendí que parte del ideal de izquierda es que no haya corrupción, son incompatibles. Ir contra la corrupción, la represión, en contra de cerrar los espacios de libre pensamiento: para mí eso sigue siendo la izquierda.