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lunes, 5 de octubre de 2015
“CERO KILO” Por Julio Dornel.
Escritor y periodista Julio Dornel
Las medidas adoptadas recientemente por la Dirección Nacional de Aduanas sobre el ingreso de mercaderías desde Brasil, ha generado encontradas opiniones por parte de una población que por distintas razones se encuentra involucrada en el tema. No es la primera vez ni será la última que esta frontera y un sector importante del departamento se vean enfrentados por las consecuencias que genera la aplicación de esta medida. Es posible que no corresponda aplicar el término “Cero Kilo”, cuando en realidad hemos comprobado personalmente (en la terminal de Chuy) una prudente tolerancia de los funcionarios, cuando se trata de algunos productos de la canasta familiar. De todas maneras se advierte el fuego cruzado de posiciones muy radicalizadas y que en algunos casos obedecen a los intereses que hay en juego, teniendo en cuenta los precios que ofrece el comercio brasileño. Ante esta situación y queriendo aportar una solución, la Lista 84, “Por el Camino de Wilson” del Partido Nacional, ha emitido un comunicado de prensa manifestando sus discrepancias con estas medidas. El mismo está firmado por los ediles departamentales Martín Valdez, Humberto Alfaro, Schubert Nuñez y Lucía Espel, señalando que “ante las medidas "0 kilo" (cero kilo) tomadas por la Dirección Nacional de Aduanas (D.N.A) para el ingreso de mercaderías desde Brasil, la Lista 84 "Por el Camino de Wilson" del Partido Nacional quiere manifestar su posición con respecto a la decisión adoptada, adelantando sus discrepancias con una nueva medida arbitraria tomada por el Gobierno Nacional. Sin lugar a dudas, estamos a favor de dar protección y seguridad al comercio uruguayo y, más precisamente, al comerciante rochense; empero entendemos, que la medida tomada por la D.N.A respecto del ingreso de mercaderías brasileras al país, no beneficia en absoluto al comerciante sino que perjudica a la clase media uruguaya que se siente agobiada y sofocada por el encarecimiento del costo de vida en nuestro país. Entendemos además, que la medida "0 kilo" beneficia única y exclusivamente a quienes se dedican a ingresar contrabando en masa, para luego revenderlo en nuestro comercio interno, y es en ese momento que la medida adoptada perjudica al pequeño y mediano comerciante. Por lo dicho, manifestamos nuestro enorme malestar tanto por las medidas tomadas que sofocan, nuevamente a la clase media uruguaya como por el contrabando que perjudica de manera directa a quienes dignamente, luchan día a día por sacar adelante su pequeño o mediano emprendimiento comercial”. Pese a que existen leyes y decretos que se deben cumplir, es evidente que en el momento de realizar la fiscalización es el funcionario aduanero que asume la responsabilidad de tener en cuenta el grado de tolerancia que debe primar en el momento de realizar el procedimiento.
viernes, 24 de julio de 2015
CHUY 1.888 COMERCIO, ADUANA Y COMISARIA. Por Julio Dornel.
Escritor y periodista Julio Dornel
Para referirnos a la corta historia de esta frontera romántica y generosa, nada mejor que transcribir algunos párrafos de un trabajo del historiador local Wilkins Machado, donde extrae de su vasta producción, impresiones imborrables originadas en el paisaje cautivante y envolvente de este pueblo fronterizo. Es fácil comprobar en estos trabajos que la investigación de Machado denuncia una temática inspirada en los orígenes de Chuy, analizando en breves pantallazos la fisonomía, costumbres y evolución del rancherío inicial: “Arroyo Chuy…y en tus aguas el yaguareté sació la sed y el indio altivo refrescó sus heridas, con tus frutos calmó su apetito y en las sombras de tu monte gaucho, forjó la historia de tu nombre ausente. Chui te llamó porque el trinar de los chuis lo despertaron un día, el mismo día que empezaste a hacer tu historia con nombre, historia tan límpida como tus aguas, o quizás mientras ensimismado pensabas en la toldería lejana, se te ocurrió llamarlo chué por la cantidad de tortugas que observabas desde tu nostálgico silencio. Te visitó el español y el portugués, pero tenías alma y una historia de pájaro libre, tan libre como tu senda que se inicia en el Brasil y se confunde en el atlántico. Fuiste historia y lo eres; hiciste historia y la haces y como colofón fuiste padre de un Chuy tan libre como tus pájaros, tan perseverante como tus tortugas o tan altivo como el indio que el nombre te dio. 1888…policromía de azul y verde, cielo y campo. La vista perdiéndose en el infinito y el hombre confundiéndose y mezclándose en ideologías e idiomas, duro batallar diario para subsistir en un medio aislado y falto de recursos. Mezcla de productos de mil revueltas, amalgamados con contrabandistas, y troperos por excelencia, enamorados del peligro, ocultos en los montes, fieros custodios de matutes que pretenden traducir en monedas. Un comercio, una comisaría, una aduana y cinco ranchos. Chuy 1888. Pasan los años, se amplían las sendas formando caminos, la diligencia trae a cuestas la civilización mientras nuevos vecinos asientan sus reales en esta zona trayendo el progreso. Llegó la diligencia, cita obligada de nuestros antepasados y la natural curiosidad por saber lo que pasa más allá, donde la vista se pierde buscando una razón para este acá. Domingo, una penca cuadrera da motivo a una reunión de categoría, se hacen negocios, se arregla un matute, a veces una reyerta pone la nota distinta. Pioneros de Chuy, hombres, mujeres y niños, conjunción de ideas en busca de superación, soñando quizás muchas veces con un viaje maravilloso, casi imposible, prometedor de mil aventuras”.
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