Abogado, periodista, director del diario El País
Gandini dijo que es un “militante” que “se anima a dar el paso” y que sabe que ingresó en un punto “de no retorno”. “No hay vuelta, ya lo saben mis compañeros y mi familia: empiezan tres años de trabajo, sin feriados, sin fines de semana”.
El legislador reconoció que puede haber quien diga que es “muy temprano” para hablar de candidaturas. Pero afirmó que “no sobra el tiempo si lo que se quiere es ganar”, y aclaró que esta no será la hora de campaña electoral, sino de “trabajo con la gente”.
“La única manera de ganar es estar todos los días, en cada rincón, en cada barrio de Montevideo. No se puede especular”, afirmó.
Su anuncio fue respaldado y bienvenido por un estruendoso aplauso y sacudió el ambiente político. No era para menos, los blancos anunciaban con tres años de anticipación su propósito de pelear Montevideo y no esperar hasta última hora -como habían hecho en elecciones anteriores- para nominar candidatos y lanzarlos a una lucha desigual de escasos meses de campaña. Daba la impresión de que se había aprendido la lección y no se iba a tropezar nuevamente con la misma piedra.
El arranque tempranero y oportuno de Gandini, tuvo inmediata repercusión. Sectores de la dirigencia de los partidos tradicionales entendieron claramente el horizonte que se abría tras esta movida y empezaron las conversaciones para cumplir con un reclamo de los vecinos de la capital: llegar a un acuerdo entre ambas colectividades para concurrir juntos a las elecciones municipales y así desafiar los veintitantos años del Frente en la Intendencia.
Gandini cumplió: desde esa fecha inició una permanente recorrida por todos los barrios de la capital para conocer sus problemas, dialogar con los vecinos, buscar solución a temas urgentes, trasmitirles el respaldo y la preocupación sobre sus necesidades. Comenzó a crecer.
Un año más tarde, el politólogo Adolfo Garcé reconoció que el “clima” instalado de que en Montevideo “hay que cambiar” el gobierno del Frente Amplio, algo similar a lo que ocurrió a nivel nacional en 2004, es el mejor aliado para que el diputado nacionalista Jorge Gandini gane la intendencia capitalina. “Para mi gusto, el próximo intendente de Montevideo es Gandini” afirmó en Diamante FM, y agregó “hay un clima de que hay que cambiar en Montevideo y que el acuerdo entre colorados y blancos refleja ese cambio, y creo que Gandini es el que se jugó la ropa antes y corre con ventaja”.
El acuerdo de blancos y colorados se concretó en el Partido de la Concertación. Por primera vez en la historia del país, ambos partidos arriaron sus banderas de lucha y resolvieron marchar juntos al rescate de un departamento y una ciudad, que se habían deteriorado en todos sus servicios a límites vergonzantes, pero con impuestos caros. La IMM recauda por día US$ 1.760.000, pero eso no le alcanza para funcionar y pierde por día US$ 102.000, lo que en definitiva lleva a acrecer su deuda que ya oscila en los US$ 415 millones. ¿Es necesario continuar con esa sangría para tener la ciudad que hoy se tiene?
La Concertación abrió una gran cuota de esperanza, pero ella sola no alcanza: los candidatos son fundamentales. El Partido Colorado ha manejado desde un principio el nombre del Dr. Ney Castillo, prestigioso oncólogo pediátrico, que ya tuvo un buen desempeño en la elección anterior. El Partido Nacional tenía a Jorge Gandini, pero de golpe la dirigencia lo bajó de un plumazo. ¿Por qué? ¿Porque su lista, la 250, votó mal en las elecciones internas? Pero si Gandini no fue, ni siquiera candidato a nada para evitar la tacha constitucional. Solo presentó su lista, pero no dio su nombre. ¿Acaso otros candidatos a Intendentes o intendentes en funciones que iban a cargos legislativos o aspiran a una reelección no tuvieron una pobre votación en las elecciones nacionales (que son las que importan) y no recibieron ni un reproche? ¿O hay otros motivos que ignoramos?
Tenemos excelente opinión de los candidatos que los blancos manejan como alternativa. Pero no nos convence. Vamos a volver a cometer el mismo error de improvisar a pocos meses de las municipales y así nos va a ir. Despreciamos a quien hace tres años está trabajando por esa nominación, como si ganar en Montevideo no importara y como si dejar a los vecinos que sigan viviendo tapados de basura, a oscuras por falta de luces, con espacios públicos abandonados a la delincuencia y a la droga y un tránsito cada vez más caótico, fueran temas que pueden esperar otro lustro de administración frenteamplista.
Jorge Gandini es el único candidato que debe presentar el Partido Nacional en la Concertación. Ya se perdieron algunos meses; vamos a no perder más.